PING-PONG por Francisco J. Fernández-Pro
En principio creí que esta gente jugaba al ajedrez, pero me parece que no es al ajedrez a lo que juegan sino al ping-pong. La cosa no es cuestión de neuronas sino de reflejos.
Entre los independentistas la cosa está clara: hay que mantener a Puigdemont a toda costa. No hacerlo supondría que el Estado habría ganado el pulso. Nombrar a otro que no sea su “legítimo President”, se convertiría en la prueba fehaciente de que, siempre que sea necesario –y tratándose de uebos-, el Gobierno de España puede, a zurriagazos del 155 de la Constitución, imponerse al de Cataluña.
Sin embargo, tras las últimas elecciones catalanas, el problema se les ha complicado. Puigdemont era Presidente porque, antaño, su partido (el de la burguesía catalana de toda la vida) había sido el más votado en el Parlamento. Pero ahora las tornas han cambiado: no sólo ha ganado Ciudadanos sino que, en el bloque independentista, los de la izquierda republicana le han echado la pata a los de la derechona burguesa y, aunque no quieran admitirlo, están deseando que desaparezca el president para tener la oportunidad de imponer a su propio candidato. Así que saben –y ya hay voces advirtiéndolo- que, si pierden el pulso con el Estado, ellos ganan.
Más, con todo este gazpacho, lo más esperanzador es que parece ser que, por primera vez, el Poder Judicial funciona y se impone en España.
Si partimos de la premisa de que un ciudadano puede pensar y decir lo que quiera sin problemas, hemos de concluir que la realidad de los parlamentarios catalanes -presos o huidos-, no es que desearan rebelarse contra el Estado y declarar una Cataluña independiente, sino que lo hicieron: se convirtieron en delincuentes y tienen que responder ante la Ley
No obstante, existe la presunción de inocencia hasta que la sentencia no sea firme; por eso, ellos cuentan con el amparo de la duda y la Justicia con el de la detención preventiva; y, mientras ellos –haciendo uso de sus derechos- rebuscan artimañas para intentar jugar con los tiempos y eludir responsabilidades, el Poder Ejecutivo aplica los medios que le concede la Ley para evitarlo. Lo dicho, como en el ping-pong: pelotita que quieres meterme, pelotita que te devuelvo. Cuestión de reflejos.
Sólo la Justicia puede servirnos de árbitro.
En ascuas nos tienen a todos los españoles, con la cascada de acontecimientos que frenéticamente se están sucediendo. Yo sigo preguntándome, lo que tantas veces se preguntaba Gabilondo en sus crónicas mañaneras; Como hemos podido llegar a esto. Que han estado haciendo estos últimos años tantos sesudos y bien retribuidos asesores. De Presidencia, de Interior, de Asuntos Exteriores…. que ha hecho que el Gobierno este a la defensiva tanto tiempo. Por no llamar inoperancia.
Personalmente, estoy deseando que todo este embrollo cese e impere cierta normalidad. Y una vez acabado el apoyo incondicional, de todos los partidos (o casi) se dediquen a promover un serio y amplio debate sobre el papel de cada uno en esta gravisima crisis. Y que los españoles sepamos de una vez con quien nos jugamos los cuartos. Demasiado inútil saliendo y entrando en el Congreso.
Amigo JUBILIADO, ojalá se cumplan sus deseos.
Por mi parte, creo que ante todo, es necesario revisar muy seriamente la Reforma de la Constitución y analizar con toda la objetividad posible, las causas que están provocando tanto desapego y, lo que es peor, tanto encono entre los distintos sectores (ya sean de derechas, izquierdas, antisistemas, no antisistemas, independentistas o no…) que aparecen en cuandto se plantea cualquier asunto y provocann todo tipo de enfrentamientos y trifulcas.
Supongo que todo será cuestión de educación, pero sea lo que sea, se hace necesario un análisis profundo y la inmediata búsqueda de soluciones y de consensos.
Un saludo muy cordial desde sus torres