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MONARQUÍA DEMOCRÁTICA por Francisco J. Fernández-Pro

MONARQUÍA DEMOCRÁTICA por Francisco J. Fernández-Pro
agosto 15
12:42 2020
Fco. Fernández-Pro

Fco. Fernández-Pro

Cuando, últimamente, intercambio opiniones con ciertas personas, me resulta curioso el concepto que algunos tienen sobre la Monarquía Parlamentaria y la Constitución.

Personalmente, cuando pienso en el Espíritu de nuestra Carta Magna, suelo adoptar como referencia la Constitución de los Estados Unidos de América que, aprobada por la Convención Constitucional de Filadelfia en 1787, es la más antigua de las vigentes en el Mundo (ahora cumplirá 133 años).

Pues bien, en todo este tiempo la Constitución de Estados Unidos “vivió” veintisiete enmiendas, de las cuales, las diez primeras -conocidas como “la Carta de Derechos”-, se formularon en 1789, sólo dos años después de su redacción y en un solo “paquete”. Después, vinieron otras que resultaban imprescindibles, como la abolición de la esclavitud en 1865, el Sufragio racial en 1869, las Elecciones directas para el Senado en 1912, el Sufragio femenino en 1919… Lo dicho: veintisiete enmiendas de esta guisa, en 133 años.

Nuestra Constitución también se adaptó a las nuevas circunstancias que nos tocó vivir a partir de su aprobación en 1978 y asumió una enmienda en 1992, por la que los ciudadanos europeos obtenían el derecho de votar y ser votados en nuestro país.

Hasta aquí, pues, unos retazos que nos indican la importancia del equilibrio Constitucional en una Sociedad, la necesidad de mantener nuestra Carta Magna – la Ley de leyes que nos garantiza la convivencia plural, en paz y libertad- exenta de  excesivas fluctuaciones debidas a intereses espurios, luchas partidistas, manipulaciones, fobias y mala baba. A fin de cuentas, se trata de los cimientos en los que se apoyan los pilares básicos del Estado y sobre los que se edifica la Sociedad en la que vivimos.

Dicho esto -y volviendo al principio- me sorprende que, todavía, halla quien rechace nuestra Monarquía, argumentando “que no es democrática, ya que no la eligió el Pueblo” Se puede ser monárquico o no, pero nadie puede ignorar que la Corona está integrada en el Título Preliminar de nuestra Constitución (Artículo 1.3) y, por tanto, fue votada en las urnas en 1978, obteniendo el SÍ del 88’5% de los españoles. Por tanto, esta Monarquía Parlamentaria es Constitucional, porque así lo dice la Constitución; es Democrática, porque así lo quiso el Pueblo español en Referéndum y, si me aprietan, incluso añadiría que supo doctorarse “magna cum laude” en Legitimidad Democrática, el día 23 de febrero de 1981.

Habrá quien diga que ellos no lo votaron porque no habían nacido o no tenían la edad para votar. ¿Se imaginan, entonces, lo que pasaría con la Constitución de Estados Unidos de 1787? Es más, ¿se imaginan lo que pasaría en Inglaterra donde, a falta de Constitución, existen ciertos documentos como fundamentos de lo que sería lo más parecido a una Ley de leyes, entre los que se encuentran -aún vigente- “La Carta Magna” de 1215 que los nobles arrancaron a Juan Sin Tierra o “La Carta de Derechos” de 1619?

Por eso, al comienzo, afirmaba que no llegaba a comprender los argumentos de ciertas personas. Aunque intuyo dos posibles razones: desconocen la Historia o confunden los conceptos.

En efecto, hoy hay muchos españoles que no pudieron votar la Constitución del 78: es lógico. Pero si lo reflexionaran un poquito, a los que tanto se quejan debería bastarles saber que quienes la votaron, fueron los que vivieron la vida y la muerte de las trincheras, la posguerra del hambre y del odio, las calores de las eras y las espigas, la España devastada de los churretes, el panaceiteyazúcar, las moscas, las pulgas y las garrapatas, la Edad de las palanganas, los lebrillos, el jabón verde y los estropajos, los carros, los cerones, las bestias, los cántaros, los botijos de barro y las idasyvenidas a por el agua de las fuentes y los pozos.

Por eso, los que tanto vituperan nuestra Carta Magna y la Monarquía que la defendió cuando tuvo que hacerlo, deberían pararse a pensar en que los que votaron nuestra Constitución hace cuarenta y dos años, fueron -precisamente- los que lucharon por ella hasta la extenuación, porque la necesitaban para sobrevivir o, simplemente, para comenzar a convivir en paz; y eso, no sólo debería bastarles, sino que debería servir para que se sintieran orgullosos del Estado que soñaron sus padres y sus abuelos, la Constitución que consensuaron y la Democracia que supieron construir entre todos.

 

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3 Comentarios

  1. jose
    jose agosto 15, 13:45

    Buenas tardes, señor Pro , estoy de acuerdo en algunas cosas que dice usted aqui , pero como ya sabe no soy moonarquico, no estoy de acuerdo de que hubo un referendun sobre la monarquia , usted sabe muy b ien que nos la colaron ,hubo un referendun sobre la constitucion, y esta claro que necesita muchas reformas. no diga usted verdades a medias
    Salud y republica

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  2. JUBILADO
    JUBILADO agosto 16, 16:24

    Es bueno, que apreciemos, como usted hace, a nuestra Constitución. Ha sido y es un instrumento legal que nos ha sacado de muchos apuros, y nos ha proporcionado la época de mayor desarrollo y crecimiento material y humano de toda nuestra historia. Y estoy convencido de que va a seguir siéndolo. Fue un buen trabajo fruto del consenso de todos, y hubo fuerzas políticas que tuvieron que tragar sapos como la instauración de la Monarquía, o como otros tuvieron que achantarse con lo del Estado aconfesional. Ambos todavía no lo acaban de asimilar. Un gran consenso. Un gran trabajo, que en absoluto es rígida, pues tiene mecanismos de sobra para adaptarse al devenir de los tiempos. Solo hace falta consenso y fraternidad. Casi nada.
    Por ultimo, me ha parecido interesante señalar que la Enmienda del 92, por usted aludida, lo fue como consecuencia de nuestro ingreso en la Comunidad Europea y al Tratado de Maastrich, por el teníamos el compromiso de adaptar nuestra Carta Magna a las exigencias de dicho tratado. Esto se logró por unanimidad, incluyendo en el Art. 13.2 una simple palabra “y pasivo”, por la que se permite que ciudadanos de la Union Europea residentes en nuestro Estado, puedan votar y ser elegidos en los comicios MUNICIPALES. y resalto esto, porque no hace muchos días, circulaban uno de los numerosos bulos con que periódicamente nos bombardean, y que hacen mella en determinadas capas sociales de que el Gobierno estaba tratando de dar la nacionalidad o la residencia a cientos de miles de inmigrantes porque de esa forma pasarían a engrosar las filas de sus votantes. Se puede imaginar quienes son los inductores de esa falacia.
    Buen articulo, y útil por lo didáctico. Un saludo.

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  3. Ciudadano X
    Ciudadano X agosto 30, 12:29

    Buen articulo D.Fco.Fdez-Pro, como siempre valiente y conciliador para el bien común, pero ha omitido la reforma constitucional del 2011 que modificó el artículo 135 de la Constitución española estableciendo en el texto el concepto de estabilidad presupuestaria y que el pago de la deuda pública fuese lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales, sin enmienda o modificación posible. La entrada en vigor de parte del artículo se demora a 2020. Es la segunda reforma constitucional tras la de 1992. Por lo demás del artículo, perfecto por Justo a los actores y hechos principales.
    Confío que haya sido más por olvido, más que por desconocimiento.
    Salu2

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