MIGUEL ÁNGEL CÁRDENAS Y LA JUSTICIA DE NUESTROS MUNÍCIPES por Francisco J. Fernández-Pro
Esta vez fue Juan Wic el que mejor supo decirlo.
En el último Pleno de nuestra Corporación, se aprobó por unanimidad de nuestros munícipes, el nombramiento de Miguel Ángel Cárdenas Osuna como Hijo Predilecto de Écija; y, aunque todos los portavoces municipales dieron las mismas razones para votar afirmativamente la propuesta, el que mejor supo decirlo fue Juan Wic, el portavoz socialista, con un razonamiento mínimo, pero que -de contundente- parecía mismamente un axioma irrefutable (que, a fin de cuentas, es como deben que ser los razonamientos lógicos) Wic vino a decir: “Lo importante no es que el Señor Cárdenas tenga dinero, sino en qué lo emplea”
Sin embargo, y una vez dicho esto, lo que me parece jodido es que este brillante razonamiento tuviera que hacerlo el portavoz del PSOE, no como argumento razonable para unificar criterios de bondad, sino como ariete para romper las barreras que levantan los necios o como escudo para defender lo justo ante los imbéciles de siempre.
Lo tengo claro: la propiedad nos da derechos, pero también nos obliga a ejercer esos derechos con sabiduría; porque el derecho a la propiedad (inviolable pero sujeto a las leyes, como dice mi buen Amigo y contertulio Miguel Aguilar), implica también una cierta obligación solidaria con la Sociedad. Por eso, no todo el que tiene, ha de ser necesariamente un facha o un mamón: ese prejuicio es de un simplismo tan absurdo como abominable. Los méritos o deméritos de un Hombre no están en su faltriquera, sino en sus actos. No se trata de lo que se tiene, sino de lo que se da. No importa lo que se es, sino cómo se ejerce.
Tras el artículo que escribí hace unos días sobre Joaquín de Soto Ceballos-Zúñiga, hubo algunos lectores que se dirigieron a mí casi afeándome el panegírico sobre un “Alcalde franquista”; sin embargo, otros se irritaron ante la injusticia de la desmemoria de los primeros y me trasladaron su extrañeza por una polémica tan vieja como absurda. Por mi parte –como le dije a los unos y a los otros-, dejé clara mi postura en lo que escribí; que yo sé bien que, lo que se escribe, escrito queda… y, ahora, me vuelvo a ver otra vez en la tesitura de rebelarme contra prejuicios que abomino; aunque, en esta ocasión, he de hacerlo -con inmensa satisfacción- desde una perspectiva bien distinta.
Cuando hace un par de meses me pidieron firmar para que Miguel Ángel Cárdenas Osuna fuera nombrado Hijo Predilecto de nuestra Ciudad, firmé como ciudadano y, además, como presidente de un Colectivo de ciudadanos que, unánimemente, así lo decidieron también. Sin embargo, tras la firma, quedé a la expectativa para ver cómo se iba a resolver el asunto, pues aunque nunca cargo el arma antes de tiempo, siempre procuro tenerla bien engrasada por si las moscas… y me equivoqué.
Esta vez, gracias a Dios, me equivoqué; y, digo gracias a Dios, porque les confieso que me he alegrado muchísimo de equivocarme. Tanto es así, que ya que la Portavoz del PP, mi querida amiga Silvia Heredia, incomprensiblemente (porque ella es una mujer inteligente de elegancia superlativa) no tuvo el detalle de disculparse por la inadecuada observación que –nada más iniciado el debate del punto- hizo contra el Grupo Socialista, yo me disculpo públicamente por mis temores y rindo el honor de mi Palabra (que es el mejor honor que puedo rendir, pues siempre escribo lo que pienso) ante todos los munícipes ecijanos que, esta vez, sí han sabido estar –unánimemente- a la altura, no sólo de nuestro Pueblo, sino de un gran hombre como Miguel Ángel Cárdenas Osuna que, teniendo lo que tiene, lleva muchos años asumiendo la generosidad de dar; y que, siendo como es, siempre supo ejercer como un Ecijano ejemplar.
Ignoro cuales han sido o son los méritos del D. Miguel Ángel Cárdenas para ostentar tan honroso titulo. Confieso que le conozco solo como criador de unos magníficos caballos. Pero si toda la corporación en pleno, se ha puesto de acuerdo para otorgarlo, es que tienen que existir méritos suficientes. Solo que a mi, personalmente, me parece como mas entrañable cuando este honor se concede a algún ciudadano mas humilde o del pueblo llano, siempre que se lo merezca, claro está. Es que despierta como mas simpatías. Pero no incordiemos, que seguro que quienes lo otorgan tienen muchos mas elementos de juicio, y siempre será algo positivo para la ciudad. Mi enhorabuena al Sr. Cardenas.
Como continuación a mi anterior comentario, y reflexionando sobre el premio, concluyo en que no quiero ser corto de miras, y reconozco, que efectivamente, se puede hacer tambien un gran servicio a la sociedad, desde posiciones mas, poderosas. Es una suerte para la ciudad tener en su seno a un empresario tan entregado a su tarea y amante de su pueblo y de su gente.
Señor Jubilado:
Creo que le honra su reflexión y no sólo porque la comparto completamente, sino porque la hace desde una posible visión distinta a la que parecía mantener en su primer mensaje; lo que lo muestra, a mi entender, como una persona flexible en sus criterios (que es el fruto, no de la incoherencia, sino de la reflexión).
Como le he dicho, comparto esa posibilidad de que, desde posiciones poderosas, se puede hacer un gran servicio a la sociedad. De hecho, cuando hablo de mi Amigo Miguel Aguilar, lo hago porque él defiende un criterio que me parece absolutamente necesario: el del trasfondo social que puede y debe tener la Propiedad.
Premiar a un hombre que tiene mucho, pero que da mucho para cubrir necesidades reales de la Sociedad (no sólo de caridad, sino de ámbito y dimensiones socio-culturales); lo que premia, en definitiva, es una actitud ciudadana, un compromiso social, una forma de entender la propiedad como un bien social que, de alguna forma, debe de ser redistribuido para el bien de todos.
Ojalá sirva, no sólo para premiar a quien así lo hace, sino para ejemplarizar a los que aún no lo hicieron.
Un saludo muy cordial.
Ejemplarizar, que magnifica reflexión, digna de tener en cuenta en nuestro termino municipal, que como usted sabe cuenta con un nutrido grupo de grandes propietarios(terratenientes) que pueden verse conmovidos por el ejemplo.
Un saludo.