Écija – El Portal Temático Cultural

Francisco J. Fernández-Pro

   Señora Puta:

     Me ha jodido. Nos ha jodido a todos. Se ha presentado de pronto con su aspecto zarrapastroso a exigir los derechos que le asisten… y nos ha jodido vivos, rabiosamente.

     Colipoterra y suripanta, ha irrumpido en la escena de forma terrible. Malas intenciones trae cuando se aparece tan de repente y, hasta que no hace mutis por el foro, intenta joder hasta al apuntador más resguardado; que, en su impertinente  omniesencia, se filtra por todos lados, lo invade todo, todo lo desea y todo le da igual. No respeta a nadie: ni a los amantes entregados, ni a los viejos indefensos, ni a los niños perdidos, ni a las madres recién amanecidas.    

     Pelandusca alcahueta, dicen todos de usted que es la otra cara de la belleza, de la vida y de la alegría; y que, por eso anda puteando a todo el mundo.  ¿Sabe?, yo también la aborrezco, porque mi carpe diem sólo persigue la vida y usted no es vida, porque mi carpe diem sólo sabe de felicidad y usted es la triste mensajera de la desdicha.

      Jodida hurgamandera, que ha mamado tan rabiosa mi Cape Diem, que me ha dejado tan seco como un esparto: absolutamente vacío de segundos y de instantes inmediatos. Ni siquiera la disculpa que, su presencia de barragana indecente, nos obligue al retorno de la vida que fue, para recuperar, de alguna forma, la memoria de lo vivido con los que se lleva: todo lo entrañable que de ellos quedó en el pasado y que apenas difuminaba ya los recuerdos antiguos.

     Trotona viciosa, hoy se ha abierto de pronto y ha hundido estas horas en su entrepierna de sorpresa, indignación y melancólicas tristezas. No hay un solo placer en usted, ni alegría ninguna: sólo el inmenso desvarío de una entrega sin alma.

     Llegó cuando quiso y, aunque todos sabemos que es necesario que llegue, esta vez ha hecho una faena que nos ha llegado hasta el tuétano: nos ha dejado en carne viva, con las manos vacías y el corazón maltrecho. Tome su tributo de vida (¡de tan dulce vida!.. ¡de tan hermosa vida!… ¡de tan joven vida!…) y vuelva a su esquina de sólo usted abominada, a su farola helada de rotonda y de frío íntimo y de sombras que no se reflejan.

     Hasta que nos veamos, señora Puta.

     Hasta pronto, puta Muerte.

P.D. Querida Yoli, después de dos días sin palabras –o con todas las palabras apretándose en la garganta, paralizando los dedos sobre el teclado, sucumbiendo antes de llegar a los labios-, sólo se me ocurre y tengo fuerzas para desprenderme de la ira.

Yo sé que todos recordaremos tu bondad, querida Amiga, esa sonrisa larga que tú tenías, la luz de esas miradas francas y nítidas de tierra nuestra y girasoles. Tu rastro de luces ha sido grande y nunca te irás para siempre, porque siempre nos permanecen aquellos a los que podemos rescatar con sólo cerrar los ojos. Pero era tal la tristeza que sentía, que no me salían letras hermosas para ti, querida Yoli,… por eso te pido que me perdones si, a tu muerte, sólo con la rabia he podido derramarme.

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