Écija – El Portal Temático Cultural

Fco. Fernández-Pro

Desde hace muchos meses vengo advirtiendo y denunciando en mis artículos, la tremenda polarización que observo en el personal desde que los populistas aterrizaron en el Congreso y, a la chita callando, fueron haciéndose con parcelas de poder inadmisibles. Ese poder les ha venido otorgando una influencia que en nada se corresponde con su minúscula representatividad. Pero, ya se sabe: las necesidades y debilidades de unos, pueden convertirse en una veta inextinguible para la ambición de otros. Es el poder de la pequeña llave que abre puertas grandes o el de la mínima bisagra que permite moverlas.

Eso ha pasado con PODEMOS que, con algo más de tres millones de votos –de los casi cuarenta millones de españoles con derecho a votar- y 35 diputados de los 350 que componen el Congreso nacional, no deja de doblarle el pulso a Pedro Sánchez, tan apegado a un poder personal que, por irrenunciable, nos mantiene a todos condenados a este socialpopulismo de Podemos, enraizado profundamente en una ideología tan fascistoide como el Comunismo. De ahí, el permanente ataque a la Constitución, a la Monarquía, el asalto al Poder Judicial y a la Educación, así como la ineficacia a la hora de gestionar democráticamente el Bien Común (y confieso que, para mí, es triste pensar en los militantes de Podemos con verdadera valía y espíritu de servicio -en Écija tenemos muestra de lo que digo-, cuando sus líderes nacionales tan fácilmente se acomodan a la vida regalada)

Pero a este extremo no se le puede responder con el contrario. Si lo hacemos, todos nos volveremos locos. Me ha resultado inconcebible que un grupo de militares -jubilados o no, lo mismo me da-, hayan llegado a intercambiar mensajes sobre la necesidad de un golpe de Estado y la conveniencia de fusilar a no sé cuantos millones de españoles ¡Eso es una barbaridad que resta toda razón a quien la expresa o la difunde!… y aunque en esta España nuestra no se puede actuar contra nadie por lo que piensa o dice sino por lo que “hace” (que por eso, precisamente, andan sueltos tantos criminales), pienso que -sin duda- estos mensajes de odio lanzados por militares retirados, merecerían pasar por el juzgado de guardia.

Muchos son ya los meses de deterioro gradual. Deterioro de las Instituciones y las ideologías, deterioro de la ética y la estética, de la teoría y la praxis política… y, todo, por mantener un poder a toda costa, por preservar intereses personales y obviar la del conjunto de los españoles (que, incluso la tarta de los Presupuestos, la han desbaratado a trozos antes de llegar a la mesa). Si no nos damos cuenta que es imposible gobernar con extremistas y le ponemos el remedio de la Razón o de las Urnas (ninguno otro debe valernos), podemos acabar descalabrando -en la locura de los extremos-, no sólo a esta España nuestra hipotecada sino, también, al Futuro inmediato de nuestros hijos.

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