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Señor Abstencionista:

Lógica es la abstención justificada y, por tanto, también deberían serlos sus porcentajes. Sin embargo, cuando el porcentaje de esa abstención no es lógico, tenemos que dudar de la lógica que ha provocado las ausencias a esta cita de la Democracia. Por eso, si es usted uno de esos tantos que no tuvieron una razón justificada para ausentarse de la cita con las urnas, permítame decirle -como demócrata convencido- que, con su sorprendente actitud en las últimas Elecciones celebradas en nuestra Ciudad, creo que ha cometido una enorme irresponsabilidad (aunque me asuste pensar que esa misma actitud la adoptó más de un 40 % de nuestro censo electoral).

Señor Abstencionista, sepa usted que la Democracia se construye con los votos, porque es con ellos con los que decidimos el futuro: el que queremos para nuestros hijos y en el que deseamos desarrollarnos como personas y como Comunidad. Por tanto, algo tan importante para nuestras vidas, se convierte no sólo en un derecho fundamental del ciudadano, sino en una obligación ineludible para todo el que crea y defienda la Democracia.

Fíjese usted si es fundamental ese voto, que hay opciones hasta para los hastiados, para los desencantados, para los que repudian a tanto farsante, para los que ya no se creen nada, para los que no se fían de nadie, para los que quieren castigar a todos los políticos, para los que no quieren quedarse con ninguno,… Para estos casos, no sólo existe el Voto en Blanco, sino que –rizando el rizo- le cabe la posibilidad de ironizar su crítica, pintándole un billete al pico de la gaviota del PP y a la rosa del PSOE o una esvástica traspasada por una hoz y un martillo dentro del círculo de PODEMOS; de esta forma, usted expresa su desilusión y su voto se declararía nulo… pero habría votado.

Además, sepa usted que, con su abstención, no sólo está renunciando al derecho a protestar, sino que nos está condenando a todos los demás al gobierno de los elegidos por una mayoría minoritaria (sea del color que sea); o, lo que es lo mismo, por una minoritaria mayoría: en nuestro caso, por el 33’99 % del 59’58 % de los ciudadanos que sí supieron cumplir con su obligación en las urnas (es decir, aproximadamente 22 de cada 100 ecijanos)

Señor Abstencionista, la Democracia no se hizo para las avestruces. Podemos votar lo que nos de la gana, pero si lo que hay no nos gusta, no podemos ignorarlo: tenemos la obligación de intentar cambiarlo con nuestro voto (incluso votando en blanco o provocando el voto nulo)

Sepa, en fin que, con su abstención, ha perdido usted todos sus derechos a criticar la gestión pública de los próximos cuatro años en nuestra Ciudad y se ha condenado a permanecer como los avestruces, con su cabeza enterrada en el silencio. La próxima vez que haya que salir a las calles a protestar por algo; porque seguro que, entonces, en el colmo de la sinrazón, hasta será usted uno de los que más se desgañite.

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