A VUELTAS CON EL HEMBRISMO (II) por Francisco J. Fernández-Pro
Al inicio de esta segunda parte de mi artículo, confieso que éste surgió después de ver un vídeo que, definitivamente, colmó mi paciencia como ser humano. De hecho, tras visionarlo, sólo se me ocurrió un pensamiento: “¡Basta ya, leche!”
El vídeo en cuestión fue editado -con motivo de la última marcha estatal contra la violencia machista- por el grupo autodenominado “Indignados Cuestionándo(nos) el Heteropatriarcado”. Personalmente, sólo el nombrecito del grupo ya me da repelú. Comienza con un término negativo (“indignados”), continúa con otro que puede inducir a la confrontación (“cuestionando”) y culmina con ese “Heteropatriarcado” que, etimológicamente, viene a ser un combinado extraño, incierto, contrario y bastante agresivo, ya que si bien “patriarcado” es un término con variadas acepciones -dependiendo de quien lo utiliza y para qué-, en última instancia hace referencia a quien ostenta el gobierno de algo (por ejemplo, la “patria potestad”, es la que ejercen ambos padres sobre sus hijos); sin embargo, el término “Hétero” no da lugar a dudas sobre su significado. Por tanto, habría que concluir que -dado que este grupo plantea la lucha sexista- si “cuestiona el Heteropatriarcado porque anda indignado con él”, lo que hace, explícitamente, es rechazar la supremacía de la heterosexualidad sobre su contraria, que no es sino la homosexualidad. En consecuencia, reivindica la supremacía de un solo sexo -que, claramente, es el femenino-, de forma que nuestra Sociedad tendría que pasar del machismo –que tanto vituperan- al hembrismo radical, saltándonos definitivamente el grado medio –más justo y bastante más racional- y, para ello, hacen su apología con videos tan lamentables como el de marras, cuyo enlace les acompaño para que, si les apetece –y se lo recomiendo- puedan visionarlo antes de seguir leyendo este artículo y así quedarán mejor informados sobre el asunto (a fin de cuentas, es un video muy ilustrativo que no llega ni a los dos minutos)
Si han seguido el enlace y han visionado el video, puede ser que ahora comprendan mi indignación. Si no lo han visto, les explico mis motivos a continuación. Miren ustedes, yo aprendí –como la mayoría de mi generación-, bajo el control de ese patriarcado que en él se vitupera y del que se hace escarnio; sin embargo, no me reconozco en absoluto entre sus definiciones, ni acepto nada de lo que en él se dice. Llegado a este punto, creo conveniente poner las cartas sobre la mesa y dejar las cosas claras, aunque resulte políticamente incorrecto y me eche a medio pueblo encima:
Como he dicho, crecí y aprendí en un patriarcado –con una enseñanza machista, si ustedes quieren-, en la que predominaban los principios del Humanismo. Su fundamento era –y es- la dignidad de la persona y la defensa de los más débiles y excluidos. Por tanto, tengo como principio luchar contra cualquier agresión a esa dignidad (ya sea en forma de Invisibilidad, desvalorización, cosificación o ignorancia de la otra persona); rechazo también cualquier tipo de violencia física o psicológica (sean gritos, amenazas, control, humillación, chantaje emocional o culpabilización). Cosa aparte es el carácter de cada cual o, peor, su falta de carácter. Qué duda cabe que existe gente violenta, chulos de mediopelo, chistosos de tabernas, chusmetas de tresalcuarto, tiranillos de salón,… pero, si somos objetivos, hemos que aceptar que, como estos son defectos comunes de la naturaleza humana, no son exclusivos de los varones; ¿o es que no hay mujeres que cuentan chistes de hombres, que los hipersexualizan, que se escaquean, que frecuentan el chantaje emocional, la humillación o el control de sus parejas? ¿No hay mujeres que, con su hembrismo, padecen androfobia y practican la misandria?… porque, para remate, el video finaliza con una afirmación que me pone la carne de gallina: “¡Las matamos!”. Así, tal como suena; unas voces masculinas lo repiten -una y otra vez-, metiéndonos a todos en el mismo saco y generalizando la culpa como si nada: “¡Las matamos!”… ¡y una mierda!
Personalmente, rechazo de plano esta afirmación. En mi educación patriarcal –machista, si ustedes quieren- me enseñaron todo lo contrario de lo que dice este video: me dijeron que debía defender a los más débiles y respetar a todo el mundo (sobre todo a las mujeres y a nuestros mayores) Sin embargo, según esta gente, todo ser humano al que le cuelga una pilila, es un misogino sospechoso y, por ende, un asesino en potencia. Pero lo peor del caso es que esto sólo es la punta del iceberg, porque la cosa ha ido mucho más allá de lo razonable: estos hembristas, con sus presiones, incluso han conseguido de los políticos pusilánimes, que se legisle respaldando esta locura.
¡Cuidado si eres varón!: cada día que pasa, tu presunción de inocencia está más cuestionada y tu condición masculina puede darte un disgusto. El terreno se nos está poniendo tan movedizo, que ya hasta en las estadísticas oficiales del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, sólo cuantifican a las mujeres asesinadas por sus parejas, obviando sistemáticamente a los hombres asesinados por las suyas. Algo que sólo se explica si, a priori, cada muerte tuviera un valor distinto y la del hombre fuera considerada el castigo justo de un presunto maltratador y asesino (por cierto, el número 29 de 2015, fue ejecutado a martillazos en Sevilla).
Desde 2009, tampoco se recogen las estadísticas de las otras víctimas de violencia doméstica: ni la de los ancianos muertos por abandono y falta de cuidados adecuados (que son legión), ni la de los niños asesinados (si es que no lo fueron, claro está, a manos de sus padres)… y, lo más triste, es que cuando ocurren estos casos, no se hacen declaraciones oficiales, y casi nadie sale en manifestaciones silenciosas.
Seamos justos de una vez por todas. El hembrismo –igual que el machismo exacerbado- sólo consigue que el feminismo se perciba como un fenómeno sustentado por el agravio comparativo y el resentimiento, cerrado herméticamente a cualquier otra alternativa más justa y más lógica, en la que los individuos sean considerados seres humanos y ninguna otra cosa.
Yo aprendí en un Patriarcado y, desde el Humanismo que me enseñaron, apuesto por una Sociedad en la que, tanto el hombre como la mujer, sean esencialmente personas que, individualmente, se conciban y se reconozcan como aliados y no como enemigos; en la que se reconcilien para mantener una lucha común por la justicia y contra cualquier violencia (venga de donde venga); en la que los derechos de todos los ciudadanos no se midan por cuotas, sino por capacidades y méritos; en la que todas las muertes tengan el mismo valor ante la Ley; y en el que la dignidad de un ser humano –sea cual sea su condición sexual- represente, para todos los demás, la dignidad de la Humanidad entera.
¿Comprenden ya por qué me indignó este video? Pues eso… ¡Basta ya, leche!
Estaba casi segura de que esta segunda parte iba a versar sobre este tema, porque como tú bien dices “ya está bien”, y me consta que no soy la única mujer que piensa de esta manera, como también me consta que las estadísticas oficiales, las que salen en los periódicos, las que le interesan a los políticos no son las auténticas. Y también me consta que no hace falta morir a martillazos para estar sufriendo y para perder la vida sin dejar de existir porque sin ser maltratador no te dejen ver a tus hijos o se lleven todo el sueldo del mes para pagar la hipoteca de tu casa en la que vive el nuevo novio de la mama de los niños. Es intolerable y no es de extrañar que los pobres hombres que están en esa situación y no tienen el apoyo de una familia o amigos no encuentren otra salida que la bebida, y terminen o viviendo en la calle o definitivamente suicidandose.
Como no es más verdad que hay mucha denuncia de malos tratos a hombres en los que la mujer ha sido convenientemente asesorada para fingir esos daños, afortunamente para ellos ya los jueces están captando el tema y no se dejan convencer por cualquier moraton. Y conste que todo esto lo sé de buena tinta porque al ser mujer entre nosotras nos cuentan cosas que ponen los pelos de punta, pensando que todas estamos “compinchadas”.
Pues no, en mi caso en una ocasión me negué a ser testigo de una cosa de estas siendo como dices coherente, le dije a mi “amiga” que como yo no había visto el golpe no podía servir de testigo, porque sabía perfectamente que no había habido tal golpe.
Esperemos que en esto como en todo termine por ganar la Justicia, esa que antes era ciega pero que ahora tiene unas gafas que le hacen ver las cosas del color que interesa, pero sobre todo que triunfe el amor, que es el único capaz de transformar el mundo y cuya falta es la que está haciendo que haya tanta violencia, tanta tiranía y tanto despotismo.
Querida Amiga, te agradezco muchísimo tu intervención, porque has escrito cosas que yo conozco también de primera mano, que me obligan a pensar lo que pienso y a escribir como escribo, pero que -por el hecho de ser hombre- me obliga también a mantener cierta distancia con estos problemas que están sufriendo mis congéneres, en favor de la mayor objetividad posible.
Un beso
Sra. Eva; no puedo por menos que opinar sobre su comentario, dado que vierte dudas sobre una pavorosa realidad , como es el mal trato machista. Por otra parte, corroborado con una contundente estadistica, de la que por lo visto usted duda.
¿Acaso va usted a poner en duda la dolorosa realidad que sufren miles y miles de mujeres diariamente, siendo vilipendiadas y maltratadas hasta delante de sus hijos, y que cientos de ellas sean brutalmente asesinadas, porque un par de ellas, hartas ya de abusos y seguramente enloquecidas por el sufrimiento han invertido el proceso y han asesinado ellas antes. Y eso que es usted mujer….
Le diré por ultimo, que según estadísticas de la Policía, las denuncias falsas por violencia de genero no llegan al 0,5%
Sr. jubilado: No entiendo que por lo que digo en mi comentario haya usted podido entender lo que dice en el suyo, no pongo en duda en ningún momento lo que usted indica porque sé que existen muchos casos de maltrato a la mujer por parte del hombre, por supuesto, pero lo que indicó es que hay muchos casos de maltrato del hombre por parte de la mujer que no aparece en en ninguna estadística porque no interesa, pero que existen y de los cuales tengo noticia fidedigna. En cuanto a la estadística que usted indica, también es la que a la clase política le interesa, porque existen muchos casos de suicidio en estos tiempos que se desconocen porque se incluyen entre los casos de infarto y similares. Y esto señor mío no lo digo yo, sino un señor que ha sido durante muchos años director del Hospital Virgen del Rocío, D. Diego de los Santos en un libro titulado “Las mujeres que no amaban a los hombres, entiendo que estando en situación tan cercana a los enfermos, esas cosas no se dicen como comentario de bar. Quizás le convendría echar un vistazo a este libro para empezar a ver las cosas por ese otro lado al que no es “políticamente correcto” dar crédito. Dicen que no hay más sordo o más ciego que el que no quiere oír o ver, y eso es loque nos pasa e este país, que solo vemos las cosas por una cara, la que está de moda, la que interesa…. Es posible que yo peque de poner en duda cosas que salen en la tele, pero quizás sea también que usted no se ha planteado que esas cosas puedan no ser ciertas. En cuanto a que las denuncias falsas sean solo ese porcentaje, pues le digo lo mismo, eso será lo que se dice, pero de hecho, al menos en Sevilla ya hay varias mujeres multadas por esas denuncias, y mire precisamente esta mañana he conocido a una mujer maltratada que me confirma que muchas de sus vecinas se auto lesionan para denunciar a sus parejas.
Siento que usted no comparta estos comentarios, pero por mi parte ME NIEGO A SER MANIPULADA.
El partido de Albert Rivera, Ciudadanos, se quedó sólo este miércoles noche durante el debate a nueve que se celebró en La 1 TV, cuando se trató el tema de la violencia de género y en concreto de las medidas judiciales y penales que deben aplicarse a ese problema. Defendió que debe retirarse el agravante de género en las penas por violencia doméstica. Desde el punto de vista de la corrección política es el único que lleva el paso cambiado. La derecha le dio en 1931, durante la República, el voto a la mujer, al que se opuso toda la izquierda pensando que eso le podría hacer perder las siguientes elecciones al ser las mujeres más conservadoras. O sea, que el problema de la igualdad de voto les traía al fresco, lo único que les interesaba era ganar las elecciones. Pues eso.
Querido Maestro, como otras muchas veces, pues eso… y amén.
Se quedó solo porque sorprendentemente, su representante, demostró un desconocimiento total de la Ley y del Codigo Penal, pues ignoraba que este no hace distingo entre un asesinato y otro.
Donde sí hay una discriminación positiva es en el tratamiento del maltrato hacia la mujer en especial consideración a su posición mas débil frente al hombre, demostrada fehacientemente con las estadísticas.
Una autentica metedura de pata, que su líder fue incapaz de enmendar.
En una entrevista (ABC 14/09/15*) le preguntaron al filósofo -poco sospechoso de ligereza- Gustavo Bueno “¿Qué opina de la ideología de género?” y él respondió:
“Como digas algo te llaman fascista. Eso del género yo creo que tiene mucho recorrido, porque para las mujeres es su modo de sentirse víctimas y agruparse. Se parte seguramente de un complejo de inferioridad de la mujer, que quiere resarcirse inventando cosas raras como esa. Es curioso, en el libro de Lenin Materialismo y empiriocriticismo aparece mucho el machismo, pero como un adjetivo derivado del físico alemán Mach.
En los años 60 se usaba lo de Engels, que las mujeres habían tomado el oficio de los esclavos. Esto se generalizó, porque Engels lo decía de refilón, y entonces dijeron que había una lucha de sexos, que las mujeres eran proletariado y los hombres, explotadores. Y en los 70 andaba por Madrid un grupo que se llamaban Las Tigresas, que iban a violar hombres y a emascularlos. Me acuerdo de que por aquella época me entrevistó Sardà. Hablaban sobre el amor y me preguntó por Abelardo y Eloísa. Opiné que la cosa acabó mal porque a Abelardo le emascularon. Me dijeron que por favor no utilizara palabras filosóficas como emascular”.
* http://www.abc.es/cultura/cultural/20150914/abci-entrevista-gustavo-bueno-201509141132.html
Mejor le iría a la humanidad con muchos filósofos de la categoría de Gustavo Bueno. Racionalista, hombre de izquierdas, y por supuesto ateo. Nunca fue bien entendido los bandazos ideológicos en la ultima etapa de su vida. No conocía que se hubiera definido nunca en el tema del feminismo. Desde luego no creo que lo hiciera en el del machismo, y no creo que a nadie se le ocurriera llamarle fascista.
Quiero pedir disculpas, pues por motivos de salud familiar no he podido hasta hoy responder a los temas planteados en esta discusión, aunque también las pido por si lo hago y me estoy pasando, ya que no sé realmente hasta qué punto debiera hacerlo, pues las intervenciones de mi amigo JUBILADO han sido respuestas puntuales y directas a otros comentarios.
Sin embargo, por deferencia hacia los tres, con mi mayor y más sincero afecto y sin ningún ánimo de polemizar, permítanme comentarles algo que había quedado en el tintero, pensando en una tercera parte y que, al final (por los problemas de salud que ya les he comentado), decidí convertirlo en las LETRAS BREVES de mi artículo dominical en Ecijaweb (al final, les indicaré el enlace)
Si he puesto el tema del HEMBRISMO sobre la mesa, lógicamente es porque me duele. Todo lo que me parece injusto me duele; y, por supuesto, igual que el hembrismo, también me duele el maltrato a las mujeres (hasta he escrito, publicado y recitado en público, poemas contra esta violencia). Pero una cosa no excluye a la otra…
¿Cómo no me va a doler el maltrato a la mujer? En casa somos tres hombres y cinco mujeres aunque, por temporadas -cuando viene mi madre y una queridísima prima malagueña-, hasta seis y siete (nos tienen como acorralaitos). Uno de los argumentos en el que más he insistido a mis hijas, para que se plantearan seriamente sus estudios, fue siempre la necesidad que tiene cualquier mujer de prepararse para tener un trabajo digno y no tener que depender nunca de ningún hombre. Pero, aún obviando todo esto, siendo un humanista declarado y un quijote que tanto valora la coherencia… ¿cómo no voy a condenar el maltrato a la mujer o cualquier situación que pueda provocarlo?
Pero mi intención no ha sido escribir sobre el maltrato a la mujer, sino sobre la necesidad que tiene un Estado de legislar teniendo en cuenta la Justicia sobre cualquier influencia de grupos mediáticos. Mi intención ha sido escribir sobre la igualdad (o, al menos sobre lo que, para mí, ha sido siempre la verdadera igualdad), sin discriminaciones positivas ni negativas por tazones de sexo, sin instrumentos que puedan causar la indefensión de unos individuos sobre los otros, sin favoritismos o prejuicios que puedan generar contradicciones en la propia naturaleza de esa Igualdad tan justa como necesaria.
Quizá en mi artículo de hoy comunique mis intenciones y mi postura con mayor claridad: ojalá sea así. Este es el enlace, por si les interesa:
http://ecijaweb.com/index.php?option=com_content&view=article&id=6491:francisco-fernandez-pro-letras-breves-las-terribles-consecuencias-del-hembrismo&catid=161:la-de-firma-de-&Itemid=800
Un saludo muy cordial para los tres.