El ex convento de la Victoria perteneció a los Mínimos
de San Francisco de Paula, construyéndose la iglesia
sobre un solar donde existía una ermita dedicada a San
Martin, que pasó a los Mínimos en 1505. Fue el
Cuarto Convento de España. Pese a que esta iglesia representa
mucho para la ciudad por los acontecimientos históricos
que en ella se han dado.
Según la tradición en ella se apareció
el apóstol San Pablo a Antón de Arjona en 1436;
y en ella se encuentra el mural que Fray Martín de Marmolejo
trajo de Francia de la visita que hizo a San Francico de Paula,
es desgraciadamente la que más anbandono y expolio ha
sufrido.
Pero esta situación no es nueva, ya que el 3 de noviembre
de 1585 se hundió la capilla mayor y parte de la iglesia,
reconstruyéndola Francisco de Aguilar. Y a finales del
siglo XVIII, el claustro y la iglesia se encuentran en ruina
y tiene que suspenderse el culto. Pese a todo es en el siglo
XVIII cuando se hacen sus más importantes restauraciones
y obras.
En 1757 se construyen las portadas y su torre, único
resto junto con el camarín de San Francisco, que se conserva
de su antigua iglesia, que son precisamente las obras que hoy
preocupan al colectivo Amigos de Ecija. Y es en este siglo cuando
más daño se la hace a esta iglesia.
Después de quedar prácticamente abandonada y
falta de las atenciones necesarias a todo inmueble, se opta,
en vez de por una restauración seria por su derribo total.
De esta forma su gran nave y crucero desaparecen, construyéndose
en su lugar una pequeña capilla. No sólo desaparece
su primitiva construcción sino también muchos
de sus altares y obras de arte, dos de ellos son trasladados
a Aracena y el rico artesonado también sale de la ciudad.
La torre es un ejemplar importante de arquitectura religiosa
dieciochesca, está fechada de 1754 a 1757 y aunque no
sigue en su ornamentación el clásico modelo ecijano,
es un ejemplo muy importante de la construcción de ladrillo
limpio que caracteriza a las edificaciones de la ciudad.
La portada de la iglesia de la Victoria data, de los mismos
años. Hoy por hoy se encuentra en un estado de ruina.
Esta construida en mármol rojo presentando el festín,
usado con frecuencia por arquitectos de esta época como
elemento destacado en la ornamentación.