VERDADES SOBRE LA HISPANIDAD por Francisco J. Fernández-Pro
La semana pasada celebramos la Fiesta de la Hispanidad, que tanto tiene que ver con nuestra Historia particular y con la vida y obra de algunos personajes ecijanos a los que la memoria, sobre todo la nuestra, nunca les hizo la justicia debida (y, en este punto, me reitero una vez más en la de Jerónimo de Aguilar) De un tiempo a esta parte, la moda de todo aquel que presume de progre es golpearse el pecho y -echando mano de una Leyenda Negra que los propios españoles escribimos sobre nosotros mismos-, hacer un acto inaudito de contrición perfecta por un genocidio que no fue tal en la América Hispana. De esta forma y, de un tiempo a esta parte, el extraordinario papel que la Corona de Castilla realizó en América, se está convirtiendo en motivo de polémicas absurdas, sin pies ni cabeza y, sobre todo, sin más datos que los que han sido ignorados o manipulados burdamente.
Por esto –y como en el caso de los Siete Niños de Écija- permítanme aparcar, una vez más, los artículos literarios o de carácter algo más personal, para intentar exponer parte de esos datos a los que me refiero para que, posteriormente, cada cual pueda realizar sus reflexiones (incluso los “progres” y los esnob) y llegar a conclusiones, a ser posible, algo más informadas.
1º. Sobre los DERECHOS HUMANOS DE LOS INDÍGENAS:
Tras el Descubrimiento de América, Isabel I puso especial empeño en la cristianización de sus gentes, por lo que comisionó a Fray Bartolomé de las Casas con este fin. La firme oposición de este sacerdote a la esclavización de los indios americanos, determinó absolutamente la voluntad de la Reina, como lo demuestran dos hechos significativos:
Tras prohibir la esclavización de los indígenas (al considerarlos vasallos de la Corona), la Reina Isabel fue informada por el Obispo de Badajoz, Juan Rodríguez Fonseca, de la venta, por parte de Cristóbal Colón, de trescientos de ellos, con la excusa de que eran prisioneros de guerra no cristianizados. Inmediatamente, la Reina tomó dos decisiones significativas: por un lado, comisionó a Pedro de Torres para recomprar a todos los indios, liberarlos y reunirlos en Sevilla, a fin de repatriarlos a sus lugares de origen (sólo dos no regresaron, aunque ambos quedaron liberados: uno, enfermo en Sanlúcar de Barrameda y una niña que no quiso volver y quedó en casa de Diego de Escobar); y, por otro lado, la Reina ordenó la inmediata prisión de Colón, a quien retiró sus privilegios y destituyó como Almirante de la Mar Océana.
El segundo de estos hechos significativos, que muestran la voluntad firme de la Isabel hasta el momento de su muerte, es el Artículo XII, del Codicilo que dejó en Testamento y, por el que mandaba al Rey Fernando, a su hija Juana y a sus sucesores que: “…no consienten ni den lugar de que los indios vecinos y moradores de las dichas Indias y tierra firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas y bienes; más, mando que sean bien e justamente tratados. Y si algún agravio han recibido, lo remedien.”(sic) Sobre el momento de la redacción de este Codicilo, el historiador iberoamericano Rafael Altamira, afirma: “Fecha memorable para el mundo entero, porque señala el primer reconocimiento del respeto debido a la dignidad y libertad de todos los hombres por incultos y primitivos que sean; principio que, hasta entonces, no se había practicado en ningún país”
2º. Sobre la CONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA.
Para conocer el verdadero alcance y la realidad de la actuación de Castilla en el Nuevo Mundo, hay que saber que la Monarquía hispánica procuró crear otras Españas al otro lado del Atlántico, en todos los sentidos, tanto jurídica, administrativa como culturalmente. Sin embargo cuando, años después, Felipe II promulgó los decretos de abolición de la conquista, comenzó la llamada “colonización de América”, realizada por holandeses, franceses e ingleses que, a diferencia de los españoles, nunca procuraron evangelizar ni civilizar en el sentido positivo y, por tanto, no construyeron infraestructuras, escuelas o iglesias, sino que se limitaron simplemente a crear puestos comerciales y factorías
3º. Sobre la CULTURA Y LA EDUCACIÓN.
Fruto de lo anteriormente expuesto resulta que, durante los trescientos años, aproximadamente, de dominio español, en los territorios ocupados por los castellanos, se construyeran 30 Universidades para españoles, nativos y mestizos (indistintamente), mientras que en el mismo periodo, en los territorios ocupados por Portugal, Inglaterra, Francia y los Países Bajos (Brasil, Estados Unidos y Canadá), no se construyera ninguna.
4º. Sobre el mal llamado GENOCIDIO ESPAÑOL.
La relación entre España y el Nuevo Mundo, fue bélica (como todas las conquistas) y en todas las guerras se producen muertes. Sin embargo, el hecho de que, por ejemplo, Hernán Cortés sólo contara con 550 hombres de guerra, 300 auxiliares y 16 caballos, para la conquista de un Imperio como el Azteca, con cientos de miles de guerreros; y Pizarro, con 183 hombres y 7 caballos para la conquista del Imperio Inca, debería hacernos reflexionar sobre la verdadera calidad de estas conquistas, la naturaleza de los contendientes y la frecuencia y mortalidad de las batallas. No obstante, sí hubo un factor que desencadenó un verdadero estrago entre la población indígena: las enfermedades importadas (sobre todo la viruela y la papera). El contagio de estas enfermedades, sí que produjo un altísimo descenso en la población americana. Más, también es cierto, que el daño resultó recíproco, ya que los españoles importaron desde América enfermedades como la sífilis (conocida, precisamente por eso, como el “mal español”) que, desde 1494, diezmó de forma considerable la población europea.
5º. Sobre la ESTADÍSTICA ACTUAL.
Consecuencia de todo lo dicho, podríamos considerar los siguientes datos. Estas Estadísticas son del año 2008:
Población Indígena en América: ≈ 50.000.000
+EEUU, Brasil y Canadá……… 4.796.917
+Hispanoamérica……………. ≈ 45.000.000
Proporción en la Población de Indígena / Mestizo
+EEUU……………………… 0’17% / 2’3 %
+Canadá……………………. 0’5 % / No datos.
+Brasil………………………. 0’43% / 16 %
+Hispanoamérica………….. 18 % / 67’21 %
Más si, aún así, estos datos no fueran suficientemente elocuentes para poder reflexionar y descabalgar la necedad o la ignorancia sobre el verdadero papel de los españoles en América, quedémonos con las que realizó un mejicano, Premio Nobel de Literatura, Octavio Paz, que en 1995, escribió:
“No todo fue horror: sobre las ruinas del mundo precolombino los españoles y los portugueses levantaron una construcción histórica grandiosa que, en sus grandes trazos, todavía está en pie. Unieron a muchos pueblos que hablaban lenguas diferentes, adoraban dioses distintos, guerreaban entre ellos o se desconocían. Los unieron a través de leyes e instituciones jurídicas y políticas pero, sobre todo, por la lengua, la cultura y la religión. Sí las pérdidas fueron enormes, las ganancias han sido inmensas. Para juzgar con equidad la obra de los españoles en México hay que subrayar que sin ellos ―quiero decir: sin la religión católica y la cultura que implantaron en nuestro país― no seríamos lo que somos. Seríamos, probablemente, un conjunto de pueblos divididos por creencias, lenguas y culturas distintas.”
Dicho todo lo cual, sería hora ya de abandonar los complejos y seguir construyendo juntos. Rindamos el homenaje que se merece a lo que fue una gesta de dimensiones inauditas, que cambió el Mundo para siempre y, de paso, procuremos que nuestros hermanos americanos se sientan y nos sientan, realmente, como hermanos.
Yo creo que España debe de difundir con más energia que fue eso de la leyenda negra. Sobre todo `para que no sea utilizada por fantoches como Maduro. Repugnantes eran las caricaturas del holandés Theodor de Bry (corrijame si yerro, pues la edad empieza a pasar factura)y mas repugnantes los relatos que los ingleses hacían sobre las “barbaridades” de los españoles. Todo ello debido a la tremenda pugna militar y rivalidad comercial que mantenían con España.Quiero decir que no fuimos nosotros principalmente los que hicimos autocrítica. Salvo Fray Bartolomé de las Casas. En cambio, poca difusión se le dió a la primera acción de guerra bacteriológica protagonizada por los ingleses contra los indios en sus territorios; me refiero al triste hecho de la generosa aportación de mantas para los indios que previamente fueron contaminadas con pústulas de viruela, a cargo de un tal Sir Jeffrey…..alla por el año 1763 en Canadá. Aquella barbaridad dio como resultado unos 100.000 muertos.
Un cordial saludo.
Amigo Jubilado, con su comentario, me ha recordado una película -no recuerdo el nombre- que daba cuenta de esa “guerra bacteriológica” de la que habla.
Por desgracia, los españoles nunca nos tratamos bien y mientras, por ejemplo, los ingleses tienen plazas como la de Trafalgar, los españoles ni siquiera recordamos la de Lepanto, que fue tan decisiva como -dos mil años antes- fue la de Salamina, en la defensa de todo un Continente y una Cultura.
En cuanto a nuestros héroes, exactamente igual: ellos veneran a Francis Drake que, a fin de cuentas, era un pirata, mientras nosotros no tenemos un triste recuerdo de un “medio hombre”, llamado Blas de Lezo, que con 3000 soldados, 600 indios y 6 barcos, derrotó al Almirante Vernon, que mandaba 32.000 soldados y 195 barcos, una Armada Inglesa muchísimo más numerosa que la Invencible… y, en Écija, Jerónimo de Aguilar…
Amigo JUBILADO, nunca me explicaré por qué nos tratamos de esta forma.
Muchas gracias, Paco, por este bien documentado artículo, en modo y orden, que tan bien expresa tu voz propia, clara y pedagógica. Recuerdo con tus palabras este emotivo, magnífico y fraterno soneto de Dámaso Alonso:
Hermanos, los que estáis en lejanía
tras las aguas inmensas, los cercanos
de mi España natal, todos hermanos
porque habláis esta lengua que es la mía:
yo digo “amor”, yo digo “madre mía”
y atravesando mares, sierras, llanos
—oh gozo—, con sonidos castellanos
os llega un dulce efluvio de poesía.
Yo exclamo “amigo”, y en el Nuevo Mundo,“amigo” dice el eco, desde donde
cruza todo el Pacífico y aún suena.
Yo digo “Dios”, y hay un clamor profundo;
y “Dios”, en español, todo responde,
y “Dios”, sólo “Dios”, “Dios” el mundo llena.
[“Hermanos”, de Dámaso Alonso en Tres sonetos sobre la lengua
castellana (1958)]
Querido Hermano, gracias por tus letras y por tu apunte magistral… ¡¡magnífico soneto de Dámaso Alonso!!
Un abrazo