Écija – El Portal Temático Cultural

Hace ya unos cuantos años, creo que fue en 2004, fui a un concierto de Joan Manuel Serrat en Córdoba. Formaba parte de la programación del Festival de la Guitarra de aquel año, aunque él se acompañó no sólo de su guitarra, sino de toda una orquesta entera, la sinfónica de Córdoba.

El concierto tuvo lugar además en un sitio hermoso, los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos.

Casi todos los temas que cantó aquella noche los cantó en castellano, que es por otra parte el idioma en el que ha editado la mayoría de sus discos. Pero también cantó algunos en catalán.

Cuando iba a empezar el primero de ellos en esa lengua, cosa que además educadamente él había advertido antes, una espectadora de las primeras filas le gritó “¡Canta en español!” El exabrupto provocó abucheos y silbidos por parte del resto del público, pero el propio Serrat, con su maestría habitual, calmó al respetable y respondió a la espectadora con mucha amabilidad. Le dijo que él era catalán, que los catalanoparlantes cómo él bautizan a sus hijos en catalán, discuten o dialogan en catalán, se casan en catalán… y entierran a sus muertos en catalán. Pero añadió que como el catalán es un idioma de España, iba a atender su petición cantando en catalán, que al fin y al cabo es un idioma español. Fue sin duda la anécdota que marcó aquel estupendo concierto.

Que haya gente en su tierra que ha arremetido contra Serrat por sus más que sensatas declaraciones del otro día, demuestra el grado de absurda esquizofrenia al que han llegado algunos. De esquizofrenia y de mezquindad, porque ignoran u olvidan, no sé qué es peor, que este hombre combatió el franquismo, que luchó por que volviera la democracia a nuestro país. Que su decisión de querer cantar en catalán en Eurovisión en 1968 le costó tener que exiliarse algún tiempo en México, que se le vetara en TVE (cuando sólo había TVE), o que sus discos tardaran más de la cuenta en editarse y sus canciones dejaran de sonar en las emisoras.

Manda cojones -y pido perdón por el taco, pero es lo que me pide el cuerpo decir- que más de cuarenta años después de todo aquello, una persona de la coherencia y el rigor intelectual de Serrat tenga que pasar por todo esto. Como digo, tal es el nivel de degradación moral al que han llegado algunos en su delirio esquizofrénico.

Tiene, como ocurre creo que con muchas otras personas, todo mi apoyo y mi cariño. Un abrazo al maestro Serrat por todo lo que nos ha dado y por ser como es.

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