UN PINTOR ECIJANO, JOSE CARDERO Y MELÉNDEZ, PARA LA EXPEDICIÓN DE MALASPINA por Ramón Freire Gálvez
Ramón Freire Gálvez
Noviembre de 2013.
En septiembre de 1788, el teniente de navío Alejandro Malaspina, junto con su amigo José de Bustamante y Guerra, propone al gobierno español la organización de una expedición que se llamó posteriormente expedición Malaspina. Fue una excursión político-científicaalrededor del mundo, con el fin de visitar casi todas las posesiones españolas en América y Asia.
La mencionada expedición, fue aceptada en 1788 por el rey Carlos III, acordando patrocinar la expedición científica y política proyectada por el marino de origen italiano Alejandro Malaspina. La expedición, que pretendía ser de índole similar a aquellas de emprendidas por James Cook y el Conde de La Pérouse, recibió aprobación del rey y los dos oficiales se pusieron a planificar la ambiciosa empresa. Para los preparativos científicos, Malaspina y Bustamante contaron con la opinión de los científicos e instituciones científicas europeos más reconocidos de su tiempo. La atmósfera de cooperación científica que reinaba en Europa, hizo posible las consultas con la Real Sociedad de Londres y La Academia Real de París, entre otras. De todos estos científicos e instituciones, los oficiales recogieron la necesaria información tecnológica, naval, hidrográfica, científica y política. Su propósito era el de realizar las tareas científicas de la expedición usando la tecnología más actualizada, los métodos taxonómicos más precisos, y, en general, la más moderna información científica disponible en Europa en aquel momento… Una vez que concluyeron todas las tareas preliminares y la tripulación fue reclutada y entrenada, el 30 de julio de 1789, los capitanes Malaspina y Bustamante dieron órdenes de levar ancla en Cádiz, y la Descubierta y la Atrevidasalieron para explorar las costas conocidas y desconocidas del imperio español.
Uno de los integrantes de dicha expedición, fue el ecijano JOSE CARDERO Y MELÉNDEZ, que nació en Écija el día 27 de Octubre de 1766, siendo bautizado el día 1 de Noviembre del mismo año en la Parroquia de Santa María, por el cura Andrés García, imponiéndole los nombres de José, Antonio, Feliciano, hijo de Francisco Cardero y María Meléndez, apadrinado por Alonso Pérez (Libro de Bautismos Número 26, página 193, Parroquia de Santa María).
José Cardero, cuando contaba 22 años de edad, año de 1788, se encontraba ejerciendo su labor de marinero dentro de la Marina española, en Cádiz, capital gaditana a la que, cuando finaliza su aventura expedicionaria, regresa y donde fija su residencia.
Por más de sesenta y dos meses, las dos corbetas, Descubierta y la Atrevida,exploraron la costa atlántica de Sudamérica, desde Montevideo al Cabo de Hornos, la Costa del Pacífico desde Cabo de Hornos a Acapulco, y las islas del Pacifico sur en las Filipinas y algunos puntos circundantes de Australia. A los oficiales se les encomendó cartografiar las costas, para el trazado de cartas marinas más precisas, así como la recogida de datos sociopolíticos y económicos de los lugares visitados. Los dos naturalistas de la expedición, Luis Neé y Tadeo Haënke, debían buscar flora y recursos naturales, mientras que artistas como Juan del Pozo, José Guió, Juan Ravenet, Fernando Brambila, José Cardero y Tomás de Suría, dibujaban los especimenes recolectados por los naturalistas, así como imágenes que recogían las características etnológicas de la población, tanto indígena como criolla, y vistas de las ciudades y lugares visitados. Francisco de Paula Añino, capellán de La Atrevida,mantuvo un registro de las fechas de salidas y llegadas a puerto de esta corveta, proveyendo así un esquema detallado y preciso del curso de la expedición… (www.chiloeweb.com).
“…Las colecciones botánicas labradas por las diligentes observaciones de Pineda, Née y Haenke son las más completas de la época. Consisten en el inventario de alrededor de 14.000 plantas. Se realizan también estudios anatómicos y fisiológicos de más 500 especies de América, Asia, y Oceanía. Botánica y zoología, precisan del lápiz y pincel para brindar un testimonio, la expresión visual, del carácter y aspecto de las especies estudiadas.
La pintura oficia como fuente de documentación de la vida descubierta. José Guío se aboca a la recreación de los animales, especialmente aves. José del Pozo es quien pinta parte de la biodiversidad que la expedición halla en el ámbito geográfico y humano. Sus principales aportes son la vista del Puerto Deseado, un croquis al natural de Pineda junto a los patagones, el retrato del cacique Junchar y el de una joven tehuelche. La red de la biodiversidad etnográfica y paisajista también es trazada por otros artistas de la expedición: Juan Ravenet, José Cardero, Fernando Brambila. Este último, natural de Milán, es el primero en representar la ciudad de Buenos Aires desde el Río de la Plata. Plasma también una segunda imagen de la entonces capital del virreinato llamada Vista de Buenos Aires desde el camino de las carretas. La expedición consuma alrededor de 900 ilustraciones, en las que bullen los pobladores, plantas, animales, paisajes y ciudades de las regiones visitadas. Además, la exploración dirigida por Malaspina trae 17 cartas y planos que mejoran el conocimiento del litoral atlántico…” (Esteban Lerardo.www.temakel.com).
“…Fue la expedición española más importante de este periodo, organizada por el ilustrado Alejandro Malaspina. Llevada a cabo entre 1789 y 1794, planteaba la reforma del sistema colonial español, proponiendo la transformación de las colonias en naciones libres bajo el control directo de la monarquía. El 10 de septiembre de 1788 presentó a Carlos III su plan de un viaje científico y político alrededor del mundo, aprobado en Octubre. La expedición se inició el 30 de julio de 1789 y finalizó el 21 de septiembre de 1794. Su largo recorrido se inició en Cádiz desde donde llegaron a Montevideo (Uruguay), para pasar después a Buenos Aires. Bajaron por la costa atlántica hasta el estrecho de Magallanes y desde allí se dirigieron a los puertos chilenos de Chiloé, Talcahuano y Valparaíso, subiendo posteriormente a los peruanos de Arica y Callao, hasta llegar al ecuatoriano de Guayaquil, desde donde siguieron a Panamá y más tarde al Puerto de Realejo, en Nicaragua. Acapulco fue el siguiente destino y desde allí emprendieron el viaje hacia el norte, en busca del paso de Ferrer Maldonado, que supuestamente comunicaba el Atlántico con el Pacífico.
La expedición estuvo formada por dos corbetas, con los nombres de Descubierta yAtrevida (en la imagen aportada) y en ella figuraron científicos y artistas, que se hicieron cargo de las diferentes investigaciones que se realizaron a lo largo del recorrido. El encargado de la historia natural fue el primer teniente Antonio Pineda, al que se unieron el botánico de origen francés Luis Née y el checo Tadeo Hanke, que se incorporó en Valparaíso y no regresó con la expedición. El alférez Felipe Bauzá fue el director de los trabajos cartográficos y del dibujo y los oficiales Dionisio Alcalá Galiano y Juan Gutiérrez de la Concha se hicieron cargo de los estudios astronómicos. Los responsables de las imágenes fueron los pintores españoles José del Pozo, Tomás de Suría y José Guió, pintor y disecador, y los italianos Fernando Brambila y Juan Ravenet. A ellos se unió, como dibujante, el marinero
José Cardero…” (Microsoft Corporation).
Uno de los aspectos más atractivos de la expedición Malaspina, lo constituyó la plasmación gráfica y artística de ciudades, animales, plantas y tipos humanos de cuantos lugares visitaron, realizada por los pintores que Alejandro Malaspina enroló. En primera instancia fueron José del Pozo, José Sánchez, José Guío y Jerónimo Delgado los elegidos; ellos fueron los que partieron en La Descubierta a su salida de Cádiz. Otros dibujantes de la Expedición fueron Bauzá, Pineda y Cardero, aunque lo hicieron de forma amateur, al ser sus cometidos a bordo de otra característica. Malaspina necesitaba, en palabras a Francisco de Bruna, Oidor Decano de la Audiencia de Sevilla, pintores capaces de: representar al vivo aquellos objetos que nunca las plumas más diestras pudieran describir cabalmente… La profesora González Claverán señala que Brambila se basó en croquis de Cardero y Bauzá para realizar alguna de sus obras, correspondientes, en su mayoría, a lugares que él no tuvo ocasión de conocer directamente por su incorporación tardía a la Expedición. Los expertos indican que así pudo ocurrir con los dibujos y grabados referentes al paso de la cordillera de los Andes, de Chile a Argentina (Españoles en Italia e italianos en España. Fernando Brambila, pintor de cámara de Carlos IV.- Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Emilio Soler Pascual.- Universidad de Alicante).
Aportado lo anterior, la referencia más extensa sobre el dibujante ecijano, la encontramos en la publicación: Los pintores de la expedición de Alejandro Malaspina, de
Carmen Sotos, año de 1982, de la que entresacamos: “…Al abandonar Pozo la expedición en Lima, José Cardero –el marinero que se había revelado como dibujante-, quedó como pintor oficial hasta la llegada de los nuevos artistas solicitada por Malaspina a Valdés. Cardero se ocupará, desde ahora, principalmente, en la realización de vistas y perspectivas de las zonas visitadas, así como dibujos relativos a la historia natural de cada lugar… Una de las excursiones que efectuaron fue al cercano puerto de Aserradores, a donde se dirigieron para la captura de tortugas, de alguna de las cuales dibujaría Cardero su anatomía. También en esta ocasión contribuyeron Cardero y Bauzá con algunos apuntes femeninos al conocimiento de estas gentes, representándolas con sus mejores adornos… Concluidos los preparativos para llevar a cabo la búsqueda del paso entre los dos mares, el 1 de Mayo zarparon del puerto de Acapulco ambas corbetas, con una dotación de cien personas cada una, en la que figuraban como botánico Tadeo Haenke, y como pintores oficiales el recién contratado Tomás de Suria y José Cardero… Del puerto de Nootka existen varios dibujos realizados por Suria y Cardero… Bauzá, por su parte, siguió con sus marcaciones habituales y sacó un perfil de la costa, mientras que Suria y Cardero se ocupaban en la realización de numerosos retratos y vistas del lugar.
Algunas excursiones se realizaron a caballo y a pie por los alrededores, obteniéndose diversos animales y plantas raras, que aumentaron la abundante colección de los naturalistas… Entre estos artistas destaca la figura de José Cardero, tanto por la importancia de su trabajo como por las circunstancias que rodearon a personaje tan singular. Contratado de simple marinero, asistente de los oficiales, demostraría una gran afición por la pintura durante el viaje, aprendiendo rápidamente las técnicas básicas que le permitirían ocupar el puesto de pintor oficial en un momento de la transición. Sus progresos fueron notables, llegando de cierta estima, como lo prueba su elección como pintor oficial para la expedición que en Marzo de 1792 salió de México al mando de Cayetano Valdés y Dionisio Alcalá Galiano, con el propósito de conocer y comprobar el paso entre los dos mares, al sur de la isla de Vancouver, en la zona del estrecho de Juan de Fuca.
Cardero tenía 23 años al ser contratado para la expedición. En Julio de 1789 se embarca en Cádiz, formando parte de la dotación de la corbeta Descubierta y así inicia un largo viaje en el que tendrá ocasión de mostrar su inclinación por el dibujo, poco frecuente entre los de su clase. La primera escala le lleva a Montevideo (Se levanta plano del Puerto de Montevideo, situado en la latitud Sur de 34 grados, 54 minutos, 48 segundos y en la longitud de 50 grados, 5 minutos, 45 segundos, occidental de Cádiz. Levantado por las corbetas de S. M. Descubierta y Atrevida Año 1789 Archivo: Archivo General de Indias. Signatura: MPBUENOS AIRES, 174), donde parece ser que se inició con los pinceles en una visita de la Colonia del Sacramento… la acuarela que representa un aspecto de la Colonia del Sacramento está sacada desde el mar y en ella se indica, en un afán detallista por parte del autor, con una serie de iniciales el lugar que ocupaba la Iglesia Mayor, Casa del Gobernador, Casa de Pólvora y algunas casas e iglesias en ruinas, así como un edificio que llaman Real de España y que sin duda desempeña un papel especial. Su buena disposición al trabajo y a sus superiores fue desde un principio notorio; así, cuando se cumplía un año de la salida de los barcos de España, es incluido en una lista de Propuesta de Gracias que Malaspina envía al Ministro de Marina, para premiar el buen servicio desarrollado por algunos expedicionarios…
Cardero aparece junto con Miguel García, primeros contramaestres, para los que su jefe pide un ligero aumento del sueldo mensual, que indique el conocimiento por parte del Rey de sus buenos servicios, ya que: …la conducta, subordinación e inteligencia de ambos individuos, merece realmente una particular recomendación… Las primeras noticias documentadas que tenemos de Cardero, como dibujante al servicio de la expedición, proceden de Guayaquil, donde realizó una serie de dibujos de Historia natural, así como algunas perspectivas. Una vez desembarcado Pozo en Lima (20-09-1790, Lima. Carta nº 173 de Francisco Gil de Taboada y Lemos, virrey de Perú, a Antonio Valdés, Secretario de Estado de Indias, Hacienda, Marina y Guerra. Comunica la salida del Callao en el día de la fecha de las corbetas de SM. “Atrevida” y “Descubierta”, al mando del capitán de navío Alejandro Malaspina, para dar la vuelta al mundo; que se les ha prestado los auxilios pedidos, y ofrece enviar copia de la cuenta de los 40.000 pesos para habilitación y gastos. Archivo General de Indias. Signatura: LIMA, 691, N.169), ya se ha visto como la expedición quedó con un único pintor dedicado tan sólo a la Botánica.
Es entonces cuando sobresale la personalidad de José Cardero, quien va a desempeñar, mientras llegan los pintores contratados en Italia, un papel importante al encargarse de modo oficial, de sacar distintas vistas y dibujos de los lugares y objetos de mayor interés… Su labor en este puerto (Guayaquil), no se limitó sólo a la perspectiva, sino que quizás fue más interesante la ayuda prestada en aquel momento a los naturalistas, pues debido a una petición hecha por Malaspina al Gobernador de la ciudad, se recibieron a bordo numerosas especies de aves, cuadrúpedos y reptiles de los pueblos próximos, con los que se llegó a formar una colección de 200 ejemplares. Como se relata en el diario de a bordo; durante la estancia en Guayaquil, progresaron mucho los acopios de historia natural y “… procuraron sujetarse a la pintura todas las especies menos conocidas, para cuyo intento en todo lo que no correspondiese directamente a la Botánica, nos fue muy útil José Cardero…”
Hemos observado que la obra de Cardero, desde Guayaquil a Monterrey, fue numerada por el propio artista en la parte inferior del dibujo con un sistema correlativo, que se confirma en aquellos ejemplos donde se especifica el lugar del origen de la especie representada… El resultado obtenido en estos dibujos es muy superior al alcanzado en las vistas de la ciudad, realizados todos en la misma época, lo que indica una mayor experiencia o facilidad en el pintor para el dibujo de los animales… La siguiente etapa tenía como centro de operaciones Panamá. Allí se le encargó ya de un modo oficial, que tomara algunas vistas de la ciudad, así como representara al vivo algunos ejemplares de la historia natural de aquel país… Junto a estas perspectivas, también trabajó en sacar del natural aquellas especies que por su rareza o interés, pudieran ser merecedoras de un estudio posterior más detallado.
Casi todas aparecen representadas por sus colores naturales, tal es el cazo del pez, conocido en aquellas latitudes por Doradilla, otras variedades de este, La Ahuja… Para terminar con la labor de Cardero llevada a cabo en Mulgrave, citaremos dos dibujos más, uno representa el sombrero del jefe, con forma de campana y pintado con una serie de motivos que sin duda atendían a una simbología determinada, coronado a su vez por un cuerpo estrecho y circular, de donde cuelgan unas crines o cabellos, el otro muestra unos riñones de nutria que, según D. Cutter, fueron dibujados bajo las órdenes del médico de la expedición Dr. Pedro María González… Después de abandonar Mulgrave, visitaron el puerto de Nootka, donde Cardero estuvo en dos ocasiones, una con Malaspina y un año después con Cayetano Valdés y la comisión que quedó encargada de examinar detalladamente el estrecho de Juan de Fuca…
La labor de Cardero en el campo del retrato fue escasa… Conocemos el que sacó a una pareja de indios, pertenecientes a la familia de los jefes, como acredita el sombrero del hombre, en donde se representa una escena de la caza de la ballena… La visita a los indios de California y en especial la realizada a la misión de los Padres Carmelitas en Monterrey, será el motivo de unos cuantos dibujos en los que Cardero muestra sus progresos en el dominio de los pinceles… Del presidio, situado junto a la playa y que ocupaba un cuadrilongo cerrado y fortificado, tenemos una vista de su exterior y alrededores, sacada por Cardero, mientras los barcos permanecían anclados en las proximidades de este… Como complemento a lo anterior, igual que haría en Guayaquil, Panamá o Realejo, se dedicó a la zoología, sacando del natural una serie de aves de bellos plumajes que completan los resultados obtenidos por los expedicionarios en esta área… (30-11-1791 México. Se ha colocado aquí un papel (México, 29 Octubre) con noticias de la expedición de Don Alejandro Malaspina en las corbetas Descubierta y Atrevida, emprendida desde Acapulco en 1º de Mayo en busca del paso al mar Atlántico, Revilla Gíjedo con varias noticias de Hacienda: Archivo General de Indias. Signatura: ESTADO, 20, N. 91).
En Diciembre de 1791, mientras la expedición partía para Filipinas, Cardero y otros oficiales permanecieron en México, preparando el nuevo viaje que emprenderían al verano siguiente hacía Nootka, desde donde pensaban examinar con detenimiento el paso del noroeste, el estrecho de Fuca y los distintos canales que la primera vez no pudieron recorrer por lo avanzado de la estación y la necesidad de cumplir los planes previstos. De este modo, se formó una subcomisión que fue capitaneada por Cayetano Valdés y Dionisio Alcalá Galiano, quienes tuvieron el mando de las goletas Sutil y Mexicana, respectivamente. Para esta expedición fue nombrado dibujante oficial José Cardero, sin duda, como premio al acierto y puntualidad con que había trabajado los últimos meses…
Después de unos meses de descanso en México preparando las goletas, el 8 de Marzo de 1791 partía Cardero a bordo de la Mexicana y a las órdenes de Cayetano Valdés, en compañía del Teniente Vernaci, antiguos compañeros todos de la Descubierta. Con el empeño y cumplimiento característico en él, Cardero se dedicará en estos meses a recoger en diferentes panorámicas los lugares visitados y a retratar a los principales jefes y mujeres de las tribus indias, así como algunas de las fiestas o aconteceres más curiosos entre estos pueblos… Una vez iniciado el regreso, las goletas visitaron Monterrey, para arribar el 22 de Noviembre de 1792 al fondeadero de San Blas, dando así por concluida su misión.
Desde San Blas, Cardero pasó a México, donde llegaría el 11 de Febrero de 1793, aquí el Virrey dispuso que se le pagara el sueldo de sesenta pesos mensuales, por el tiempo que había durado el viaje de las goletas hasta el 11 de febrero, fecha a partir de la cual pasaría a percibir cuarenta pesos hasta que concluyera su misión.
Asimismo se le concedió una gratificación de doscientos sesenta pesos, por el buen servicio y puntualidad, con que había cumplido y una ayuda por el viaje de San Blas a México. Desde México continuó viaje hasta el puerto de Veracruz, donde, según las instrucciones dada por el Conde de Revilla Gigedo, Cardero embarcaría en la fragata Minerva, siempre bajo el mando del capitán Cayetano Valdés. En ella llegó al puerto de la Habana, donde, siguiendo órdenes del Comandante General de la plaza, hizo trasbordo al bergantín
Cazador.
Las primeras noticias que se tienen de él en España, están fechadas en agosto de ese mismo año de 1793, cuando Cayetano Valdés se dirige al Ministro de Marina, al que pregunta cuál debe ser el sueldo del dibujante Cardero y dónde puede cobrarlo, al tiempo que le informa del que le había sido asignado por el Virrey de Nueva España. La resolución se hace esperar y al fin, en Enero del año siguiente, se le comunica que el Rey ha resuelto perciba 40 escudos mensuales, con efectos retroactivos desde su llegada a España y hasta que don Alejandro Malaspina regrese de su viaje y de por concluidos los trabajos que tiene encomendados. Asimismo se le indica, que ya se han dado las órdenes oportunas al Intendente de Cádiz y que este ha quedado encargado de transmitir la noticia al interesado.
El día 7 de Febrero escribe de nuevo Cayetano Valdés al ministro, para plantearle la conveniencia de que Cardero marche con él a Cartagena y se embarque en el navío San Fulgencio, donde continuará sus trabajos caso de ser aceptada la solicitud; además pide que se aumente el sueldo de Cardero que se considera es bajo. La petición es aceptada, aumentándose su asignación en veinte escudos mientras esté embarcado; de ese modo, Cardero marcha a Cartagena, donde embarca de nuevo y prosigue sus trabajos. No sabemos con exactitud el tiempo que permaneció en Cartagena, pero lo cierto es que no llegó a un año, pues en Mayo de 1795 pide permiso para ausentarse de Madrid una temporada y marchar a Cádiz con su familia y solicita asimismo se le gratifique el tiempo que ha permanecido y aún continuará en Madrid. Todo ello parece indicar que Cardero, una vez que Malaspina regresó de su viaje y se estableció en Madrid, para poner en limpio los resultados de la expedición, debió volver a la corte y para dar cuenta a este de las tareas llevadas a cabo en el estrecho de Juan de Fuca y completar sus trabajos, pues sabemos que a finales de Mayo, Cardero entregó todos los dibujos relativos a su comisión en las goletas Sutil y Mexicana. Momento en el que Malaspina, se dirigió al Ministro de Marina para informarle que la persona de Cardero ya no era necesaria.
Unos días más tarde, el Rey, en premio a su buen comportamiento, trabajo y eficacia en el desempeño de su misión en el viaje de las goletas, le nombra Contador de Navío, con destino en Cádiz, ciudad por la que Cardero sentía especial cariño y donde años antes había dejado a su familia para servir en tan insigne expedición. El 5 de junio se informó al Intendente de Cádiz, Don Francisco de Gorriola, el nombramiento que había hecho el Rey en la persona de José Cardero, ordenándosele que abonara al interesado, además de su sueldo, lo que había solicitado el mes pasado, a saber, la gratificación de Mesa por el tiempo que había permanecido en Madrid, a las órdenes de Malaspina para el arreglo de los trabajos realizados en el reconocimiento del estrecho de Juan de Fuca y cien pesos que importó el viaje que hizo desde México a Veracruz, una vez concluido el viaje.
Las últimas referencias que tenemos de su vida son de 1797, en que es alistado por vez primera en el Estado General de la Armada, donde aparece regularmente hasta 1808, en que su título es cambiado por el de Segundo Oficial; sin embargo, en 1811 ya no se le cita, lo que hace pensar en una muerte repentina o simplemente en un abandono voluntario.
Su espíritu inquieto y aventurero le llevó a la expedición. Una vez en ellas, sus actitudes artísticas, desprovistas de cualquier tipo de formación académica y su afán de superación, le inclinaron a realizar una encomiable labor, como hemos reseñado… De simple dibujante aficionado, se convierte en un artista de cierta habilidad, gozando, en nuestra opinión, de grandes actitudes como pintor naturalista, reflejadas en los peces y aves que pinta con exactitud y estilo. Por último, es de destacar la gran suerte de Malaspina, quien, al quedarse en la expedición sin pintores, encuentra providencialmente a Cardero, gracias al cual podrá seguir adelante con las metas de la expedición.”
Seguidamente aportamos algunas fotografías, con expresión de sus archivos, tomadas de los dibujos realizados por el ecijano que nos ocupa, con el fin de testimoniar su talento artístico.
3 Fotos encontradas en Marina Civil número 81. home.centrojovellanos.com
Atuendo de los soldados de guerra, por José Cardero.- Museo Naval de Madrid, según los Reglamentos Reales de 1773.
José Cardero dibujo de Sutil y Mexicana, Buques españoles de Galiano y Valdés en 1792.
Cortesía del Museo Marítimo de Columbia Británica Buques Sutil y Mexicana, durante la expedición de Dionisio Alcalá Galiano hizo en 1792 en la Columbia Británica (Canadá).
Dibujo realizado por José Cardero (Wikipedia)
Imagen de dibujo de José Cardero. “Tetacú, jefe de la entrada de Juan de Fuca”, 1792 ( www.trailtribes.org)
A continuación, procedente de courses.csusm.edu, acompañamos tres fotografías de dibujos realizados por José Cardero en 1786, relativas a la recepción de Jean-François de La Perouse en la Misión de Carmelo en 1786 y una del presidio de Monterrey (Robert B. Honeyman, Jr. Collection of Early California y occidental de América del material pictórico, la Biblioteca Bancroft de la Universidad de California en Berkeley).
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