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Hoy en día es muy común ver a personas triunfar, cosa que despierta un sentimiento reconfortante y alentador para perseguir un objetivo y llegar lejos en la vida. No obstante, son innumerables las veces que nos aferramos a un camino lleno de piedras que no nos dejan avanzar y nos hacen tropezar una y otra vez. Entonces, ¿cuál es realmente nuestro fallo?

Ahora bien, el problema está en nuestro miedo a tomar el camino equivocado. Es por esto que elegimos un camino seguro, pero que no siempre nos otorga los resultados deseados. Todo lo que hace falta es animarnos de valor y adentrarnos en un camino libre de piedras que corten el paso, sin importar si es más largo u oscuro, o incluso si hay mar de por medio.

A veces pensamos que el camino fácil es el correcto. Creemos que un cielo despejado nos llevará al éxito, sin embargo, no sabemos que estas personas exitosas atravesaron tormentas y temporales hasta alcanzar la cima. Como consecuencia encontramos a muchos que han jurado cumplir sus metas, pero no han llegado ni a la falda de la montaña, pues no tuvieron el coraje de divisar la cima por muy difícil que pudiera ser.

En síntesis, la moraleja de esta reflexión es que para obtener los resultados que ansiamos, debemos tomar otro camino y no el que siempre da resultados erróneos. Anímate y no te dejes tropezar una y otra vez con una misma piedra.

Marta Gómez Caballero de las Olivas

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