Se cumplen 80 años del asesinato del líder del socialismo andaluz, Manuel Barrios de Écija
Se cumplen hoy 80 años de la muerte del líder del socialismo andaluz, Manuel Barrios, natural de Écija La Secretaria General del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, realiza el siguiente escrito como homenaje a este socialista defensor de los trabajadores que fue fiel hasta su muerte a los ideales de fraternidad, libertad e igualdad.
En la madrugada del 10 al 11 de agosto de hace ahora ochenta años, los golpistas al mando de Queipo de Llano, animados por su revanchismo antirrepublicano, conmemoraron el fallido golpe de Sanjurjo de 1932 conformando una saca compuesta por una serie de políticos sevillanos que habían detenido tras dominar la ciudad, para sacrificarlos. Eran, entre otros, el ex alcalde de Sevilla Fernández de Labandera, el presidente de la Comisión pro-Estatuto, Blas Infante, y el secretario general del PSOE de Sevilla y diputado en Cortes, Manuel Barrios Jiménez. Fueron asesinados en el kilómetro 4 de la carretera de Carmona y sus restos, enterrados en una fosa común en el cementerio de San Fernando de Sevilla.
Natural de Écija y maestro de formación, Barrios Jiménez fue un destacado líder del socialismo andaluz, comprometido con la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores y con el movimiento andalucista. Este masón amigo personal de Diego Martínez Barrio se encontraba en Madrid el 18 de julio, donde pudo quedarse a esperar acontecimientos, pero decidió volver de inmediato a Sevilla para ponerse al servicio de la democracia republicana contra el golpe militar. Poco después de su llegada a Sevilla fue detenido y días después ejecutado. Su asesinato no impidió que el franquismo, como a tantos y tantos otros, lo procesara por el Tribunal Especial para la represión del Comunismo y la Masonería y por el Tribunal de Responsabilidades Políticas, ejemplo claro de la persecución que el régimen llevó a cabo contra miles de españoles hasta después de muertos.
En este sentido, los socialistas sevillanos entendemos que este recuerdo trasciende el deber de memoria por su imperativo de fuerza de ley, la 24/2006, de 7 de julio, sancionada por las Cortes Generales y ratificada por el Rey hace ahora diez años, que nos evoca a tantos hombres y mujeres como Manuel Barrios Jiménez que fueron asesinados por su defensa de los principios que ahora rigen en nuestro país, y determina “recordar también el legado histórico de la Segunda República Española. Aquella etapa de nuestra historia constituyó el antecedente más inmediato y la más importante experiencia democrática que podemos contemplar al mirar nuestro pasado y, desde esa perspectiva, es necesario recordar, con todos sus defectos y virtudes -con toda su complejidad y su trágico desenlace-, buena parte de los valores y principios políticos y sociales que presidieron ese período y que se han hecho realidad en nuestro actual Estado Social y Democrático de Derecho, pero, sobre todo, a las personas, a los hombres y mujeres que defendieron esos valores y esos principios [y] reconocer y homenajear a todos los que de una u otra forma se esforzaron para conseguir un régimen democrático, dedicando su vida o sufriendo persecución por este motivo”.
La memoria democrática de una sociedad debe fundamentarse en gran medida en la lucha de aquellos que trabajaron incansables en pro de los valores democráticos, y perdieron la vida por ellos. El PSOE tiene detrás una larga historia donde ciudadanos como Barrios Jiménez ocupan un lugar esencial. Su figura va mucho más allá del socialismo y debe constituir un referente de la acción democrática. Reivindicar su figura es reivindicar la libertad, lo mejor de la República y el daño irrecuperable para España que supuso el golpe militar y el franquismo.
Información publicada en el Diario de Sevilla
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