ROMANCE DEL DEBATE FIERO por Francisco J. Fernández-Pro
Veinte años en Política
y nunca vi tal exceso:
la riña de aquella gente
era un patio de colegio:
Uno tira una patada
el otro le mete un dedo
y, aunque Rajoy lo esquivaba,
Pedrito era mucho Pedro:
Si el sitio no le quitaba
a Mariano, siendo bueno,
acudía a la pedrada
en medio del entrecejo.
Mariano, que lo esperaba
-por veterano y gallego-,
sólo en su tic denotaba
que, si Pedro daba fuego,
el fuego sí le quemaba
y, por no salir ardiendo,
con su flema lo apagaba.
Más Pedro Sánchez es terco
y malherido ya estaba
-que, entre Rivera y Podemos,
le han quitado hasta la pana
de los socialistas viejos
de gobernaron España-
y no dudó ni un momento
al ver que se le escapaba
y se escapaba el gallego
con su tic y con su barba…
en tirarse a su pescuezo
con todo lo que llevaba.
Pedro olvidó sus deseos,
los papeles, su programa,
sus promesas y sus sueños,
los principios que avalaba,
la educación que le dieron
alguna vez en su casa,
Pedrito olvidó al momento
esa Política sana
regida por el respeto,
donde todo el mundo habla
sin tener que tener miedo
de guardarse la garganta.
Pedrito, que era tan bueno,
que siempre puso en su cara
una sonrisa y un gesto
de hombre nuevo y no de carca,
sufrió el traspiés de los nervios
y jocicó en la palabra,
Pedrito tuvo un defecto:
dejó libre al Pedro auténtico
que se moviera a sus anchas
y olvidó que en estos medios
quien se equivoca, la caga.
Hay diferencia entre “debate” y “de váter”. O debería haberla, pienso yo.
Debe haberla, sí señor:
en los debates se habla
y en el váter se hace “pó”…
o “popó” (vamos… ¡se caga!)
Entre tanto aspaviento,
debió de pensar Rajoy
maldita la corrupción
que mal debate el de hoy,
como salgo de este entuerto,
si no encuentro un argumento
Ya lo tengo. Lo encontré,
un insulto… una afrenta,
Hasta aquí hemos llegado…
Gracias, Pedro…
me tenias acorralado.
Estimado JUBILADO,
¡cuánta razón en sus versos!…
y tanto, señor… ¡y tanto!
(que el suspiro de Rajoy
se escuchó por los collados,
por los montes y los valles,
por los bosques y los prados,…)
por toda España, mi amigo,
se le escuchó suspirando…
y es que en Política, a veces,
quien te viene a echar la mano
es quien menos te lo esperas,
el que se trae los gazapos
en el zurrón de los torpes
y no pone su cuidado
en que el gazapo no salga
en los debates pactados…
Como tan bien dice usted:
el insulto hizo su estrago,
que mal instrumento es
un insulto en un estrado.
Gracias al torpe de Sánchez…
¡ya Rajoy ha respirado!
Y ya que quiso rimar
con versos asonantados
su comentario de siempre
y le salieron con garbo,
déjeme finalizar
-buen amigo JUBILADO-
con Un saludo cordial,
también en arromanzado:
Desde sus torres de siempre,
con mis respetos… mi abrazo.