RETABLOS CALLEJEROS, ¡YA! por Juan Méndez (Asociación Amigos de Écija)
En la mayoría de los casos, los llamados retablos callejeros son nichos, hornacinas, vanos ysimples molduras donde la austeridad decorativa hace destacar la exaltación de la advocación que albergan. En cambio, en otros casos, el derroche decorativo engrandece la estructura externa del vano llegando incluso a extenderse señoreando el muro que los aloja. En ambos casos van acompañados de iluminación nocturna, siendo en un principio flanqueados por dos faroles o uno en el centro, bien con lamparitas de aceite o portadores de velas. También algunos de ellos cuentan en la parte inferior con un cepillo para recoger las limosnas de los fieles devotos, acompañándose de placas alusivas a la Inmaculada Concepción de María o a las indulgencias en el caso de que dicho retablo tuviera alguna concedida.
Desde el punto de vista compositivo, hemos de tener en cuenta que existe una gran diferencia entre los retablos callejeros históricos y aquellos que se realizan a partir de la Guerra Civil. Estos últimos son estandarizados y han adquirido cánones impuestos por las fábricas de cerámicas, siendo pioneras las de Sevilla.
Para la representación de las imágenes que debían albergar los retablos callejeros históricos se utilizaron varias técnicas y materiales: lienzo pintado al óleo, pintura al fresco, esculturas de madera policromadas, esculturas de candelero, azulejos vidriados, esculturas de terracota policromadas, esculturas de mármol y relieves (2).
Hay que recordar, sin embargo, que muchos de estos retablos callejeros han desaparecidos, (recuérdese el situado en la calle Trascampanario) o se encuentran en mal estado (calle Almonas) o bien han sido sustituidos parcial o totalmente, como el situado en la calle Beneficiados, en el que se retiró la imagen y se construyó una ventana, respetando el pórtico del antiguo retablo.
Especial mención merece el retablo de la Virgen de la Soledad, situado en el edificio de la calle El Carmen esquina Avenida de los Emigrantes, y que durante las obras llevadas a cabo fue eliminado ilegalmente. Pese al tiempo transcurrido desde la terminación en el inmueble dichas obras, la interesante cerámica no ha sido restituida a su hornacina, ignorándose actualmente su paradero.
Bibliografía
(1) SANCHO CORBACHO, ANTONIO. Cuaderno de Arte. Editorial Mundo Hispánico. Bilbao. 1952
(2) MARTIN PRADAS, ANTONIO. Manifestaciones de la religiosidad popular en el callejero ecijano. Editorial Graficas Sol. 1993
Lo siento no hay comentarios todavía, pero puedes ser el primero en comentar este artículo.
Escribe un comentario