PEAZO DE CLIENTELA por Francisco J. Fernández-Pro
Tras las sentencias emitidas contra los implicados en el caso de los ERE que, como ciudadano, como andaluz, tanto me dolieron, he querido dejar pasar unos días para la reflexión, tratando de conseguir la justa objetividad para un artículo; porque créanme que la objetividad es un don demasiado esquivo cuando andamos indignados. Sin embargo, también lo es cuando afecta a nuestros intereses de alguna forma… y resulta que, durante mi silencio impuesto, he advertido ambas tendencias hacia el subjetivismo: el cabreo de los que estaban indignados y las incongruencias de los que se vieron afectados indirectamente (o directamente quizá)
Sea como sea, lo que no se puede es negar lo que todos sabíamos y, además, la Justicia ha comprobado hasta la extenuación. El caso de los ERE es la punta del iceberg de los otros 146 procesos que quedan por juzgar. Lo indignante no es sólo la inmensa cuantía de la suma total defraudada, también lo es que el destino de esos cientos y cientos de millones de euros eran los trabajadores y parados andaluces, y que el dinero siempre fue desviado para beneficio de entidades, instituciones, empresas, altos cargos, cargos intermedios, carguitos, afiliados, familiares o simpatizantes del PSOE. Una trama clientelar de narices, concebida y afianzada con fortunas desviadas desde la Junta de Andalucía sin control alguno (cuando -para más inri- los técnicos responsables estaban advirtiendo de la ilegalidad).
Cada cosa tiene su nombre y lo que todo este fraude construyó fue un Sistema, una organización “político-mafiosa”, que lo único que pretendía era el voto clientelar y, con él, la perpetuación del PSOE en la Junta de Andalucía y el montón de votos que, con cada elección -TAMBIÉN LAS GENERALES- el PSOE echaba en el saco de los votos dependientes.
Siempre se presumió de que Andalucía era la mayor despensa de votos del PSOE en España. Aunque ya muchos sabíamos por qué, ahora lo sabemos por vía judicial: el dinero para las necesidades de los parados y los trabajadores, sirvió para mantener al partido en el poder.
Ahora, todos los que estuvieron implicados o aprovecharon las circunstancias o exigieron responsabilidades a los demás sobre la misma falta, deberían dar la cara por coherencia y los que miraron hacia otro lado, deberían callarse por vergüenza.
Comprendo que haya quien no esté de acuerdo con estas letras e, incluso muchos, que quieran seguir en la ceguera, agarrándose a un claro ardiendo o a cualquier argumento peregrino, pero -como ya escribí alguna vez- está demostrado que si hay alguien que afirma que dos y dos son cinco, o bien es porque no sabe contar o porque se está comiendo el palote que le sobra: a eso se le llama “el reflejo condicionado de Paulov”.
Ahora los políticos y los abogados comenzarán a poner velo sobre velo, para confundir a la gente e intentar que no haya que aceptar responsabilidades, pero los que hemos vivido, luchado y sufrido cuarenta años en este cortijo sabemos, perfectamente, del peazo de clientela que lo guardaba.
Estimado D. Francisco; Es difícil escribir algo sobre el fraude de los ERES, con todo lo que ya se ha dicho, que cualquier cosa que desde mis modestos conocimientos sobre el tema, opine o matice, solo puede llevar al fanatismo o lo que es peor, al ridículo. Por eso me voy a manifestar apoyando plenamente su indignación, sin paliativos. Porque aunque la voluminosa sentencia complica su comprensión (no me la pienso leer) las conclusiones son aplastantes. Y los condenados, aunque aireen constantemente que no se llevaron un euro, cometieron un fallo por omisión del deber de vigilar que otros no se lo llevaran. Por mi parte voy a estar muy atento al las causas pendiente, porque ahí se va a dilucidar quien y en que cantidad se han llevado el dinero. Queda mucho por saber de esta tremenda estafa. Y los recursos. ya sabemos que irán al Supremo. El catedrático de Derecho Constitucional, Perez Royo expresa una opinión cuando menos interesante, en la que califica de “error monumental” del tribunal, la condena de los dos ex presidentes al mantener que ellos no pueden prevaricar y por tanto por esa causa no se les puede condenar. En fin, que poco a poco la Justicia va acotando la corrupción,aunque este caso aún tiene muchos flecos.
Estimado amigo JUBILADO, ya vio usted como, desde el principio, advierto que guardé algún tiempo de reflexión para ver cómo se desarrollaba este asunto que, como usted, opino que tendrá muchísimo más desarrollo todavía.
Entiendo lógico que los socialistas de convicción y de corazón se sientan dolidos y, a la vez, en la obligación de salir al paso de lo que está pasando, aunque como están las cosas, pocos argumentos les están dejando para la defensa. Tan pocas, que muchas veces los argumentos rayan -como usted bien dice- en el puro ridículo.
Lo cierto es que el poder absoluto corrompe absolutamente y uno ejercido durante casi cuarenta años, es un peligro terrible teniendo en cuenta la cantidad de pícaros y enteraillos que pululan por esta Andalucía y esta España nuestra.
Cada día estoy más convencido de la necesidad de que no existan esas mayorías tan avasalladoras y, mucho menos, que se perpetúen más de un cuatrienio.
Ya saldrá lo que tendrá que salir, pero las perspectivas son poco halagüeñas y lo que ya conocemos, es para echarse a llorar: los que no son del PSOE, porque han sido engañados y robados; y los que lo son, porque han sido defraudados y, muchas veces, manipulados (¡con cuántos amigos, auténticos y buenos socialistas, he discutido sobre todo esto y ahora procuran callar por pura vergüenza)
Todos los partidos deberían cuidar más lo que meten en sus casas y deberían vigilar más las actuaciones de los que designan para cualquier tarea que suponga una responsabilidad ante los ciudadanos.
Creo, amigo mío, que en lo sustancial -y aunque sea por distintas razones y desde diferentes perspectivas-, usted y yo mantenemos la misma opinión e idénticos temores.
Un saludo cordial desde sus torres.