PAPELES VIEJOS por Manuel Martín Martín. “Un pulso a lo imposible”
(El autor aplaude la supremacía de la mujer en este artículo publicado en EL PERIÓDICO DE ÉCIJA el 03/03/2003)
Aplaudo las iniciativas de la Asociación Hierbabuena en torno al Día Internacional de la Mujer, y tengo que proclamar, de entrada, que si hay algo que los seres inteligentes no cuestionan de la mujer es su innegable supremacía.
Diez años ya de cuando se reconoció el derecho de las mujeres como derechos humanos, y sólo escucho agravios comparativos. No percibo voces que anuncien que hay pedorras televisivas que piensan que son el mejor sujetador para reducir la talla del cerebro de los hombres, o que hay señoras que respetan más a sus perros de compañía que a las personas que trabajan a sus órdenes.
Pero hay más. Como saben, Rosa Estarás, ‘pepera’ en el Congreso, logró que su partido impidiera se regularan los matrimonios entre homosexuales, con lo que consiguió que hasta la Plataforma Popular Gay, que está integrada por homosexuales del PP, pidiera “al millón de gays y lesbianas que votaron al PP que lo castiguen en las próximas elecciones”.
Pues bien. Una conocida señora de bien ecijana, que no sabe que el Parlamento Europeo ha recomendado a los Estados de la UE que regulen las uniones de hecho, dice que como cristiana convencida -que no convincente-, no reconoce la condición de homosexual, aun cuando conoce las veleidades de las lesbianas que hay en su entorno más próximo. La ínclita no oyó a aquello de que “la ley máxima de la iglesia es la misericordia”.
Y en ello estaba Monseñor Amigo cuando otra Rosa -ésta de nueve años-, por fin abortó después de haber sido violada por un cabrón costarricense. Es la desgracia de una hija del hambre en Nicaragua frente a la frivolidad de otra hija putativa, a la que no se le ha ocurrido nada mejor que posicionarse con los miserables de una iglesia católica que calló ante sus propios pederastas y que ahora pretende excomulgar a los padres por criminales.
Nunca sabremos cuántas popes malparieron en privado, ni si Fraga les obsequiaría con aquello de “Si no fueses mujer, te pegaba dos…”, pero sí cómo lavan su conciencia ante Dios. Claro que como a Dios se le puede pedir de todo menos explicaciones…
A eso fue Aznar a Roma. Visitó al Papa y, en nombre de Blair, pidió perdón al cielo por declarar la guerra a una tierra, Irak, en la que existe una de las iglesias cristianas más antiguas del mundo, la de los descendientes de Santo Tomás. Su Santidad fue claro: Quien busca en el cielo solución a los problemas de la tierra, es aquel que se quedaba dormido en las clases de Geografía.
La avaricia, como se ve, se desliza por muchos costados. Bueno por casi todos, porque en la Semana de la Moda de Londres, la acreditada diseñadora Katherine Hamnett, al presentar su colección otoño-invierno, salió a la pasarela para decir en una camiseta: “Stop war. Blair Pout” (¡Paremos la guerra! ¡Fuera Blair!). Pues eso, vivan las que echan un pulso a lo imposible.
Lo siento no hay comentarios todavía, pero puedes ser el primero en comentar este artículo.
Escribe un comentario