PALABRAS QUE SE PRONUNCIABAN Y ALGUNAS, AL DÍA DE HOY, AÚN SE PRONUNCIAN Y USAN EN ÉCIJA por Ramón Freire Gálvez
Febrero de 2015
Ramón Freire Gálvez.
Los que tuvimos la suerte de pasar nuestra infancia y gran parte de la adolescencia en la calle, primero porque era el único lugar donde poder jugar y segundo porque no suponía peligro alguno ello y por ende, menos preocupación para nuestros padres, también fuimos esponjas de palabras y vocablos que los vecinos del barrio donde vivías, pronunciaban en cualquier conversación o discusión, que de todo había.
No es como ahora, que los niños no saben ni pueden jugar en las calles y mucho menos en las grandes urbes, dado, no sólo el peligro que irradia de los numerosos vehículos que circulan a cualquier día y hora, sino también el que provocan ciertos miembros de la sociedad, que merecían vivir en una reserva, donde dieran rienda suelta a sus apetitos de todo tipo. Pero no es ello el objetivo de este, mi humilde artículo, porque es un tema candente a diario y lo conocemos sobradamente como para dar más explicaciones, pues lo correcto sería dar soluciones y como no las tenemos ni nos corresponde, deberemos ir capeando el temporal como podamos y seguir siempre alerta y vigilantes de nuestros niños, como futuro en el mañana.
El fin de mi artículo es recordar algunas de las palabras que, repito, en aquella infancia y adolescencia que tuvimos, escuchamos más de una vez en nuestro entorno familiar y de convivencia, palabras, que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos, pero que no dejaban de tener una riqueza lingüística, que, a veces, a nosotros, sobre todos a los andaluces (en cada pueblo o villa existen palabras típicamente originarias del mismo), nos hacía cargar con el san benito de poca cultura, cuando del propio significado de la palabra que pronunciábamos y usábamos, se desarrollaban unos conocimientos y cultura, mucho más amplia de la que, de siempre, nos han querido otorgar, pero siguiendo el refrán (también eran nuestros abuelos y padres muy dado a los refranes por estas tierras al sur del Sur de Europa), no ofende quien quiere sino quien puede, yo aquí voy a relacionar muchas de aquellas palabras que a usted querido lector, dependiendo la edad que tenga, le sonarán más o menos familiar y que, no me cabe duda, le trasladará con el pensamiento a aquellos años donde jugábamos y disfrutábamos de la calle, que para muchos de nosotros, fue la universidad de la vida, aunque algunos hechos y sucesos, nos costara, en más de una ocasión, de una buena reprimenda familiar, sin que a nuestros padres se les pudiera imputar ninguna falta de malos tratos ni de abuso de autoridad, pues solamente pretendían con sus castigos (aunque con las excepciones lógicas de todo hecho), corregirnos en nuestro modo de comportarnos, tanto dialécticamente como en nuestras actuaciones.
Seguramente usted podrá echar de menos algunas palabras, pero las que aquí consigno son las que yo he ido encontrando a lo largo de los años, lo que no le impedirá que usted añada la que tenga por conveniente, explicando, brevemente, el significado de la misma.
Por orden alfabético iré reseñando las mismas y espero que la disfrute y la divulgue, pues como le decía anteriormente, la mayoría, con independencia de que se usen en otros lugares de nuestra geografía, son típicamente ecijanas como lo son las sopas de gatos, las espinacas labradas con cuscurritos y de postre (aquí lo tomamos de postre), el gazpacho ecijano, en el ámbito gastronómico.
Y aquí lleva usted esa relación de palabras a las que se refiere el presente, con independencia de que, como decía anteriormente, usted pueda aumentarla con alguna más que se me haya quedado en el tintero de la ignorancia o descuido.
Abarrotao. Lo decimos cuando acudimos a algún sitio público y está lleno o completo.
Achantar. Lo hemos dejado achantao, lo hemos callado o sin saber que hacer.
Acoquinar. Tener que pagar algo por la fuerza o de mal grado. Adoquín. Le decimos a las aceras
Agarrao. Que le cuesta trabajo desprenderse de las cosas, ya sea dinero o bienes.
Ahogailla. Sumergir la cabeza bajo el agua a otra persona.
Aparador. Lo que sería hoy el mueble bar, donde estaba la cubertería, cristalería y mantelería.
A punta pala. Expresión para designar que hay gran cantidad de alguna cosa.
Arrascar. Acción de rascarse.
Arrecio. Expresión que hace una persona de sí o de otra cuando tiene frío.
Avenate. Le ha dado una avenate, arrebato o locura.
Bacalada. Tener un problema o algún lío.
Bardao. Inútil, flojo, vago o a quien tiene un defecto físico en alguno de sus miembros.
Barrera. Espacio de terreno rectangular o cuadrado, situado delante de las casas, propiedad, en la mayoría de las
ocasiones, de la propia casa, existiendo varias en Écija al día de hoy, existiendo, en la mayoría de ellas, una placa en la puerta de entrada de la vivienda que, textualmente, dice: La barrera es propiedad de esta casa.
Bichear. Observar, curiosear, hurgar
Cagalástima. (De).- Conseguir hacer algo por los pelos, rebote o de casualidad.
Cagueta. Miedoso, cobardón.
Camelar. Caló, enamorar o seducir a otra persona.
Camballada. Movimientos oscilantes de la persona que va bebida cuando camina.
Citrato. Al regaliz.
Cojollo. Así nombramos a las lechugas.
Comodín. Cómoda pequeña de dormitorio, que tiene en su mayoría un espejo.
Conchabear. Convencer a otra persona o hacerlo poniéndose de acuerdo con ella.
Cháchara. Mantener una conversación.
Chalao. Equivalente a tonto, memo o idiota.
Chaleco. Jersey sin mangas
Chaveta. Se dice de quien ha perdido la cabeza.
Chamarreta. Prenda de abrigo no muy gruesa.
Chanchullo. Artimañana o argucia para conseguir algo con engaño.
Chiflao. Del que se considera ido o ligero de la cabeza.
Chiflar. Silbar.
Chiquichanca. Se dice de los niños de corta edad.
Chochear. Decir cosas incoherentes sobre todo en las personas mayores o a los abuelos o padres con respecto de sus hijos o nietos.
Chochito. Se decía de los altramuces.
Chorra. Golpe de suerte.
Chuchurrío. De lo que está lacio o mustio.
Churrete. Manchas después de tocarse con las manos, sobre todo en la cara.
Desaborición. Se dice cuando se recibe un disgusto o se sufre algún hecho desagradable.
Desfaratar. Estropear algo que está hecho.
Desgarbilado. Desproporcionado
Dita. Cantidad de dinero que se paga, de forma semanal o mensual, tras haber recibido un préstamo, en pequeñas cantidades de una persona que se dedica a ello.
Ditero. El que cobra la dita.
Embarcarse. Cuando una pelota se quedaba enganchada en un árbol o balcón.
Endiñar. Golpear o imputarle a alguien algún hecho o circunstancia.
Escagalichado. Del que viste con mal gusto.
Escuajaringar. Destrozar o romper algo, también de la persona que sufre una caída y se dice ha quedado escuajaringao.
Esmorecer. Se decía a los niños cuando lloraban, sobre todo al recibir un golpe casual e inesperado; se ha quedado esmorecío.
Estirazón. En el crecimiento de los niños.
Esmayao. Falto de alimentación.
Faltusco, fartusco. Se dice a quien le falta un “hervor”, por analogía tonto.
Gaché. Entre los gitanos, andaluz,
Harapillo. Se dice cuando se lleva la camisa que sobresale por fuera del pantalón.
Jalar. Comer y sobre todo muy de prisa o del que se ha apropiado de algo que no era suyo. Se lo ha jalado.
Jeringo. En otros lugares churros o calentitos, procede del aparato por donde sale la masa, que tiene forma de jeringa.
Jopo. Cola o rabo de los animales.
Layo. De quien es flojo o apocado. Tiene un layo.
Malaje o malange. Antipático y desagradable, que tiene mala sombra.
Manda. Promesa hecha a Dios, a la Virgen o a un santo, por haberle sido concedida una petición, sobre todo de salud.
Mantesa. Mala gente, con malos modales.
Monisqueta. Gestos que se hacen con la cara para causar risa o gracia, sobre todo en los niños pequeños.
Morterada. Algo en gran cantidad, sobre todo referido al dinero.
Omá. Se llama a la madre.
Opá. Se llama al padre
Parguela. De quien tiene gestos amanerados a una mujer o es afeminado.
Pero. A cualquier variedad de manzana.
Quillo o Quilla. Se usaba para llamar a otra persona, sobre todo de su misma edad y reunión.
Rebate. Escalón de entrada a las casas o habitaciones
Saborio. Desagradable o antipático.
Saquito. Se le llamaba al jersey.
Sieso. Referido a una persona, es desagradable y antipático.
Siquitraque. Trozo de pólvora que pegado a un papel, se rozaba fuerte contra superficie dura y traquea.
Sopa de gato. De la gastronomía ecijana-. Derivada de la sopa de ajo, pero añadiendo al refrito de ajo, tomates pelados y pimientos verdes. Una vez hecho, se rehogan rabanadas de pan, añadiendo caldo de puchero o bien agua caliente. Consumido casi todo el líquido, se escalfan los huevos. Se pueden añadir espárragos y almejas.
Tina. Bañera de gran tamaño.
Torrija. Se le dice a la persona que está despistada o atontada. Tiene una torrija impresionante.
Ustedes. Cuando nos referimos a un grupo, en lugar de decir vosotros.
Zarcillos. Lo decimos de los pendientes.
Y por si acaso usted querido lector, está leyendo este artículo fuera (lo que le dará más alegría por la nostalgia) o dentro de Écija, a la hora del almuerzo, le añado las recetas gastronómicas de las citadas sopas de gato, espinacas labradas con cuscurritos y el gazpacho ecijano, para su deleite y, si fuera necesario, las prepare y deguste, pues decía un amigo mío, amante de la mitología griega y del buen comer, que dichos platos son placeres de dioses.
SOPA DE GATO: Derivada de la “sopa de ajo”, pero añadiendo el refrito de ajo, tomates pelados y pimientos verdes. Una vez hecho, se rehogan rebanadas de pan, añadiendo caldo de puchero o bien agua caliente. Consumido casi todo el líquido, se escalfan los huevos. Se pueden añadir espárragos y almejas.
ESPINACAS LABRADAS: Hervidas las espinacas y sin líquido, se “majan” juntamente con ajo crudo, comino, vinagre y sal. Aparte se hará un refrito con ajo y trozos de pan, que servirán para decorar el plato. Se añade al aceite pimentón dulce y luego se mezcla con las espinacas. Se sirve en frío.
GAZPACHO ECIJANO: Se pone en remojo la miga de una pieza pequeña de pan y se escurre para ponerlo en la batidora con 2 dientes de ajo, una cucharada de sal, vinagre, y 1/8 de aceite de oliva. Tres tomates pelados, un pimiento pequeño y unas rodajas de pepino. Se tritura todo muy bien y se le añade litro y medio de agua fría y se mete en el frigorífico unas horas antes de servir.
Solo me queda decirle, en su caso, que tenga buen provecho.
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Estimado Sr. Freire; estaba recibiendo la inyección cultural que en forma de vocabulario, que nos ha proporcionado y me viene a la memoria, algunas palabras, que desde que salí de Ecija no volví a oir por toda la geografia española, pero cuando vine a vivir a Granada empecé a escuchar con cierta alegría las palabras “zarcillo” al pendiente, “saquito” al jersey y “mixto” a la cerilla. Creo que es el unico lugar de España donde se sigue usando, si exceptuamos a Santa Coloma de Gramanet, que como usted sabe hay una nutrida colonia de ecijanos.
Estimado amigo Jubilado: Efectivamente lleva usted razón, durante mi destino en Málaga también dichas palabras las escuchaba, pues la idiosincracia de nuestro léxico andaluz no tiene comparación, pues las palabras responden a la realidad exacta de lo que significa. De todas maneras la mayoría de las nuestras no las escuché nada más que en esta bendita tierra. Saludos.