Écija – El Portal Temático Cultural

No es raro que un torero o un cantante medite sobre su arte, sobre su oficio o su vocación, pero alegra cuando lo hace, es un indicio de que lo vive y lo ejerce con pasión, con afán de superación y con decisión de constante descubrimiento y de reconocimiento de ese arte verdadero en que la vida se pone delante de un toro, frente a frente, o de ese otro arte real, incontestable, donde el sentimiento que brota de la sangre llega a hacerse pellizco del cante grande  –“del burladero de los miedos al tablao del duende”, en feliz metáfora literaria y sentencia filosófica del maestro Manuel Martín Martín (2012).

Francisco Peña Peláez (Écija, 1969), valientemente también ha ido forjándose con ética y estética una personalidad como escritor autodidacta, como compositor musical, como conferenciante,  y como emprendedor competente: su relato con cosmovisión autobiográfica; sus letras flamencas, toreras y cofrades por sevillanas, tangos, bulerías, soleares, seguiriyas… trasminan siempre una intensa fuerza interior, vital, necesitada de un cauce expresivo  –torero, flamenco, cofrade, musical o literario– que como un reguero de sangre que le galopa todo su cuerpo le impulsa a encontrar el cauce dinámico de la acción creadora con la verdad por delante hasta encontrar el estado de gracia. El uso recurrente de la primera persona, interna y autobiográfica; los constantes verbos de movimiento, propios de quien ha llevado el nombre de Écija por tantas plazas y países del mundo; su cosmovisión cristiana confalonera, fraguada desde su cuna en el barrio de la Victoria, donde muy pronto aprendió a asumir responsabilidades, se funden y se confunden con su innegable pasión de la tierra ecijana:

                        …que ni Jerez ni Triana

                        vengo de tierra de torres

                        y haré sonar mis campanas.

                                           …

                        Si me quedo en la Victoria

                        o en la calle Zamorano,

                        y es que sale el Confalón

                        y el Cristo de los Gitanos

(En las siguientes sevillanas grabadas en Radio SAFA, podemos escuchar estas estrofas)

A salvaguardar, a proteger y a amparar esta creación artística ecijana que bulle a borbotones en el fuego interior de un hombre consciente, competente, compasivo y comprometido como Paco Peña llega con acierto la Asociación Cultural “Amigos de Écija”, que en su IX Aniversario organiza el acto de presentación del primer libro del famoso banderillero ecijano: El cante y los toros como yo los siento, primos hermanos. La velada tendrá lugar el próximo sábado, día 28 de septiembre, a las nueve de la noche, en un escenario idóneo, con solera: el Casino de Artesanos (1862-64), sede en su día del mítico Círculo Taurino –al que iba el autor acompañando a su padre–; de la Tertulia Literaria Ecijana, de múltiples y diversas actos flamencos, taurinos, carnavaleros, poéticos, académicos…

Una nueva cuadrilla de banderilleros presentadores (el arquitecto,  académico y escritor Javier Madero Garfias, entre ellos), picadores con bordones y mozo de espadas acompañarán al maestro tauroflamenco, auténtico protagonista de la velada, cuya peña de seguidores, aficionados, lectores y espectadores sigue creciendo cada día en un cuarto abierto de los juncales en que no falta el recuerdo de ese florilegio literario ecijano tauroflamenco ancestral, jalonado por ecijanos de oro como Manuel Balmaseda y González, Benito Mas y Prat, Manuel Díez Crespo, Agustín Rivero, la Tertulia Literaria Ecijana, Tertulia Poética “Hontanar”, Manuel Martín Martín, Chemi López… El libro, al que Paco Peña ha dedicado tres años de forja bien meditada tras sus veintitrés acompañando a primeras figuras del toreo y cuando ya estaba cantando –recién nacido su hijo Enrique–, plasma sus vivencias focalizadas desde la narración interna de la primera persona, autobiográfica, que produce en el lector una impresión de verosimilitud, de verdad; evoca su trayectoria humana, artística y profesional y va comparando desde ángulos diferentes el toro y el cante, “primos hermanos”, pues son de una misma familia: “En el toreo se muere de verdad, por eso es el arte más verdadero que existe; el cante, con su puesta en escena, la peña… se parece en muchas cosas”.

Temple y compás van alternándose en la lectura atenta del libro, que no defraudará a sus lectores: con un estilo natural, puro y verdadero, de escritura semejante a su forma de hablar, se trata de una obra para ver,  leer y escuchar (portada: Antonio Prieto García; diseño y maquetación: Juan Jesús Aguilar Osuna y Pascual Carmona Marín. Asimismo,  contiene el código QR que permite a su usuario acceder con facilidad a la página web de “Amigos de Écija” en que se alojan cinco pistas de audio cuyas letras se encuentran publicadas en el propio libro y que fueron grabadas en los Estudios de Radio SAFA por el profesor Juan Palomo: guitarra: Paco Fernández; palmas y coro: José Arroyo e Ismael Asencio; recita: Javier Madero), que les permite conocer de forma directa y cercana, en dieciocho tercios-trancos o capítulos, las nociones principales del arte flamenco, “instante y destino”, y, confraternizados, los rasgos esenciales de la tauromaquia, al tiempo que, conmovidos, el itinerario espiritual de su autor, que, al compás de sus letras flamencas y de las selectas ilustraciones de su trayectoria profesional y artística incluidas,  expresa sus “sentimientos negros íntimos”.

En suma, retocando los pétalos de un poema tauroflamenco de Juan Manuel Díaz Baena, otro torero ecijano de oro, concluimos que Paco Peña

«Tres cosas lleva prendidas

dentro de su corazón,

cante y toreo van unidas,

y para alumbrar su vida,

su Cristo de Confalón»

                                                   Ceferino Aguilera Ochoa

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