Écija – El Portal Temático Cultural

El pasado 4 de octubre, día para la memoria de quienes amamos la guitarra y admiramos a sus hacedores más relevantes en la historia contemporánea. Cádiz se viste de gala y acoge la celebración de los 60 años de artista -¡grande, grande!- del amigo y maestro Paco Cepero, el músico con el bordón menos sobornable de su tiempo.

A través de su guitarra se puede contar la historia como sucedió, la de un jerezano que no se dejó vencer por la tristeza ante sus ojos vacíos, buscó todo lo que le podía servir para su obra hasta en las esquinadas líneas del cielo, y sumó todas las fuerzas de su interior para ganarle la batalla al futuro.

Y así fue. Creó pupilos cantaores, fue admirado por los guitarristas de su tiempo y los que vinieron después, y hasta Paco de Lucía copió sus aldabonazos. Ha compuesto, además, más de 800 títulos que están registrados en la SGAE, aunque la mejor composición, sin duda, es su familia, y ya no le tiene miedo a perder el futuro que ha construido porque hoy Paco Cepero es el destino de un presente que se nos acaba al igual que las horas que faltan para que Cádiz le de lo que le negó la Bienal de Sevilla y se rinda a sus pies.

Enhorabuena, pues, porque para Paco Cepero la música es la expresión del alma, es el sentimiento hecho sonido, es el lenguaje sin palabras, sólo sonidos que puedan hacer vibrar corazones de emoción, de alegría, y algunas veces de tristeza.

La música de Paco Cepero es arte y es asombro, es amor y es disfrute, es fuego y rumor de espuma silencioso, pero también es sentimiento puro que fascina. En definitiva, la música de Paco Cepero es el himno de un sueño de amor y, por tanto, la más erótica de la historia del flamenco: provoca al conocimiento, embriaga, seduce, dialoga y es amante de la sabiduría de sus mayores.

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