Écija – El Portal Temático Cultural

Pablo Casado vinculó la llegada ayer del Open Arms al puerto de Algeciras con más de 300 migrantes, 100 de ellos menores no acompañados, con el supuesto ‘efecto llamada’ asociado a esa política ‘buenista’ que achaca al gobierno de Pedro Sánchez. Andrés Conde, director ejecutivo de Save The Children España, hace un rato en la Ser ha puesto las cosas en su sitio: “no existe el efecto llamada, existe el efecto expulsión”. De hecho, muchos de estos chicos escapan de la guerra en Somalia y Siria y probablemente han sufrido abusos de todo tipo.

A mí, lo que me llama la atención de Pablo Casado es que siendo tan joven (37 años, creo), tenga tanta mala leche. Que mienta adrede para seguir alimentando esos bulos, esas fake news sobre la inmigración, sólo para contentar a su electorado más derechista. Que exhiba sin pudor tanta insensibilidad ante un drama como el que han pasado, y siguen pasando, esos cien menores y muchísimos más.

Tal vez debería pensar si esa línea argumental le es rentable. En Andalucía, primera convocatoria electoral desde que él preside el PP, no lo ha sido, al menos en términos de respaldo en las urnas. Si su candidato andaluz va a presidir la Junta, no va a ser gracias a que su partido haya experimentado un crecimiento espectacular que le proporcione la investidura, sino porque ésta se la van a facilitar los votos de otros dos partidos, uno de ellos de ultraderecha. El PP ha perdido más de 300.000 votos, 6 puntos porcentuales y siete escaños respecto a 2015. Conviene recordarlo porque parece que se ha olvidado; no sólo la izquierda, PSOE y Adelante Andalucía, han perdido votos el #2D, también el PP.

He aquí la prueba perfecta de lo que ya se ha comentado en otras ocasiones: la asunción por parte de la derecha en principio moderada, de las propuestas de la extrema derecha, su blanqueo, sólo sirve para reforzar a ésta. Ahí tenemos su brutal irrupción en nuestro Parlamento. Gran servicio el que PP, y C’s, por supuesto, han hecho a nuestra democracia.

Hala, buen sábado.

by