MIS DESEOS PARA LA NAVIDAD DE TODOS LOS DÍAS por Francisco J. Fernández-Pro
Querido amigo:
Llegadas estas fechas, en los últimos años fui jugando con las palabras y mi sentido más íntimo de la Amistad, para trasladar mis deseos a la gente que aprecio. El resultado fue que, con la experiencia acumulada, esa relación se fue agrandando como una bola de nieve nada fría, más bien lo contrario: caliente, toda llena del latido con el que siempre intento escribir cuando lo hago.
Pues bien, revisados mis anteriores deseos y añadidos otros nuevos que, durante los últimos doce meses fui descubriendo, ahora te deseo las mejores cosas que se me ocurren:
La Vida me enseñó la importancia de la paciencia y de la constancia para poder afrontar las dificultades…
…por eso, te deseo que en tu Vida encuentres los obstáculos suficientes y precisos, para que tomes conciencia del valor que tiene el trabajo bien hecho y la alegría que proporciona la meta conseguida con esfuerzo; y también te deseo que sientas el dolor mínimamente indispensable, para que puedas calibrar el verdadero valor de la alegría y de la felicidad; y, lógicamente, la fuerza necesaria para soportar ese dolor y el suficiente Amor para compartirlo.
Y, como la Vida me enseñó lo importante que es saber valorar todo lo que nos rodea, por muy pequeño que nos parezca…
…te deseo que sufras alguna vez las ausencias imprescindibles, para que aprendas a valorar lo que tienes a su lado; y que, todos los días, sepas renovar el espíritu con el que contemplas a los seres que tienes cerca.
También la Vida me enseñó la importancia de la Amistad y de sus dones…
…por eso, te deseo que la tuya te procure la soledad y las dificultades suficientes, como para que puedas apreciar el verdadero sentido y el valor de la solidaridad y del compañerismo.
Pero como, igualmente, la Vida me enseñó que no hay nada peor para la verdadera Amistad, que la soberbia y la prepotencia…
…te deseo, también, que te topes con gente valiente que te hablen de frente, que sepan criticarte con justicia y que, de vez en cuando, puedan arrebatarte tus argumentos, para que así puedas comprender el valor de la humildad y asimiles que todos nos podemos equivocar.
Y, como otra cosa que aprendí, es que lo importante consiste en vivir cada segundo en toda su intensidad,…
…te deseo que, hasta que no pasen muchos años, la Vida no te conceda los grandes objetivos que sueñas, pues así tendrás la necesidad de hallar en cada instante -por muy pequeño o muy insignificante que te parezca-, el auténtico valor que posee la aventura de vivir.
Te deseo, en fin, que la Vida se te llene de las sombras necesarias para que puedas apreciar el valor de la luz; pues la lección más importante que me enseñaron mis días, fue que la mejor forma de conseguir la felicidad, es aprendiendo a vivir con la dignidad del Hombre que, cargando con su humanidad a cuestas, halla en cualquier circunstancia, la forma de construir -desde el Amor, la Amistad, la Razón y la Justicia- la alegría y la esperanza de los demás.
Feliz Navidad y venturosos años por venir.
Un inmenso abrazo.
Paco.
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