Écija – El Portal Temático Cultural

Siempre me he preguntado lo que significa locus amoenus (`lugar ameno’) y, ahora que lo sé, pienso cuál sería mi lugar ideal, y dónde sería feliz.

Mi paisaje ideal sería una playa con un sol brillante, con el agua cristalina y la arena firme. Grandes palmeras, plantas frutales y florales. Enormes rocas, donde el mar rompe con sus constantes olas. En el medio la suavidad de la arena como un inmenso patio decorado con restos de conchas perdidas por el oleaje desde su fondo inmenso. Y desde ya lo más bello todo lo que me puede dar mi vista, alegría, sentimientos: el mar dibujado con la salida y el ocultamiento de un cálido sol; con la llegada de la brisa del anochecer admirando sus brillantes estrellas y la luna, su dulce protectora; tumbada sobre la espalda del mar cristalino. El olor de la mezcla de la arena y el agua del mar. El cantar de las pavanas al amanecer. Ese fuerte oleaje del viento de levante.

Pero en realidad, para mí, después de este pasado año tan duro lleno de altibajos, hay muchos más significados de locus amoenus, como un recuerdo, un momento pasado… Porque lo que hace la vida amena, en mi opinión, son esas personas que te pueden hacer reír o llorar, pero que te hacen feliz.

Lo que antes dije sería mi paisaje ideal, pero para ser mi verdadero locus amoenus deberían estar mis seres queridos, mi familia, mis amigos, los que no he podido ver este año, y claramente los que nos han dicho adiós.

Por lo general así sería mi locus amoenus, sin ninguna duda.

 Laura Martín Estévez

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