Écija – El Portal Temático Cultural

Ahora que finaliza el mes de mayo he de confesar que me llamó la atención la celebración de una serie de actos programados para el “Día de la Mujer”. Pregunté y me informaron que se habían prolongado  desde el 8 de marzo a los meses de abril y mayo.

Creo que está bien eso de dedicar todo el tiempo posible a lo que vale la pena… y, desde luego, siempre merece la pena defender y vindicar los derechos de cualquier ser humano. Sin embargo -como Humanista declarado- siempre propuse que debíamos acordarnos de TODOS los seres humanos y, entre ellos, de los más indefensos sin ningún otro tipo de diferencia, no sólo respecto a su condición sexual sino, también, en cuanto a cualquier estadío o fase biológica en la que se encuentre (a fin de cuentas y, como ya demostró la Ciencia, un ser humano es una Vida en desarrollo desde su concepción hasta el último segundo de su existencia)

Es curioso pero el mes que siempre se consagró a la Vida, este año se ha convertido para la Vida en el más nefasto desde hace siglos. Apenas desembarcado en él, los miembros del devaluado Tribunal “Constitucional” -llevando el sectarismo a su máximo exponente- acabaron refrendando el disparate de la Ley de plazos para el aborto dando vía libre al asesinato indiscriminado de seres humanos en sus inicios.

 La mitología clásica marcaba ya, en estas fechas, el regreso anual de Demeter desde el Inframundo para visitar a Perséfone y generar, con ello, el continuo reinicio cíclico de la primavera. Posteriormente fueron los cristianos los que lo consagraron a María, la Dadora de la Vida (Madre de Cristo Redentor). Sin embargo, este año todo este canto a la Vida se fue al garete: una lástima para la Sociedad Occidental a través de los siglos y de sus diferentes culturas. Justo en el mes de mayo, los miembros de este Tribunal nepótico de pringados hasta las cachas con sus fobias, sus filias, sus consignas y sus intereses partidistas, han roto con los principios más elementales de la Biología, la Lógica, la Razón y la Justicia, para “legalizar” la condena a muerte de los seres humanos más indefensos: los que no pueden moverse ni huir ni quejarse ni buscar ayuda; los que no tienen voz ni, a partir de ahora, derecho alguno.

Retorno al principio. Si es bueno que haya cosas que recordar todos los días del año, bueno sería que -por haber sido en mayo cuando se cometió la felonía- sea este mes de la Vida, el que dediquemos a homenajear a tanto niño asesinado “legalmente” y, de paso, reivindiquemos los derechos de los que aún aguardan en capilla.

Bueno será, aunque sólo sirva para darle voz a los que no pueden hablar o sólo sea por no guardar el silencio cómplice de los que callan.