LOS NOMBRES DE LAS PARADOJAS por Francisco J. Fernández-Pro
Las “paradojas” son los dichos o los hechos contrarios a la lógica y por eso, para mí, España –en sí misma- resulta una paradoja. Supongo que será porque aquí habitamos los españoles y en nuestro genotipo, el de la paradoja, es alelo dominante y por eso andamos como alelados.
Tal es así, que en esta piel de toro no hay sitio, ni momento del día, del que no surja una paradoja, un sinsentido provocado por nuestras incoherencias; hasta tal punto que nos ha crecido una costra y parece que, ante tanto despropósito y disparate, ya nos quedamos tan panchos. Por eso, yo me entretuve hoy poniéndole nombre a las paradojas.
Esta semana, por ejemplo, pensaba la paradoja iletrada que supone que, estando al nivel educativo en el que estamos, el Gobierno apruebe leyes que permitirán, a nuestros chavales de secundaria, conseguir sus títulos académicos sin tener que aprobar las asignaturas. Supongo que así tendrán más tiempo para el Gran Hermano y las botellotas. Pues digo yo que, tras esta paradoja ignorante, no deberíamos sorprendernos si una tal Belén Esteban saca un libraco contando sus intimidades y venda cien mil ejemplares a veinte eurito el despelote.
Paradoja cagona me resulta el trato entre algodones que nuestra Justicia y el Gobierno de España, dispensa a los gestores de la Generalidad catalana que, debiendo miles de millones de euros en Sanidad o Servicios Sociales, gastan millones de los contribuyentes en un desafío soberanista sin futuro posible, abriendo embajadas que no sirven para nada, haciendo viajes de tutiplén a sitios donde nadie los recibe y retratándose –envueltos en la estelada- con el único individuo que les promete su apoyo,… y que resulta ser el último golpista de facto de un país democrático, en el que intenta hacerse fuerte ejerciendo de tirano de paramilitares y encarcelador de hombres que se atreven a defender la libertad y el bienestar de un Pueblo empobrecido por su patológica megalomanía.
Sin embargo, a esta hay que sumarle la paradoja del despiste, que surge cuando, casi la mitad de los catalanes apoyan a estos individuos y que casi todos los demás españoles cometemos la injusticia de meter en el mismo saco a todos los catalanes, incluyendo a los que son mayoría y los sufren más que nosotros… y, puestos ya, me parece una paradoja timorata que los responsables de hacer cumplir las leyes, no actúen contra todos los que se las están pasando por los forros.
Más, tirando de este mismo hilo, aberrante paradoja es que, debido al estropicio de la crisis, haya habido pobrecitos obligados a delinquir para poder comer y estén purgando sus culpas entre rejas, mientras que los responsables de esa crisis que los llevó a tales extremos, sigan en sus poltronas con sueldos de escándalo, coches oficiales y pensiones vitalicias.
Aunque paradoja jodida es pensar que los que están en la cárcel sean las víctimas de esa “crisis económica” y los que están fuera, no sólo sean los gestores que la provocaron o no fueron capaces de preverla, sino los que la aprovecharon para ponerse las botas hasta el sobaco.
Pasen y vean: sólo los gestores del Ayuntamiento de Marbella birlaron 2400 millones de euros de los contribuyentes; la mafia de los Pujol despistaron 3000 millones; el PP -con lo de Bárcenas, la Gurtel y la Púnica- llegaron a los 420 millones; el PSOE -sólo en Andalucía con los ERES y los Cursos de Formación- se chuparon la friolera de 3200 millones de euros; y, ya puestos, hasta algunos miembros de la Familia Real, “casi sin darse cuenta -o sin saber cómo-“, sisaron 6 milloncejos de los españolitos alelados… y lo peor es que la cuenta suma y sigue.
Injusta paradoja, que haya tantos pobrecitos en la cárcel y tanto sinvergüenza campeando a sus anchas. Paradoja indignante, que muchos de esos pobrecitos lo estén, por culpa de los sinvergüenzas que deberían haber defendido sus derechos al trabajo y al pan.
Por otro lado, hay una paradoja ética que nace dessde esta nueva clase política de Podemos, que se presentaron como los defensores de estos desvalidos, los salvadores de la patria, desgañitándose contra los corruptos y los tiranos,… y resulta que, desde siempre, se han nutrido de corruptos y tiranos: los asesoraron antes y ahora los defienden.
Incongruente paradoja la de esta gente que, cuando consiguieron los votos para estar en el Congreso, los cambiaron por el circo ambulante de un autobús hacia ninguna parte, perdiendo la oportunidad de trabajar como se debe en un Sistema Parlamentario… y estúpida paradoja la de conseguir ser elegidos y usar sus derechos parlamentarios para dar espectáculo y amagar con una moción de censura sin apoyos –es decir, sin ton ni son- y, por tanto, con el único objetivo de perpetuar en el seno de nuestro Congreso, la manipulación, el desahogo del populismo y el claro boicot a un sistema parlamentario, que debería servir para construir –sólo parlamentando- un mejor futuro para todos.
También ocurrió esta semana pasada que ciertos individuos, le echaron guinda al ambiente y saltaron con el Cara al Sol en el entierro del que fuera ministro franquista, José Utrera Molina. Diría yo que ésta fue una paradoja chula y desacertada. Franco murió hace más de cuarenta años, ¿cómo se puede seguir siendo franquista? Un gesto así sólo se puede entender desde el espíritu de la confrontación.
Más, siendo objetivo, este asunto es tan intrascendente -por inútil y ridículo-, que hasta me parece una paradoja legal que los mismos podemitas de antes pusieran la voz en grito y exigieran la actuación de la fiscalía, por el acto de desahogo de unos carcas que añoran lo que ya no puede volver ni hacer más daño, mientras que –al mismo tiempo- apoyan, asisten o se hacen cómplices de los que celebran en Cataluña preconizando la desobediencia independentista o los que se realizan en el País Vasco como homenaje a los asesinos de ETA, en las mismas narices de sus víctimas.
Pero es que la de Podemos es una paradoja sectaria y ésta, aparte de injusta, suele resultar ignorante, por eso fue que ellos, los aliados de IU, le pidieron a la fiscalía su inmediata intervención contra los tenores franquistas y en favor de la Memoria Histórica.
Ya lo escribí en otras ocasiones, pero una de las mayores paradojas de la Historia del siglo XX –y que ha traspasado la frontera del XXI- es la enorme hipocresía con la que se han tratado los símbolos políticos de los Sistemas criminales. Es la paradoja desmemoriada o de la (des)Memoria Histórica. Si la simbología nazi fue erradicada y prohibida, ocurriendo lo mismo en nuestro país con la que usaba Franco (que, por cierto, no era suya), ¿por qué no se hizo lo mismo con los símbolos comunistas? Supongo que será cosa de la paradoja diplomática que nace de la hipocresía de los poderosos.
Sin embargo, la razón es tan objetiva, que a ésta podríamos hasta llamarla la paradoja de la justicia matemática. En su día –con absoluta lógica- se prohibió la cruz gamada de los nazis, ya que su régimen asesinó a más seis millones de personas. Siguiendo la misma lógica, yo me pregunto: ¿por qué no se hizo lo mismo con la hoz y el martillo comunista, cuando sus regímenes asesinaron a más de cien millones de inocentes y aún sigue la cuenta?…
Es terrible pero, a veces, cuando analizo los datos objetivos y aplico la lógica, me indigna tanta incoherencia, tanto cinismo y tanta paradoja.
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