LA REPANOCHA por Francisco J. Fernández-Pro
Esto es la repanocha. Resulta increíble la cantidad de despropósitos y estupideces que se cometen en este país de sátrapas y desagradecidos. Hay quien se empeña en hacer bueno aquello que decíamos en pleno franquismo de que España era Una, porque si hubiera otra, ya nos habríamos ido “tós p’allá” ¿No van a querer irse los catalanes, si hasta yo me lo estoy pensando?
Es inexplicable que, después de tantos años, unos tontos de capirote quieran tirar por la borda del esnobismo el enorme sacrificio de toda la gente que, durante décadas, trabajaron duro para romper barreras y olvidar agravios, con la esperanza de poder reconocernos un día, para dialogar y trabajar juntos, mirándonos de frente, intentando superarnos, respetándonos unos a otros y conquistar, así, entre todos, no sólo un prestigio fuera de nuestras fronteras, sino la propia –y tan necesaria- autoestima, que andaba tan chuchurría.
Después esos años de sacrificios y de renuncias, me pregunto cómo hemos podido engendrar esta generación que -de tan preparada que está- abomina de nosotros, se avergüenza de tanto esfuerzo y ha olvidado lo que fuimos, lo que somos y lo que sacrificamos
No nos equivoquemos: la mayoría de esta generación de españolitos –a la que tenemos como la mejor formada-, no es otra cosa que la generación zombi del guasap; la que deambula por las calles casi sin alma, sin advertir el mundo que la rodea, sin mirar a los ojos, sin saludar a nadie, sin acariciar a los niños que juegan, sin sonreírle a los vecinos, sin darle los buenos días ni a la madre que la parió (eso sí, parloteando incansable con seres invisibles, a través de los auriculares o de las yemas de los dedos, encallecidas ya en el puro vicio de los móviles).
Quizá por eso hemos llegado adonde hemos llegado. Una gran parte de nuestros jóvenes no tiene conciencia Identidad. Me temo que se han globalizado tanto, que ya no saben quienes son, de donde vienen y, lo que es peor, hacia donde se encaminan.
Esta generación, en gran parte casi perdida, porque deja que cantos de sirenas los estrellen contra los grandeshermanos y el yutube que, al final, son los que deciden por ellos; pues, para muchos de nuestros jóvenes, sólo lo que le dicen desde el ciberespacio resulta fiable, sólo en él encuentran ejemplos que imitar. Así nos va y así nos va a seguir yendo como no lo remediemos.
Lo dicho: con esta generación no harán falta independentistas para desmembrar España, ni catedráticos de la Memoria Histórica para que nos olvidemos completamente de lo que fuimos y de todo lo que tuvimos que trabajar para seguir siendo. Para conseguirlo, sólo habrá que seguir promocionando los móviles de nueva generación y los “realitís” de Telecinco
¡Hay que joderse! ¡La cosa me tiene pasmao!… que, ¿por qué digo todo esto? ¿Que a qué viene todo esto? Pues a que la señorita que este año representará a nuestro país en Eurovisión –elegida por la audiencia desde los móviles de los cojones- cantará ¿nuestra canción? en inglés.
Seguro que los llanitos estarán encantados (por lo menos, los poquitos que saben inglés), el problema es que los muchísimos españoles que no sabemos, ni nos sentiremos representados por nuestra representante, ni podremos evitar la impotencia de no tener ni pajolera idea de lo que estará cantando en nombre de España… ¡la repanocha!
Es el fenómeno mas idiotizante, por lo instantáneo, del que hemos sido objeto en los últimos años.
En cuanto a lo de representarnos en inglés en Eurovisión, solo faltaba que encima ganáramos….. Como diría Forges;….. sincreible..¡¡
Amigo JUBILADO, creo que el problema ni siquiera es que a nuestra juventud le de por cantar en inglés y quieran cometer la catetada de representarnos en la lengua de Shakespeare… sino que cosas como esta, son la señal inequívoca de la invasión anglosajona que estamos sufriendo a todos los niveles de la sociedad y, lo más grave, que ocurre cuando la mayoría de nuestros hijos, por desgracia, no sabe hablar ni el español… no hace falta más que escucharlos conversar en la calle (y no digamos nada sobre la ortografía de los “Guasa”… porque ¡eso sí que es una guasa!)
Un saludo muy cordial.