LA PAZ NO ES UN CAMINO DE ROSAS por Rosa María Victorio Raya (alumna 1º de Bachillerato)
¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar qué es la paz? Parece una pregunta fácil, pero no lo es. El ser humano desde sus inicios siempre ha necesitado paz para convivir. En la época primitiva, los nómadas que existían necesitaban alimentarse y llevarse bien para así poder llevar una vida más agradable y llevadera. Mediante la caza, ellos tenían lo suficiente para el día a día, pero claro, siempre y cuando ellos tuvieran cubiertas sus necesidades básicas, no había problemas. Por el contrario, ya empezaba a haber luchas y disputas cuando veían un rechazo o una inferioridad respecto a otros grupos de seres humanos que estaban un peldaño más allá.
A día de hoy, esto sigue ocurriendo. Mientras que no nos falte de nada, siempre va a existir paz y seguridad. Por el contrario, si ya nos falta lo imprescindible, van a existir disputas y peleas que son las que van a hacer que el concepto de “paz” se lo lleve el viento. Esto es algo que se ve muy bonito si nuestra vida fuera un camino de rosas, esperanzas e ilusiones. Tan cierto es que exista paz como que haya disputas ya que el ser humano no es estrictamente un ser racional. También nos definen las emociones y los impulsos.
Desde mi punto de vista, basándome en el día a día, es verdad que nuestro alrededor puede cambiar. Creo que en cada granito de arena de todos y cada uno de nosotros está la clave. De nosotros tiene que salir hacer un mundo mejor, ayudando al prójimo, buscando la paz, siendo conscientes de que todo lo material no es lo que vale… Nos enfadamos con nuestros padres por no llevar las mismas zapatillas que Paul Gasol o no tener la misma raqueta que Nadal, ya no solamente eso sino por no tener algo que nuestro más íntimo amigo tiene. Ahora formulo yo una pregunta: ¿hacemos todo lo que está en nuestras manos para construir un mundo más justo e igualitario? ¿Ayudamos al de al lado?
Siendo consciente del mundo que nos rodea, debemos pensar que todo esto no figura solo en películas. Creo que a nadie nos gustaría estar pasando por malas rachas toda la vida y si no queremos esto, debemos plantearnos cambiar ciertas actitudes que no colaboran para hacer un mundo mejor.
En definitiva, hay una frase que resume todo esto. Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.
Rosaría María Victorio Raya
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