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En un paso significativo hacia la posible canonización, la figura del médico y laico Ignacio Osuna Gómez, quien falleció en Córdoba a la temprana edad de 49 años en septiembre de 2006, ha sido propuesta para la beatificación. Tras años de recopilación de testimonios y evidencias de su vida ejemplar, una Comisión pro beatificación ha sido establecida para promover su causa hacia la santidad.

Ignacio Osuna Gómez dejó un legado imborrable en las comunidades donde ejerció la medicina, desde La Coronada hasta Fuente Obejuna, y finalmente en Baena. Su compromiso con el servicio a los demás y su profundo sentido de la fe lo convirtieron en un referente para muchos, tanto dentro como fuera de la Iglesia.

En el día de ayer, miembros de la Comisión pro beatificación de Ignacio Osuna Gómez se reunieron con el director del secretariado de las causas de los santos, el sacerdote diocesano Miguel Varona, para presentar formalmente su propuesta. Encabezando esta iniciativa se encuentran Fernando Osuna Gómez, hermano del médico, y José Manuel López, en representación de la Comisión.

La causa de beatificación y canonización de Ignacio Osuna Gómez está siendo dirigida por su hijo, Ignacio Osuna Crespo, quien actúa como ecónomo, y Rafael Benjumea Gómez, en calidad de secretario. La presencia de Estela Gómez Martín, madre del médico, durante esta primera visita al Secretariado Diocesano para las Causas de los Santos, destaca la importancia y el compromiso de toda la familia en este proceso.

Junto a los familiares, también estuvo presente el sacerdote Fernando Flores Pistón, cuya estrecha relación con el médico rural añade un testimonio valioso a la causa.

Entre los documentos entregados se encuentran numerosos testimonios que respaldan la fama de santidad y los signos de virtud de Ignacio Osuna Gómez. Estos documentos serán sometidos a un riguroso estudio, siguiendo los protocolos establecidos por la Iglesia antes de la apertura formal de una causa de santidad.

El camino hacia la beatificación y canonización es largo y requiere un meticuloso proceso de investigación y discernimiento. Sin embargo, el testimonio de aquellos que conocieron a Ignacio Osuna Gómez y fueron testigos de su vida y obra, proporciona una sólida base para esta iniciativa.

La propuesta de beatificación de Ignacio Osuna Gómez no solo reconoce su vida ejemplar y su dedicación al servicio de los demás, sino que también destaca la posibilidad de encontrar santidad en la vida cotidiana y en las profesiones seculares. Su legado continuará inspirando a generaciones futuras, independientemente de los resultados de este proceso, como un recordatorio del poder transformador del amor y la fe en nuestras vidas.

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