La Écija Monumental en riesgo de derrumbe si no se toman medidas urgentes
El tiempo es el factor primordial para evitar un desastre anunciado de nuestra Écija Monumental.
Muchos han sido en los últimos años las promesas y compromisos desde el protocolo el 10 de octubre de 1990 para la restauración y rehabilitación del conjunto de torres y espadañas y su iluminación, pero actualmente esisten en peligro inminente algunas de sus torres, como las Gemelas y la de Santo Domingo, que está protegida por una malla para evitar que los cascotes caigan a la vía pública, tal como viene denunciando la Asociación de Amigos de Écija. Cada vez es más frecuente ver cercada parte de nuestros monumentos, como ocurre también en la torre de Santa María.
Tal como informa Juan Méndez Varo, vicepresidente de la asociación, “raro es el día o la noche que alguno de los vecinos de Santo Domingo no escuchan caer algún elemento de mampostería, algún cascote”. No hay que olvidar que las Torres Gemelas tuvieron que ser reparadas de urgencia tras sufrir la caída de un rayo en 2014, que dañó a la torre izquierda de dónde calleron numerosos cascotes a la plaza Vélez de Guevara y daños de bastante consideración en un edificio ya de por sí considerado «en ruina total».
Es estos días, la prensa digital como El Correo y La Nueva Andalucía , se hace también eco de este desastre en el que hay que incluir los conventos abandonados, sin ningún tipo de cuidado y cuyo final, si no se remedia, está ya anunciado.
En su día se destruyó uno de los lugares más emblemáticos de nuestra Ciudad, El SALÓN y si nadie lo impide ni se manifiesta a favor de las denuncias que se están realizando, continuaremos perdiendo gran parte de nuestro patrimonio.
Artículo en El Correo (pulsar)
«Ese partido se suspendió en el primer tiempo», dice con metáfora deportiva Méndez Varo. El incumplimiento de ese protocolo de rehabilitación de las torres y espadañas ecijanas movió a Amigos de Écija a anunciar acciones legales contra la Junta de Andalucía que la entonces delegada provincial de Cultura, María Isabel Montaño, consideró que debían dirigirse «a la Iglesia que es la propietaria», además de matizar que lo firmado en 1990 «no es un convenio ni obliga a nada, simplemente refleja una voluntad».
Artículo en La Nueva Andalucía (pulsar)
Écija ahora está necesitada de ayuda, una ayuda que no es sólo para la ciudad, porque el Patrimonio es un bien de todos, una riqueza común de todos los andaluces, un recurso económico de los que no se pueden reducir al punto de ubicación.
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