LA BROMA por Francisco J. Fernández-Pro
Julito era un chimpancé del zoológico al que le enseñaron a dar la mano con gran cortesía y a mover entusiasmado la cabeza, asintiendo ante cualquier pregunta o comentario que se le hacía.
Un día, Pepe, su cuidador, le procuró un pincel, pinturas de varios colores y un lienzo en blanco. El chimpancé garabateó el cuadro como pudo y a Pepe – que era bromista empedernido – se le ocurrió presentarlo a un certamen de fama internacional.
El fallo del jurado le daba el primer premio a Julito porque, aunque la obra sólo le había gustado a uno de sus miembros, había sido al Presidente que, para todos los demás, era el que mejor comprendía el Arte y, ante sus opiniones –conscientes de su mediocridad-, guardaban el más respetuoso de los silencios.
El fallo del Jurado, dictado por el propio Presidente, decía así: “… el autor ha sabido plasmar en su obra el sentido más profundo del surrealismo sobre la abstracción del espacio más complejo, impregnándolo del hiperpolicromatismo más sugerente y la más arrolladora espontaneidad”.
En la entrega de premios Julito, aunque algo desgarbado, iba hasta con su corbata, daba la mano a todos, tal y como le habían enseñado y, de la misma forma, a los continuos parabienes y cuestiones que le planteaban sus admiradores, emitía sonidos incomprensibles y asentía. A todo y a todos, decía que sí.
La señora emperifollada del Presidente le decía a su marido:
- ¡Qué simpático es! Pero parece un mono, ¿verdad?… Aunque, si nos fijamos bien, hasta tiene un cierto atractivo, como de rebelde… No sé, algo distinto.
El hombre, con cierta indulgencia, miró a la mujer desde su altura de sabio por decreto y, con una sonrisa, respondió:
- Querida, la genialidad es así…
MORALEJA: En España, la mayoría suele ser tan susceptible y tan crédula, que esto nos pasa hasta en las Elecciones Generales.
Interpretado literalmente es un simpático y ameno cuento. Leído entre líneas se descubre una ácida y acertada crítica. Y no soy el presidente de ningún certamen. Sólo un lector del montón. Muy buen trabajo.
Amigo mío, gracias por leer… y por interpretar.
Un abrazo.
Buenísimo, como siempre, sobre todo la última comparativa, la moraleja, jeje. Y por cierto que esto es como aquellos dibujos animados que presentaba el Sr. Búho, que decia que iba a contar a los niños “un cuento, pero un cuento que es verdad…” Pues eso…., que este caso ha sido real varias veces. Un abrazo
Querida Amiga, disculpa la demora, pero estuve liado con problemas de salud familiar y hasta hoy no he visto tu comentario.
Como siempre, gracias por leerme y por participar añadiendo tus acertados comentarios a mis artículos.
Que paséis un magnífico verano.