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La Universidad de Valladolid acogió el pasado 14 de abril la Fase Nacional de la XXIX Olimpiada Española de Física, que contó con la participación de unos 140 estudiantes de Bachillerato, de un total de 45 distritos de toda la geografía española y que viajaron a Valladolid acompañados por sus profesores de Física del instituto. Como en ediciones anteriores, el evento fue organizado por la Real Sociedad Española de Física.

Fueron 7 horas de problemas, cuestiones y prácticas de laboratorio sobre Física que cada uno de los estudiantes tuvo que resolver. Se concretaron en 3 horas de laboratorio durante la mañana del sábado y 4 horas de problemas y cuestiones ese mismo día por la tarde. Para llegar a este momento, previamente los alumnos tuvieron que superar la fase provincial. En el caso de Sevilla se celebró el pasado 27 de febrero y Lucía Santiago alcanzó el primer puesto. Solo los tres alumnos mejores de cada distrito universitario pudieron participar en la fase Nacional.

En un excelente ambiente de camaradería y compañerismo, estudiantes de casi todos los rincones de España disfrutaron de su interés común por la Física. Muchos de ellos confesaban sin rodeos su pasión por esta materia, y aspiran a dedicar sus futuros estudios al grado en Física, al doble grado en Física y Matemáticas, o a Ingenierías.

Se repartieron medallas de oro, varias de plata y otras de bronce, así como menciones honoríficas, tratando de dar justo reconocimiento al esfuerzo y trabajo de muchos alumnos. Solo los que se alzaron con la medalla de oro tendrán opción a representar a España en la fase internacional e iberoamericana. La primera se celebrará en Lisboa, el próximo mes de julio, mientras que la iberoamericana tendrá lugar en octubre en Puerto Rico. Lamentablemente, y hasta la fecha, el Ministerio de Educación y Ciencia no parece haberse hecho eco de esta oportunidad y está en el aire que estos alumnos acudan en representación de España a sendas ciudades. El argumento es una incomprensible falta de presupuesto para que se trasladen a esos lugares.

El mérito de la alumna del IES Nicolás Copérnico es triple, si se tiene en cuenta que algunos de los alumnos premiados cursaban el Bachillerato Internacional, que ya desde el primer curso cuenta (además de otras asignaturas) con 5 horas semanales exclusivamente para la Física y otras 5 horas semanales para las Matemáticas, repitiéndose esas mismas horas en segundo de Bachillerato (frente a las solo 4 horas semanales para la Física y la Química en primero y 4 horas semanales para la Física en segundo).

La de Valladolid (y el logro de Lucía Santiago así lo pone de manifiesto) es una muestra clara de que la Ciencia en nuestro país, y la Física en particular, no es algo a lo que la sociedad deba dar la espalda. El futuro de una nación pasa justamente por sus estudiantes y por la labor de los políticos de turno y los poderes públicos, a quienes con demasiada frecuencia se les llena la demagógica boca afirmando apoyar la Ciencia y la Investigación, pero que rara vez lo plasman en hechos. Pasa también con los medios de comunicación, que deberían dar difusión y visibilidad a eventos como el de Valladolid y sus logros, en vez de rellenar páginas o minutos de telediario debatiendo si fue o no penalti lo que le hicieron a Ronaldo. Desafortunadamente, muchos de estos jóvenes premiados (y no premiados) en Valladolid y otros tantos sitios acabarán cruzando nuestras fronteras para hacer Ciencia en otros lares. Muchos sin billete de vuelta. Penoso. ¿Qué hace falta para que reaccionemos?

Información: Juan Jesús Aguilar Osuna

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