Jaime González-Écija, triunfador del ‘Circuito de Novilladas de Andalucía’. Comentarios en los medios de su gran actuación
Una vez más, el novillero ecijano se ha proclamado, con todo merecimiento, ganador de una contienda y con un premio que le va a permitir torear en las dos principales plazas de toros de España: La Maestranza de Sevilla y Las Ventas de Madrid, además de recibir como trofeo una obra en exclusiva del artista jerezano Balcris realizada para la ocasión.
La Fundación Toro de Lidia y Junta de Andalucía, pusieron en marcha este proyecto conjunto que ha constado de cuatro novilladas picadas incluyendo la gran final de de ayer en Úbeda. En ella han intervenido los triunfadores –a juicio del jurado-, de cada una de las novilladas celebradas, y han sido: Emilio Silvera (Huelva), Jesús Rivero (Cádiz) y Jaime González-Écija (Sevilla). Se ganaron su pase en los tres festejos clasificatorios celebrados en Aracena, Sanlúcar de Barrameda y Antequera.
Su actuación ayer, que le valió hacerse con el triunfo, la sintetiza así, Álvaro R. del Moral, en su columna de El Correo de Andalucía:
Lo importante ahora es glosar y valorar la proyección del novillero ecijano Jaime González-Écija que ya marcó algunas diferencias en el tercer festejo clasificatorio. El joven torero de la ‘Sartén’ ya colocó su nombre en la primera línea informativa del mundo taurino a raíz de su triunfo en el ciclo veraniego de noveles que se celebra en la plaza de la Maestranza. Dos meses y medio después volvió al coso sevillano para cerrar el festival del Baratillo y la Esperanza de Triana. De ahí a anunciarse –con el covid por medio- en este particular ‘Circuito de Novilladas’ sólo había un paso.
Y el triunfador volvió a enseñar que tiene sentido del temple y la colocación; que sabe encajarse con los novillos y que hasta maneja cierto sentido escénico que le podrían poner a la cabeza del escalafón novilleril cuando pasen estos tiempos bárbaros. Lo pudo mostrar con un novillo, el segundo, algo parado y a la defensiva. Fue más lo que se vislumbra que lo que pudo demostrar con ese animal que acusó el fuerte puyazo recibido. El quinto, distraído y con algún defecto en la visión, fue un bocado más duro para el aspirante ecijano que se vio cogido en no pocas ocasiones…
La revista especializada Mundotoro, define así su actuación con los dos novillos:
‘Mostachón’ saltó el segundo lugar. Un utrero negro salpicado chorreado muy en el aire del anterior. Jaime lo lanceó con buen manejo capotero a la verónica aunque tal vez los terrenos no fueron los más propicios para ello. Sin embargo la expresión del lance fue de alta nota. Una vara sin demasiado castigo. Brindó a sus compañeros de cartel. González Écija contribuyó una faena al alza epilogando con unos ayudados por alto y unos doblones muy toreros. Antes fue sobando a su astado y llenado la escena a pesar de la falta de poder del segundo. Se afligió muy pronto ‘Mostachón’ y pareció lastimarse en uno de pecho. El sevillano mostró inteligencia en su estructura y puso más de lo que su novillo le ofreció. Paso el falso a la primera y estocada al segundo intento.
‘Blancaflor’ el quinto. Novillo hondo de amplía badana y presencia. Écija lo saludó con pulso a la verónica y verticalidad. Más expresivo por el izquierdo. El embistió en rectitud sin obedecer a los toques. Eso lo hizo durante toda la lidia. González Écija basó su quehacer por el pitón más potable ante uno que estaba amagando con rajarse al sentirse podido. Embistió siempre con el pitón de fuera y el sevillano a base de paciencia lo fue desengañado en naturales con recorrido. No viajó hacia atrás para no acusar más lo que hacía por el derecho que era quedarse debajo y tirar una cornadita. Por ese no tuvo ni uno aunque con raza lo intento en un par de veces. El astigitano volvió a dejar su personalidad sevillana en una faena intermitente debido a la escasa colaboración del quinto. Se atascó con el descabello. Ovación tras aviso.
Otras de las publicaciones de este espacio taurino, Cultoro:
Sensacionales fueron las verónicas de recibo de Jaime González-Écija al segundo del festejo, otro animal muy serio de estampa, aplaudido por ello de salida, y burraco de capa. Por delantales también de bella estampa fue el quite del sevillano, que cuidó la floja condición del animal de Guadalmena. Fue ese el borrón de un segundo capítulo en el que el joven estuvo más esforzado por mantener en pie a su oponente que en torear, pero lo poco que le dejó hacer el de Guadalmena lo ejecutó el sevillano con máxima limpieza y mucha estructura mental. Sobre todo, destacaron los soberbios naturales al gran concepto del novillero hispalense. Tras un primer encuentro fallido con el acero, tumbó al animal a la segunda y paseó una oreja.
En La Vanguardia:
También fue aplaudido el segundo novillo por su presencia, un torito que tuvo excelente tranco pero una acusada falta de fuerzas. Lo toreó González-Écija con solvencia con el capote, tanto a la verónica como en posterior quite. A media altura confeccionó un trasteo de excelentes formas, con suavidad pero sin poder apretar del todo al novillo.
Falló en el primer intento a la hora de la suerte suprema, para cobrar a continuación una excelente estocada. Cortó una oreja.
Con el segundo de su lote, quinto de la tarde, González- Écija volvió a mostrar sus credenciales, pechando con un novillo bronco y difícil, imposible por el lado derecho. Al natural pudo expresarse en muletazos sueltos. Mató de estocada trasera y desprendida y saludó una ovación.
En el Mundo:
El triunfador del certamen es Jaime González Écija que cortó una oreja al primer novillo de su lote. Por encima de los trofeos quedó su buen corte y la intención de torear siempre despacio. El espigado torero sevillano quiso agradar desde el saludo de capa y en un quite con buen aire. La faena al novillo con calidad fue de ir haciéndolo hasta llegar a un momento en el que mostró todo su toreo lleno de expresión, relajado. La espada fue certera al segundo intento. Si en ese pudo mostrar su buen trazo, su buen sentido del toreo pese al contado poder del oponente, en el quinto demostró su arrojo ante un novillo con transmisión por su guasa por el pitón derecho y su embestida huidiza por el izquierdo. No se cansó el torero de Écija hasta imponerse (saludos tras aviso).
(Fotografía portada realizada por José Luis Reyes)
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