¿HOY TAMPOCO? por Alexandra Magdalena Ionescu (Alumna 1º de Bachillerato)
A menudo solemos poner excusas para disimular nuestra pereza o falta de interés, la mayoría de las veces afirmando no tener tiempo y culpando al día y a la noche por nuestras negligencias y distracciones. Ni siquiera deseamos considerar que podría ser nuestra culpa por no gestionar bien nuestro tiempo; en nuestra mente, sostenida por la gran arrogancia de muchos, se encuentra la idea de que es culpa del tiempo por no ser más generoso con los mundanos. ¿No éramos nosotros quienes lo habíamos inventado?
Cierto es que, dependiendo de la situación, veinticuatro horas justas no bastan para alcanzar tus objetivos: si deseas ser millonario, lo más probable (a no ser que un milagro ocurra) es que no lo logres en veinticuatro horas. Tampoco podemos esperar que en ese periodo de tiempo tan breve nos dé tiempo de aprender un nuevo idioma o convertirnos en deportistas de élite, pero, ¿quién dijo que necesitabas lograr tus objetivos en tan solo un día? La clave del éxito no es darlo todo por un par de horas y rendirte al día siguiente al no ver apenas resultados, eso solo sirve para agobiar mentalmente a las personas y alimentar la impaciencia. El “truco” está en ser constante, ir sin prisas, pero sin pausas, disfrutar cada hora sin distraerte ni un minuto con cosas que no te beneficien.
En definitiva, eres dueño de tu propio tiempo. A todos los sujetos de este mundo se les otorga la misma cantidad de horas, es cuestión de persona y mundo saber aprovechar ese tiempo de mejor o peor manera. Como dijo Peter Duker, “lo que se puede medir, se puede gestionar”.
¿Por qué el tiempo no iba a poder ser domado por ti también?
Alexandra Magdalena Ionescu
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