GRIÑÁN Y LOS PAYASOS (CON PERDÓN…) por Francisco J. Fernández-Pro Ledesma
A los políticos de la Junta de Andalucía se les van acabando las ocurrencias y los trucos. Es normal. Llevan mucho tiempo viviendo del ilusionismo y de las payasadas.
Este último truco de Griñán, espantadas, focos mediáticos, victimismos, cambios de despachos, es tan viejo como la historia del mundo y sus desgobiernos. Lo dejó escrito Lampedusa en su Gatopardo, “haz una revolución para que todo siga igual”.
Griñán sabe que con lo que está cayendo necesita montar un circo a toda costa para que sus malabaristas puedan seguir llenándose el buche; y lo monta, ¡vaya si lo monta! A fin de cuentas, son ahora esos malabaristas los que tienen que salvarle el culo a él, nombrándolo senador, intocable para que la juez Alaya no pueda hincarle el diente. Griñán sabe que a otros jueces no hay que temerles tanto, menos a los que andan por las esferas contaminadas, en esto del poder político y judicial pasa lo mismo: a mas altura, menos vergüenza.
Y lo peor, es que a los andaluces nos seguirán obligando a pasar por taquilla para seguir llorando con los mismos payasos de siempre (y que me perdonen los payasos)