FUSIÓN ENTRE LECTURA, TECNOLOGÍA E IMAGINACIÓN por Juan Palomo
En los tiempos actuales, el género literario o las publicaciones escritas continúan vigentes a pesar del chaparrón de información que recibimos por otros medios, (televisión, internet, cine, etc.). Lo que sí pienso es que esta forma tradicional de leer también puede estar acompañada por otros métodos acordes con las nuevas tecnologías, sin dejar nunca de lado la textura, el olor y la visión del escrito en que nos sumerge el tradicional papel.
Esas otras vertientes, en lugar de suplantar, lo que pretenden es facilitar al lector ─o mejor llamaremos “interactuador”─ una manera más amplia de recibir la información escrita, sin dejarla de lado cada momento. La comodidad y los medios que nos permiten esto son fundamentales para no desvincularnos de la trama, ni apartarnos de la concentración que necesita la lectura de un libro. Igualmente, los medios cada vez más novedosos y al alcance de cualquiera hacen posible estos ingredientes que siguen manteniendo el sabor añejo y tradicional.
Pensemos, por un instante, que la imaginación siempre ha sido fundamental a la hora de saborear una buena lectura, lo cual quiere decir que no voy a descubrir nada nuevo. Las descripciones, la trama, los momentos… en definitiva, la visión del autor en sus palabras escritas, sufren una transformación y se ven reflejadas en la mente del lector, donde, de forma asociada a situaciones vividas, las hacemos reales en nuestra imaginación, trasladándonos a esa nueva dimensión que nos proporciona la lectura de un libro.
¿Lo que yo imagino es exactamente de la misma forma que lo vio o imaginó el autor? Si me hablan de un lugar donde nunca he estado y junto al texto no aparece ninguna imagen, ¿me lo puedo imaginar tal como es? ¿No es verdad que en una obra trasladada al cine, por ejemplo, la mayoría de las veces se trata de la obra del guionista y no del autor, a no ser que se localice en lugares reales cuando han sido descritos? Pero, ¿y si no es así? ¿Y si solamente estaba en la imaginación del que lo escribió?
Muchas de las obras llevadas a las pantallas no se podían haber realizado sin los medios actuales, donde no se puede diferenciar la realidad de la ficción. La idea primordial está ahí, pero el resultado también. Pienso que este aspecto puede dar lugar a esas palabras que hemos escuchado en más de una ocasión cuando comentamos con alguien del resultado de un libro que ha sido convertido en película: …a mí me gusta más el libro que lo que he visto en el cine… Quizás puede ser porque no se ha adaptado a las expectativas que nos había ofrecido con anterioridad nuestra imaginación y lo que hemos visto no nos cuadra con nuestra realidad creada.
De todo esto y de la lectura de un libro, se pueden sacar conclusiones las que se quieran, y unas serán positivas y otras no tanto:
- Podemos compartir la realidad o dar forma a nuestra propia obra.
- Quedarnos en lo superfluo o profundizar.
- Caminar de la mano del autor o encontrarnos a veces perdidos y mal orientados.
En todo caso, lo que sí es verdad, es que el trabajo de la imaginación está por encima de todo, y que eso no nos lo puede arrebatar nadie.
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