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El periodista y escritor protagonizó un emotivo pregón centrado en la fe, la esperanza y la  caridad, en la fría mañana del 15 de diciembre

La Iglesia de la Victoria acogió el pasado domingo uno de los momentos más esperados del calendario cofrade de Écija: el pregón de la Esperanza, a cargo del periodista y escritor Francisco Robles. A las 13:00 horas, los primeros compases de marchas procesionales interpretadas por la Asociación Musical Álvarez Quintero de Utrera llenaron el templo, marcando el inicio de un acto cargado de emoción y significado.

UNA PRESENTACIÓN QUE MARCÓ EL INICIO DE LA MAÑANA
El frío de diciembre no fue impedimento para que numerosos asistentes se congregaran en torno a este evento. Manuel Fernández Romero, encargado de presentar al exaltador, abrió el acto con unas palabras que resaltaron el paso del tiempo y cómo los momentos clave del calendario litúrgico y festivo marcan nuestras vidas. Con un repaso que fue desde los carnavales de febrero hasta el mes de María, pasando por la Cuaresma y la Pascua, Fernández introdujo con cariño a Francisco Robles, destacando no solo su trayectoria como escritor y periodista, sino también su calidad humana y su ejemplo de superación personal.

UN MENSAJE DE ESPERANZA Y SUPERACIÓN
Francisco Robles tomó la palabra y, con una lectura pausada y serena, compartió con el público asistente un pregón que giró en torno a las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Con un mensaje profundo y lleno de sentimiento, el exaltador no solo reflexionó sobre el significado de la esperanza en la vida cristiana, sino que también compartió su propia historia de superación.

Desde que sufrió un ictus en 2020, Robles vive con una nueva perspectiva de la vida, abrazado a su cruz y consciente de que aún le queda camino por recorrer en este mundo.

Su experiencia personal sirvió como ejemplo para recordar a todos los presentes que la esperanza es un faro que nunca debe apagarse, incluso en los momentos más oscuros.

El público, atento y conmovido, recibió con calidez las palabras de Robles, quien consiguió transmitir un mensaje claro y directo en un pregón que, aunque breve, fue profundamente emotivo y dejó una huella imborrable en los corazones de los presentes

RECONOCIMIENTOS
El acto concluyó con un gesto de agradecimiento por parte de la Real y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Penitencia del Bienaventurado San Francisco de Paula, Santísimo Cristo de la Sagrada Columna y Azotes, Santísimo Cristo de Confalón, Nuestra  Señora de la Esperanza y de la Purísima Concepción de María. La hermandad entregó un cuadro conmemorativo tanto a Francisco Robles como al director de la Asociación Musical Álvarez Quintero, que este año acompañará a la cofradía en su salida procesional del Jueves Santo.

UN BROCHE DE ORO PARA UN ACTO MEMORABLE
El pregón de Francisco Robles quedará en la memoria como un canto a la esperanza y una invitación a vivir abrazados a la fe y la caridad. Su testimonio de vida, marcado por la superación y la confianza en Dios, fue un recordatorio de que, incluso en las pruebas más duras, la esperanza puede iluminar el camino.

La Iglesia de la Victoria se convirtió, por unas horas, en un refugio de reflexión y emoción, un espacio donde las palabras de Robles resonaron con fuerza, inspirando a los asistentes a enfrentar sus propios desafíos con la mirada puesta en el futuro. Sin duda, un acto que refuerza el espíritu de la hermandad y anticipa una Navidad cargada de devoción y sentimiento.

Información: Francisco Durán

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