FITUR Y EL NINGUNEO por Francisco J. Fernández-Pro
Antes me cabreaba, ya no. Antes me indignaba con propios y extraños, ahora me da por reírme.
Los años me enseñaron que de las Administraciones Públicas hay que esperarlo todo, porque en ellas suelen prevalecer los intereses particulares sobre cualquier razón; y, además, la incapacidad de sus incapaces puede resultar infinita.
El ninguneo que ha sufrido Écija en FITUR por parte de la Diputación Provincial de Sevilla, hace unos años me hubiera hecho estallar como un ciquitraque; ahora me lo tomo con filosofía. Haciendo repaso de los planteamientos culturales desarrollados en nuestro entorno, no me extraña en absoluto que esta Diputación haya dibujado un mapa de interés turístico, en el que la Provincia de Sevilla comience en las murallas de Alcalá de Guadaira y acabe justito entre los límites de Marchena y mi amadísima Osuna (mi tierramadre).
Desde hace tiempo a Écija (mi tierranovia) no la dejan ni asomar las veletas; pero yo ya no me cabreo: ya estoy curado de espanto. Con los años, en Andalucía se han ido creando los llamados Grandes Itinerarios Culturales del Consejo de Europa. En 1995 (harán ahora diecinueve) se crearon las del Legado Andalusí, la Ruta del Califato, la de los Almorávides y Almohades, la de los Nazaríes,… Écija, hasta ahora, quedó excluida de todas ellas, a pesar de haber sido la primera ciudad de la Península tomada por los musulmanes tras la Batalla del Guadalete -en el verano de 711- y haber sido nombrada como Medina Alcotón, por la extraordinaria calidad de su producción algodonera; a pesar, de conservar inscripciones -como la de la torre de Santa Cruz- en la que rezan los favores obtenidos, tanto de Abd-ar-Rahaman III, como de la sultana favorita de Alhaken II, la vasca Subb; o de conservar aún, algunas norias ribereñas y parte de sus murallas albarranas y de su entramado urbano; y, sobre todo, a pesar de los más de cinco mil restos hallados en la que, hasta la fecha, es la mayor macbara intramuros excavada en el Mundo (actualmente, estudiados en nuestro Museo Histórico por especialistas de varias Universidades de España, Europa y América).
Pero es que, además, cuando por iniciativa propia tratamos de poner en pie, para el año 2015, el IV Centenario de la Declaración del Voto Concepcionista (en el que también fue pionera nuestra Ciudad, bajo el reinado de Felipe V), nos dejan fuera de una Ruta Teresiana que se va a celebrar ese mismo año y en la que, si bien es cierto, se incluyen ciudades donde la Santa fundó conventos hace cinco siglos, también lo es que incluye a Granada y Santa Teresa nunca estuvo en Granada, pero sí en la Ermita de Santa Ana de Écija donde –según sus escritos y los de Sor María de San José-, el 24 de mayo de 1575, hallaron los únicos momentos de paz y reposo, en su accidentado y calurosísimo viaje desde Bea de Segura hasta Sevilla.
Menos mal que, de todas las Rutas turísticas que se han inventado, al menos nos incluyeron en la de la Bética Romana y no se han olvidado de que Astigi fue uno de los cuatro Conventos Jurídicos de la Bética, siendo una de las más extensas e importantes ciudades del Imperio con un recinto amurallado de más de 70 Has. (sin contar con el tema de Munda, claro… porque Montilla sigue reivindicando con congresos, videos, avenidas, plazas, monumentos y hasta carreras populares, una Munda que saben trascendental y que, sin embargo, cada vez la ven más lejos y es más nuestra, a pesar de sus esfuerzos y de que nosotros no hacemos absolutamente nada para reivindicarla)
Pero, como les dije, ya no me cabreo; si acaso me río (que la cosa parece de chufla)… ¿Qué no?, pues verán ustedes:
Aparte de la Ruta Bética Romana (en la que estamos porque manda uebos), en la otra Ruta que nos incluyeron fue en la de Washington Irving, que se supone, es la que realizó el escritor en 1820 entre Sevilla y Granada -y que él mismo detalla con pelos y señales como preámbulo de sus Cuentos de la Alhambra- pasando por Osuna, Antequera y Archidona, pero no por Écija. Así que, una vez que nos meten… ¡meten la pata!
Por cosas así, al final, ocurre lo que ocurre: que unas chiquitas, con toda la buena voluntad del mundo y poco más, montan un video promocional turístico sobre Écija y, en un diálogo –tan artificioso como surrealista- largan algo así como: “Sí, señora Marquesa, como dijo Vélez de Guevara en su Diablo Cojuelo: ¡este es el más hermoso barroco!”… Sin darle la mayor importancia a un pequeño detalle: que la novela de Don Luis se editó en 1641; es decir, más de un siglo antes del Barroco.
Pero, lo dicho: es mejor no cabrearse. A fin de cuentas, no es cosa de joder el invento por estas minucias históricas.
La pasada semana vi y oí en Tele 5 a Sergio Gracía Dils de la Vega, nuestro arqueólogo municipal, quejarse de los graves destrozos que mostraba la cámara, realizados por unos jóvenes en el yacimiento del Picadero. No vi la noticia por otro sitio. También fue la misma televisión, si no recuerdo mal, la que hizo el precioso vídeo sobre las torres y espadañas ecijanas para hablar de la defensa que hizo la ciudad del dogma concepcionista.
También recuerdo -hace ya bastantes años y estando en compañía de mi querido Fernando Luna- que a mi demanda de por qué cuando uno se bajaba del avión en Sevilla encontraba siempre publicidad turística de Carmona pero no de aquí, uno de los presentes me dijo que Écija era tan bonita e importante que no necesitaba publicidad. De la misma manera que un alcalde al que le sugerí que se moviera con la Universidad de Sevilla en un momento en que estaba abriendo centros de grado medio en otras ciudades, al enterarse de que ya existía uno de ellos en Osuna me dijo que en Écija había que hacer siempre algo diferente. Y no se hizo nada.
Si una televisión muestra interés, supongo que es porque lo tiene. Pero no prestar atención a quien puede hacer algo, eso es otra cosa.
Así lo veo yo, amigo Paco, que te has tomado la molestia de predicar -me temo- en el desierto. Pero sigue haciéndolo, quién sabe…
Querido Amigo:
¡Cuánta razón tienes en lo que dices!…
Por desgracia, ya sabes que he conocido esos casos y esa gente a las que te refieres; y que, como tú, sigo sufriendo a algunos de ellos…
En cuanto a lo actos vandálicos que ocurrieron en la Plaza de Armas (“Picadero”), es el resultado de esa falta, ya no de conciencia, sino de simple educación básica que, por desgracia, existe en la Juventud de hoy en día (los autores eran menores de edad, de esos que juegan a ser hombrecitos a lomos de litronas)
Por ellos, querido Amigo, clamo en el desierto. Por ellos y por sus padres, claro… (que quizá es mejor el intento de seguir formándolos e informándolos -aunque todo quede en saco roto-, que responder al primer impulso de cagarme en la madre que parió a más de uno)
Esperemos que, aún en el desierto, exista el leve paraíso de un oasis que pueda saciar la sed de algún sediento…
Un abrazo grande, querido Amigo.
Que pena de nuestra Ciudad, q sigamos sin defenderla como merece, pero eso va en los astigitanos innato.
Estimado o estimada matelmar (que no lo tengo claro):
Los seres humanos, por naturaleza, solemos tender más a la desidia que acompaña a la pereza, que al compromiso derivado de la diligencia, Igual pasa con la avaricia, la lascivia, la gula, la… (todo esto va tan implícito en nosotros, que hasta la moral católica acabó simplificándolo como los “siete pecados capitales del alma”)
Pero, precisamente por eso, hemos de tomar conciencia de la necesidad de darle la vuelta a la tortilla o, al menos, de aportar nuestro pequeño grano de arena para que esto cambie de alguna manera…
Yo me conformo con estos pequeños debates-diálogos-cambio-de-impresiones que mantenemos en este foro. Estoy seguro de que, entre los que participamos y los que nos leen, siempre habrá alguno que saque conclusiones positivas o se sienta impulsado a seguir intentando el imposible (aunque, como bien dice mi Amigo Luis Candelas, todo acabe quedando en una homilía más para los lagartos del desierto…)
Un saludo muy cordial.
Cuando Yo estudiaba en el San Fulgencio, ya debatíamos los alumnos del bachillerato nocturno, sobre la imperiosa necesidad de poner en valor el impresionante patrimonio artístico de la ciudad. Lo triste es que no hay que culpar a nadie, sino a nosotros mismos. Desde la horrenda construcción de las viviendas del Salón, allá por los sesenta. hasta los sucesivos expolio de restos arqueológicos.
Una ciudad que podría ser un bordado.
Y el ultimo episodio, el del palacio de Peñaflor, o Balcones Largos. Y no pasa nada ni dimite nadie.
Estimado Jubilado:
Estoy absolutamente de acuerdo con usted en su comentario.
De hecho, me pregunto hasta donde llega el ninguneo que padecemos y dónde comienza la dejadez y la omisión por parte de quienes tienen la obligación de gestionar nuestro Patrimonio.
En su intervención, Luis Candelas deja bastante clara la situación.. y créame que es un hombre de dilatada experiencia en estos asuntos, al que Écija y los ecijanos le debemos un montón de cosas buenas.
En el penúltimo párrafo de mi artículo, pretendo hacer una llamada de atención a esos gestores que, incomprensiblemente, dieron el Visto Bueno al video promocional al que me refiero y no advirtieron a sus protagonistas (que, como digo y me reitero, se guían por la mejor de las voluntades) de los errores que pueden cometerse cuando las cosas se hacen sin un previo estudio o sin el oportuno asesoramiento.
Un saludo muy cordial.
estoy totamente d acuerdo con todos gente asi hace falta en este pueblo pero muchos mas
Amiga ecijana:
Gracias por la parte que me toca de su comentario, pero créame si le digo que, en verdad, lo que se hace muy neceario (y cada vez estoy más convencido), es la educación, la concienciación que le debemos a nuestros hijos, para que ellos sí sepan defender lo que es tan de todos.
Como alguien decía: no somos responsables de lo que heredamos de nuestros padres, pero sí lo seremos de lo que dejemos como herencia a nuestros hijos.
Un saludo muy cordial.