Écija – El Portal Temático Cultural

Fco. Fernández-Pro

Confieso desde el principio que, como no tengo suficiente ciencia para describir lo que quiero, a veces recurro a las palabrejas que se me ocurren y que, para mi sorpresa, unas veces existen y, otras –las más- las convierto en neologismos propios, pero que intento que sean fáciles de comprender. Es lo que ha ocurrido con esa “etimopoliticopatología” que encabeza este artículo y que vendría a traducirse como las “causas de una política enferma”.

El caso es que hace un par de días me encontré con mi amigo Luis (le recuerdo a los poquitos que me siguen e informo a los que no lo saben todavía, que mi amigo Luis es un comunista de toda la vida y, por tanto, de cuando ser comunista significaba SER comunista) y, hablando sobre Cataluña y su situación política, el hombre me soltó un expresivo: “¡Este Rajoy es un cagao!…” Se refería, claro está, a la postura del Ejecutivo español, ante las continuas provocaciones del (des)Gobierno de la Generalidad. Lógicamente, que un comunista como él me soltara algo así, me dio que pensar hasta llegar a casa.

Creo que lo de Cataluña es algo triste. Quizá sea porque he tenido la suerte de conocer a catalanes buenos; pero todos los que traté, me parecieron personas magníficas. Sin embargo, a través de la pantalla, se me aparecen estos politiquillos mamones –herederos, los unos, de la mafia de los “Pujoles” y, los otros, de los fanáticos de “Terra Lliure”- y montan un revoltijo en mi conciencia de no te menees; y, cuando digo “mamones”, no es un neologismo, sino la percepción clara de que intentan la Ira, que buscan la confrontación, que desean el intercambio de golpes… y, lo malo, es que me doy cuenta de que ese intento sólo pretende que todos los catalanes –ellos y los que no son tan mamones- se sientan golpeados por los que nos sentimos españoles.

Esa Política tan clara de la Confrontación sólo busca confrontación, no trae nada bueno, no construye, no suma nunca sino que divide y esta gente –que lo sabe- la está llevando a tales cotas que, hasta mi amigo Luis anda ya pensando en la Guardia Civil paseando por la Plaza de las Cortes. Mala cosa que un comunista de toda la vida tenga por “cagao” a un pepero, por inactivo.

La gente del Pueblo es gente sencilla y, aunque no es tonta, como tiene menos ramas por las que escabullirse y menos tiempo que un político, suele tener también menos aguante. Los independentistas catalanes lo saben y están manipulando a los ciudadanos, machacándolos en su aguante: a los independentistas para azuzarlos y a los que no lo son para cabrearlos; y esto sólo puede tener un final jodido (que lo será más, cuanto más tarde en producirse)

El diagnóstico es de gangrena y el pronóstico es muy grave, porque la gangrena no retrocede. La causa ha sido el (des)Gobierno de la Generalidad. El problema es que, la gangrena no se cura con antibióticos: sólo existe el tratamiento quirúrgico y, cada día está más claro que habrá que recurrir al bisturí. Menos mal que tenemos un Estado de Derecho y una Constitución que, no sólo nos permite utilizarlo, sino que nos lo exige.

Ojalá que mi amigo Luis se equivoque porque, a la hora de una intervención, no hay nada peor que un cirujano “cagao”.

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