EL PRIMER MAESTRO COSTARRICENSE, FUE EL PRESBÍTERO ECIJANO DIEGO DE AGUILAR, EN EL AÑO DE 1594 por Ramón Freire
Noviembre de 2015
Ramón Freire Gálvez
Fueron muchos los ecijanos, dentro de las órdenes religiosas y en el ejercicio de las armas, que fueron a la colonización del Nuevo Mundo, dejando incluso su vida en tierras americanas y habiendo quedado muchos de ellos en el más triste de los olvidos, por la falta de datos suficientes que hicieran posible darlo a conocer. Dentro de los muchos ecijanos que tengo anotado en mi archivo, de los que no pude dar cuenta a lo largo de mis publicaciones, y sobre los que sigo indagando, he localizado algunos datos sobre uno de ellos y que dejó una labor importante en Costa Rica que debe ser recordada por los presentes y generaciones futuras, hijo de nuestra bendita tierra astigitana.
Me refiero al presbítero Diego de Aguilar, nacido en Écija sobre mediados del siglo XVI y que, siguiendo su vocación, marchó a Nicaragua, donde dejó testimonios elocuentes de su labor a favor de los habitantes de aquellas tierras.
Como introducción a su pequeña biografía, nos hacemos eco, en primer lugar, del Obispado del ecijano Fray Antonio de Zayas en Nicaragua, dada la relación que existe entre ambos.
Dentro de la Crónica de la Seráfica religión del glorioso patriarca San Francisco, de José Torrubia, Damián Cornejo (O.F.M) de 1756, cuando se escribe acerca del Obispado de Nicaragua o Nueva Granada, hace constar: “Rigiose este Obispado en la ciudad de León de Nicaragua por el Sumo Pontífice Clemente Séptimo, a petición de la Majestad Católica a veinte y seis de febrero de mil quinientos treinta y uno, cuyo primer Obispo fue el Doctor Don Diego Álvarez Osorio, como consta en aquel acto. En San Pedro de Roma se tuvo un consistorio secreto en veinticuatro de Enero de mil quinientos setenta y cinco, en el cual, siendo ponente el Eminentísimo Señor Cardenal Esforcia, se presentó por parte del Rey Católico para Obispo de esta iglesia, el Ilustrísimo señor Don fray Antonio de Zayas, de nuestra Orden y natural de Écija.
Llevó consigo treinta y cuatro religiosos franciscanos para la conversión de los indios y entró en aquel Obispado el año de mil quinientos setenta y siete. Los treinta franciscanos que acompañaron a Fray Antonio de Zayas, fueron todos andaluces a las órdenes del Comisario Fray Pedro Ortiz, teniendo como misión la de erigir en provincia la Custodia de San Jorge de Nicaragua, como así se hizo, nombrando Zayas al citado Fray Pedro Ortiz como Provincial. Trabajó intensa y constantemente para conseguir la conversión de los indígenas, realizando las predicaciones con gran elocuencia… La diócesis de Nicaragua estaba unida a la de Costa Rica, por lo que el Obispado de Zayas abarcaba a ambas, diócesis que al igual que las demás creadas en la primera mitad del siglo XVI, ambas fueron sufragánea de la metropolitana de Sevilla desde que se erigió en 1531, en virtud de la bula de su erección… (Ecijanos en Andalucía, España y el Mundo. Freire Gálvez, Ramón. Año 2010).
Tomando lo anterior, como decía anteriormente, a modo de introducción, llegamos al ecijano Diego de Aguilar, como uno de los treinta franciscanos que acompañaron a Fray Antonio de Zayas a Nicaragua.
Este presbítero ecijano, está considerado como el primer maestro costarricense, pues fue el creador de la primera escuela de Cartago en el año de 1594, quien, según el Obispo Thiel, desempeñó aquel puesto más de cuarenta años, siendo en verdad, en primer maestro de escuela de Costa Rica y así resulta de los testimonios que nos han llegado.
De uno de ellos aportamos: El primer indicio histórico, de un esfuerzo por la educación en sí misma, aunque no del todo al margen de los criterios anteriores, data según el Obispo Thiel, del año 1594, en el que el presbítero Diego de Aguilar, Sacristán Mayor de la Iglesia Parroquial de Cartago, dirigía una escuela elemental en aquella ciudad, quien todavía en 1623, seguía regentándola a pesar de lo avanzada de su edad, prefiriendo renunciar a los cargos que tenía para poderse dedicar a la enseñanza… En el año de 1594, según informe del Señor Obispo Thiel, el Presbítero Diego de Aguilar, Sacristán mayor de la Iglesia parroquial de Cartago, dirigía una escuela elemental en aquella ciudad; todavía en 1623 seguía regentándola a pesar de lo avanzado de su edad, prefiriendo renunciar los cargos que tenía, para poderse dedicar por entero a la enseñanza. El desempeño del Presbítero Diego de Aguilar en aquel puesto, ejercido con cariño y dedicación por más de cuarenta años, es motivo suficiente para otorgarle, con toda justicia, el título de primer maestro costarricense… (5.2 LA EDUCACIÓN EN LA COSTA RICA COLONIAL. Pedro Rodríguez Arce).
De otros testimonios y documentos, relacionados con este ecijano, recogemos: La primera escuela fue fundada en Costa Rica por un sacerdote llamado Diego de Aguilar, el primer maestro de Costa Rica. Era una escuela elemental que existía ya antes de 1594 y al frente de la cual permaneció el padre Aguilar hasta 1623. Este sacerdote fue un gran amante de la enseñanza, a la cual dedicó casi cuarenta años de su vida y en aras de la cual sacrificó otros puestos más lucrativos y honoríficos…
La más antigua de ellas era la de Nuestra Señora del Rosario, fundada aquel año en la parroquia de Cartago; la segunda era la del Santísimo Sacramento, fundada entre 1577 y 1580; la tercera la de la Santa Vera Cruz, aprobada por monseñor señor Zayas en marzo de 1580 y establecida en Cartago l3 de mayo de 1582; la cuarta era la de la Pura y Limpia Concepción probablemente del año 1593 y cuyos estatutos trajo de Guatemala el presbítero Diego de Aguilar… (La fotografía de la derecha corresponde a Cartago en el año de 1850).
El primer maestro que enseñó a los colonos, en el año 1594, fue el presbítero Diego Aguilar, sacristán mayor de la Iglesia parroquial de la recién fundada ciudad de Cartago. Es importante notar las diferencias de clases, pues eran los padres de familias acomodadas de Cartago quienes tomaban la iniciativa para pagar un maestro particular que diera lecciones a sus hijos en la sala del Cabildo o en alguna casa particular, tan pocos serían los alumnos. Así al principio las escuelas fueron privadas y no es hasta más adelante que llegaron a ser públicas, coexistiendo con privadas, para atender a los hijos de los colonos pobres (Antecedentes históricos de la casa de enseñanza Santo Tomás).
Asimismo, Diego de Aguilar, aparece como Mayordomo de la Cofradía de la Vera Cruz de Cartago, en 8 de Julio de 1593.
Solo he pretendido con estas pequeñas líneas biográficas, una vez más, dejar testimonio y reconocimiento a la labor que hiciera en el siglo XVI en tierras americanas durante la colonización, un ecijano, en esta ocasión, el presbítero Diego de Aguilar.
No es posible que sea un maestro costarricense porque Diego Aguilar nació en España