EL PRIMER CANCIONERO DE COPLAS FLAMENCAS, DE UN ECIJANO, SEMIANALFABETO, LLAMADO MANUEL BALMASEDA Y GONZALEZ por Ramón Freire
Noviembre 2017
Ramón Freire Gálvez.
En una de las arterias de la Ronda del Ferrocarril de Écija, existe una calle que lleva por nombre “Poeta Balmaseda González”. Justo reconocimiento a un ecijano, que con muy poca cultura, por no decir ninguna, dentro de su memoria, cultivó grandes cantidades de letras flamencas, que como verá usted querido lector más adelante, gracias a Luis Montoto y Antonio Machado, fueron recogidas en lo que se llamó Cancionero de coplas flamencas y con ello perpetuaron la memoria de este también ilustre astigitano.
Lo que sigue, es a grandes rasgos, una pequeña biografía del mismo, para que las generaciones presentes y futuras reconozcan sus grandes méritos poéticos.
Manuel Balmaseda y González, nació en Écija a las cuatro de la tarde del día 14 de Diciembre de 1856 en el número 9 de la calle Marchena, siendo bautizado al día siguiente, en la Parroquia de Santiago, por el cura Juan Santos Herrera, apareciendo inscrito como “Barmaseda”, hijo de Francisco Barmaseda y Valle González (casados en Santiago ese mismo año), nieto por línea paterna de Francisco Barmaseda y Rosario Borja y por la materna de Juan González y Valle Sánchez (Libro 75 de Bautismos, página 264 vuelta, Parroquia de Santiago).
Pasó toda su infancia en Sevilla. Su infortunada familia vivió siempre al amparo de la marquesa viuda de Casa Tavares hasta el año de 1863, fecha en que murió esta. A partir de ello, la familia conoce la más completa de las miserias, dedicándose a toda clase de trabajos manuales hasta que, años más tarde, obtiene una plaza de mozo de ferrocarriles.
En 1881, E. Hidalgo publicó su obra, con el título de Primer cancionero de coplas flamencas populares a estilo de Andalucía, comprensivo de polos, peteneras, jaleos, soleares y playeras o seguirillas gitanas. El prólogo de esta primera edición dice textualmente:
Carece de instrucción, hasta el punto de no saber leer ni escribir, sino muy defectuosamente, pero en cambio se halla dotado de talento natural, imaginación rica, poética y fecunda, así como gran facilidad para expresar sus ideas y sentimientos…”
También añade el prólogo que: “sus coplas son tristísimas en su mayoría, misteriosas notas escapadas del arpa del genio del dolor, ayes y suspiros de un corazón acostumbrado habitualmente al sufrimiento, voces lánguidas y apagadas, como las del moribundo que exhala su postrer aliento abandonado en la soledad de los campos.”
A pesar de ello, Balmaseda continuaba limpiando coches y cargando bultos en las estaciones de Córdoba, Cádiz y Alcalá. Murió, al parecer, en Málaga, de tisis engendrada por las privaciones.
Las cartas cruzadas entre Luis Montoto y Antonio Machado, con motivo de la muerte del poeta, nos aclaran que murió de inanición, víctima de las hambrunas periódicas que asolaban a las provincias andaluzas. Por ello, su inspiración popular, se encuentra con la presencia continua de la muerte, no literaria sino real.
Pero para comprender mejor, parte de la propia vida del poeta ecijano, a través de Montoto y Machado, se hace necesario aportar algunos apartados de las cartas que, relacionados con el mismo, se cruzan entre ambos.
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★EL PRIMER CANCIONERO DE COPLAS FLAMENCAS, DE UN ECIJANO por Ramón Freire
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