El habla de Écija, si no eres ecijano te costará… y el diccionario ecijano (Écija Historia)
febrero 17
12:06
2017
Recogemos este artículo de la extraordinaria web de Écija Historia, de mi querido amigo Jesús Campos, que fue elegido como mejor artículo de 2013.
Todo aquel que haya mantenido una conversación más allá de la Fuente de los Cristianos o de la cuesta de Astigi sabrá que en nuestra ciudad existe un auténtico universo de vocablos que nos diferencian pero, al mismo tiempo, nos unen. Nadie en Sevilla puede esperar al “trompo”. En Córdoba, muy pocos se pueden sentar en el “rebate” a tomar el fresquito. Nunca se ha visto en Cádiz a alguien probando un “citrato”.
El origen de estos localismos es muy variado. En ocasiones son términos que se han mantenido a pesar del paso del tiempo. ¿Quién no ha escuchado el verbo alcofifar (o aljofifar) y alcofifa (o aljofifa), vocablo de origen musulmán, para referirse a fregar al suelo o a una bayeta. Otro ejemplo, aunque no exclusivo de Écija es “ir a la botica”, por la farmacia, o “comprar al hortelano”, por la frutería.
Muchas veces son palabras transformadas por el uso. “Esaborío” por desabrido, persona seca, descortés,…”An’ca” por en casa, que puede ser desde en casa de la abuela (an’ca l’abuela) o casa de la tía (an’ca mi tía), pero nunca, nunca en su propia casa. En Écija, durante la Semana Santa, hacen estación de penitencia los “revotos”, aunque sean muy devotos, con sus “cucuruchos” puestos y aprovechando las vacaciones los niños juegan “partidos regañaos” en las “barreras” del pueblo.
Puede que estos “ecijanismos” crezcan hasta convertirse en frases hechas. ¿Quién no ha tardado más que la obra de Santa Cruz o ha estado más triste (o aburrido) que la calle Merinos? Sólo en Écija se puede encontrar un “salón” en el centro del pueblo y una calle Nueva que tenga más de cien años. Existe además un verbo ecijano devorador, que fagocita a los demás verbos: “averiguar”. Se averigua desde un problema matemático hasta lo que se va a cenar esa noche.
El “papel arbar”, el “misto”, el agua “chocha”,…¿Un “ciquitraque”? Aquella persona más rápida que las explosiones de unos antiguos petardos. Y, por último, la palabra ecijana por antonomasia: “heyondo”, un término pronunciado con tanto arte que nadie que no sea de Écija se podría imaginar que les estás diciendo que es tan antipático que hasta huele mal (hediondo).
En fín, si algún día os bajáis del trompo en El Salón y no tenéis ganas de comeros unos jeringos o un varguillas enfrente del Piticlín, lo mejor es que toméis un poco de agua chocha en la fuente y, salvando a los niños que juegan partidos regañaos en la barrera, averigüéis como entreteneros mientras dáis un paseo por la calle Nueva. De todos modos, os proponemos un plan: que en el puesto amarillo compréis una bolsita de chochitos y unos citratos, pipas no que sois unos bajos y echáis las escapucias en el suelo y no llevamos ni escobón ni aljojifas; os sentéis en el rebate den’ca vuestra abuela antes que os dé un patalifú y, que no seáis ni heyondos ni esaboríos, y mejor que poneros a ver los periquitos, visitéis nuestro blog: www.EcijaHistoria.blogspot.com. Mira que como no lo hagáis somos capaces de mandaros a unos cuantos lanetos.
Para mas información, consulta el diccionario ecijano:
Artículo: J. Campos – Écija Historia
Lo siento no hay comentarios todavía, pero puedes ser el primero en comentar este artículo.
Escribe un comentario