Écija – El Portal Temático Cultural

Abril 2014
Ramón Freire Gálvez.

Ramón Freire

Nació en Écija, siendo bautizado el día 4 de Febrero de 1823 en la Iglesia de Santa Bárbara, por el cura clérigo de la misma, Valeriano Espina, imponiéndole los nombres de Gabriel María de San Blas, hijo de Sebastián Guerrero Estrella y de Ildefonsa Mantilla (Libro de Bautismos 24, página 306 vta., Iglesia de Santa Bárbara de Écija).

Estudió la carrera de Derecho en Sevilla. Finalizada esta, marcha a Madrid, donde fue oficial del Ministerio de la Gobernación, ostentando el cargo de Magistrado en la Audiencia de la Habana (Cuba). Miembro destacado en una de las divisiones del partido La Unión Liberal, fue diputado a Cortes por el distrito de Morón (1857- 58), así como vocal de la Junta Consultiva de Teatros y Consejero de Ultramar. Autor teatral y periodista, escribió excelentes artículos políticos y jurídicos en revistas y periódicos, formando parte de las redacciones de El Reino, La Política, La Época, La Ilustración Española y Americana; El Espectador y El Siglo, llegando a dirigir La España y El Reino.

Fue uno de los muchos autores teatrales del momento, que tras estudiar Derecho, ejerció el periodismo. Como autor teatral, no fue muy fecundo, si bien destaca en dos obras, una, Los Amantes de Chinchón, parodia de los Amantes de Teruel, pieza tragi-cómico- burlesca, en verso, junto con Juan Martínez Villergas, Miguel Agustín Príncipe y Vidaud, Gregorio Romero Larrañaga y Eduardo Asquerino; la otra, El héroe de Bailén, loa, junto con la Excma. Sra. Dª Gertrudis Gómez de Avellaneda, Adelardo Ayala, José María Díaz, Mariano Zacarías Cazurro, Gregorio Romero Larrañaga, Juan Ariza, Isidoro Gil, Eduardo Asquerino y seguido de una corona poética dedicada a la memoria del Excmo. Sr. General Castaños (La parodia teatral en España. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).

Como poeta, escribió dos dramas, titulados: Don Alfonso el sabio y La hiel en copa de oro, así como las comedias La Gitanilla y El Diablo enamorado, estrenada en 1848; igualmente fue autor de otras composiciones sueltas, como la leyenda Un día en Santa Fe (Los escritores españoles del siglo XIX. Gabriel Estrella, Poeta. Manuel Ovilo y Otero).

El ecijano Gabriel Estrella y Mantilla de los Ríos, junto con otros políticos y periodistas del momento, defendió al periodista venezolano Rafael María Baralt, quien, llegado a Madrid, a mediados de 1846, casi desconocido, se convirtió en menos de un año, en una figura de primera línea, dentro de un período de

extraordinaria fuerza polémica, servida por figuras de la talla de Narváez y de Espartero, de Joaquín María López y de Donoso Cortés. Moderados y progresistas se dividen la arena de la vida pública española.

El eje de este momento histórico se encuentra en el año 1848, en el que los vientos revolucionarios derriban el trono de Luis Felipe de Orleáns y estremecen los de toda Europa.

Los progresistas españoles reciben aliento de esta general sacudida; pero la reacción moderada, utilizando la despiadada energía de Narváez, resiste todos los embates e inicia represiones de dureza impresionante. Baralt se encuentra, naturalmente, en la línea progresista… Explican también que su labor le concitara numerosos enemigos, que apelaron a todas las armas para combatirle. Una de ellas, consistía en negarle el derecho de intervenir en los asuntos de la política española, alegando su condición de venezolano. El Siglo, inserta en su número del 7 de marzo de 1848 una nota firmada por Simón Santos Lerín, Francisco Díaz Quintero, Luciano Pérez Acevedo, Gabriel Estrella, Francisco Orgaz, Nemesio Fernández de la Cuesta, Francisco Martín Serrano, José Mª de la Llana, en la que se defiende su derecho a intervenir en la política como ciudadano residente en España. Otros periódicos, como El Español apoyaron el punto de vista de los firmantes, con elogios que robustecían todavía más su tremenda personalidad… (Baralt, Periodista. Díaz Plaja, Guillermo. Rluz, Marzo 1958).

En 1869, este ecijano se encontraba en La Habana, ejerciendo como Magistrado de su Audiencia y así aparece recogido en El Moro Muza, periódico artístico y literario, número 12 del 19 de Diciembre de dicho año, donde, en un artículo dedicado a los voluntarios montañeses, se recoge: El Sr. Iradier quiso cantar una canción que le pidió la concurrencia; pero se equivocó, porque, en vez de una, tuvo que cantar tres, y aun supo a poco, y en la parte literaria tuvimos el gusto de volver a oír, al cabo de muchos años de ocio poético, a nuestro querido amigo el dignísimo magistrado Don Gabriel Estrella, que leyó estos bellos y fáciles heptasílabos, con que agradó a la lúcida concurrencia que aplaudió su reconocido talento:

AL ARRIBO A LA HABANA DE LOS
VOLUNTARIOS MONTAÑESES

I
¡Oh Cántabros! Se dice,
Allá por vuestra tierra,
Que os agrada la guerra,
Que os disgusta la paz;
Y ¡vive Dios! que nunca,
Con tan marcial divisa,
Buscó el peligro aprisa
Un pueblo más audaz.

II.
Bajáis de la montaña.
Dejáis vuestra floresta
Como quien va a una fiesta
Do le han de sonreír;
¡Oh, sí! Y es fiesta digna
Del bravo genio hispano
Cruzar el océano,
Y en sus playas reñir.

III.
Jamás en la molicie
De hogar pobre y oscuro
Se encuentra el placer puro
Que al hombre le dé el Ser,
El Ser, dando alimento
Y timbres á la historia:
Para vivir sin gloria Vale mas no nacer.

IV.
Tal de vuestros mayores
Fue el arrogante emblema,
Que al pronunciarlo os quema
El noble corazón.
Sí, cántabros, es cierto:
Cuando hay quien valor miente.
La paz cansa al valiente,
La guerra es su ambición.

V.
Y solo, si vencido
El enemigo cae,
O entre sus manos trae
La oliva de la paz;
Entonces grato olvido
Le ofrece generoso
El vencedor glorioso
Que le humilló la faz.

En 1874, Gabriel Estrella y Mantilla de los Ríos, fue separado del servicio, junto con D. José de Villanueva y Montoya, ambos, como Magistrados de la Audiencia de la Habana (Número de Dictamen: 53967. Signatura: U-070-035).

La calidad literaria de Gabriel Estrella, aparece recogida en diversas publicaciones. De una de ellas, relacionada con la dirección de La Época, recogemos: “… Pérez de Guzmán, dirigió La Época durante un breve intermedio en la gestión directorial de D. Ignacio José Escobar: desde 1 de febrero de 1876 al 17 de julio de 1877. Como directores de nuestro periódico, que lo han sido en etapas fugacísimas, hay que mencionar también a D. Juan Mané y Flaquer, el prestigioso maestro del Diario de Barcelona, y a D. Gabriel Estrella, escritor de buena cepa, varias veces diputado y consejero de Ultramar…”

Tan prolífico ecijano, falleció en Madrid el día 17 de diciembre de 1886 y sobre su muerte, en el número XLVII de La Ilustración Iberoamericana, apareció publicada la siguiente nota: “1886. Muere Gabriel Estrella y Mantilla, abogado, periodista y autor teatral nacido en Écija (Sevilla). Ha fallecido en estos días un antiguo periodista, que fue también Magistrado de la Audiencia de la Habana. Don Gabriel Estrella procedía del partido moderado; fue director deLa España, uno de los diarios más importantes del periodo 1848 a 68, e ingresó en la Unión Liberal en una de las divisiones del partido. Había escrito para el teatro y la mayor parte de sus artículos de fondo se publicaron sin firma, por lo cual su reputación política y literaria no era popular, aunque era reconocida en los círculos más inteligentes. Era uno de los representantes acreditados del antiguo periodismo y fue también notable en su tiempo por su arrogante y simpática figura. Descanse en paz aquel amigo nuestro.

A continuación, este portal de ciberecija, contribuyendo con la difusión y conocimiento de nuestra cultura, ha localizado en la biblioteca virtual “babel”, cuatro de las obras más conocidas de este autor ecijano, dando también la opción en la web de “babel”, de bajárselas en formato pdf:

PUEDE LEER LAS OBRAS DIRECTAMENTE EN INTERNET O DESCARGARLAS EN FORMATO PDF DESDE LA PÁGINA DE BABEL, SIGUIENDO LAS INDICACIONES SIGUIENTES:

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