EL CORONAVIRUS, MUNDA Y OSUNA por Francisco J. Fernández-Pro
El coronavirus acabó forzando el aplazamiento de las que iban a ser las primeras jornadas científicas realmente serias sobre la ciudad de Munda, la batalla que se libró ante sus murallas, sus prolegómenos y sus consecuencias. El bagaje académico de los ponentes, nos garantizaban a todos la esperanza de origen que tendrían estas Jornadas para un futuro -a corto, medio y largo plazo- en el que se podrían abordar nuevas iniciativas tendentes a identificar, sin lugar a dudas, la ubicación definitiva de la ciudad que dio nombre al enfrentamiento entre Julio César y los hijos de Pompeyo “el Grande” y que, a la postre, resultaría definitiva para dirimir la segunda guerra civil de Roma y su posterior forma de gobierno.
Detrás de la organización de estas jornadas, una Plataforma creada específicamente con este objetivo por dos asociaciones ciudadanas que se preocupan del Patrimonio Histórico de sus comarcas y que pertenecen a Osuna y a Écija: la Asociación de Estudios Ursaonenses y la Asociación de Amigos de Écija. El compromiso con ese Patrimonio propició que, tras numerosas reuniones en ambas localidades, se firmara un acuerdo de colaboración para la creación de esta Plataforma intercomarcal (otro hecho singular en la vida asociativa de nuestras comunidades).
Pues lo dicho, el coronavirus (o, peor, el miedo al puñetero bichito) han obligado al aplazamiento del evento. Más, como siempre procuro la proactividad, estuve haciendo una reflexión sobre lo que ha pasado durante estos siete meses de frecuentes encuentros y arduo trabajo de organización y he de confesar que el balance me ha sorprendido, sobre todo, por lo que no pude eludir de emotividad (pues sé que la objetividad que pretendía no debí impregnarla con la emoción)
Sin embargo, no renuncio a mi balance. Prefiero pecar de cierta parcialidad, que obviar tanta memoria que me conmueve. A fin de cuentas, tengo la suerte de no ser un investigador ni un científico -que tanto se debe al dato y sólo a lo que debe ser-, sino un simple aficionado a las letras que -emocionándose con cualquier detalle y respondiendo a cualquier pulsión- se sabe con la patente de corso para navegar no sólo por lo que puede ser sino, también, por lo que no puede ser. Por eso mi balance resulta tan subjetivo: porque, aunque siempre estoy regresando, en estos meses me he vuelto a ver implicado de forma especial con Osuna -mi Madretierra-, con mis antiguos amigos y compañeros, con mis hermanos de Cuna. A fin de cuentas, el Espíritu de un Hombre vive de todas sus verdades y en el mío habitan muchas realidades que son de ambas tierras (que son casi la misma tierra) y lo recorre la sangre caliente y revoltosa de los que somos de este Sur de entretorres y barriruelas, que lo mismo late acompasado con los bronces de la Mayor de Santa Cruz (donde está la Señora del Valle, a la que le escribí mis versos), que con el frío por San Arcadio, la caló por Consolación, el solano de mi Colegiata y mi antiguo Instituto -siempre Universidad antigua-, al que subía cada mañana y cada tarde, desde la calle Aguilar, después de los mimos de las tías y el beso, hecho ternura, de la abuela Currita;… y, además de todo esto -mucho antes-, el abuelo Julio y la Calle Sevilla, las acerolas y los majoletos en la Alameda, los paseos por el Lejío, el olor a jazmines por la Virgen de Belén o las damas de noche en el cine San Pedro o el Carretería. A la vez, en Écija, el Parque de Lourdes, el de San Pablo, la ribera del Río, los peces de colores, el sabor a paladú y, también, los jazmines y la dama de noche en los cines de verano,… Lo dije alguna vez: los sabores y los aromas, tienen alas de alma para el Hombre; y quizá, por eso, sea tan fácil para mí sentirme ecijano y ursaonés al mismo tiempo.
El coronavirus ha venido a retrasar los objetivos de la “Plataforma para el Estudio de Munda y su entorno”, pero la Plataforma continuará en su empeño y, de alguna forma, en mí ha tenido un efecto positivo y sorprendente, porque -sin advertirlo- ha catalizado en la Memoria este íntimo orgullo que siento por mi Madretierra y por mi Tierranovia.
Lo siento no hay comentarios todavía, pero puedes ser el primero en comentar este artículo.
Escribe un comentario