Écija, entre los cuatro lugares donde se cultiva el mejor algodón español
En algunas manifestaciones recientes relacionadas con el cultivo del algodón, se reclama un sello de calidad para este producto, que lo diferencien de los producidos en otros países.
Así lo explicó, en una entrevista con Efeagro publicada en Agroinformación, el nuevo presidente del Grupo de Trabajo de algodón del COPA-Cogeca, José Luis Ibáñez, a su vez secretario de organización de COAG-Cádiz, quien ha asegurado que lograr un sello que diferencie la producción europea del resto “es la única salida” para la viabilidad del cultivo en España.
En relación con la producción nacional, “insignificante respecto a la mundial”, ha señalado Ibáñez que el futuro del algodón pasa, a su juicio, por la diferenciación de la materia prima. Los métodos de producción en España y Grecia -únicos países que cultivan algodón, que en otras épocas se conocía como el “oro blanco” por su alto valor económico y aportación al tejido rural- son mejores en lo social, agronómico y ambiental.
Continuó manifestando que tenemos que poner en valor todo eso y lograr el nuevo marchamo de calidad, que se traduzca en un mayor precio” para el producto español, que se cultiva básicamente en el Valle del Guadalquivir.
Igualmente, ha comentado al diario ABC el responsable del sector en la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de España y presidente de la Cooperativa Las Marismas de Lebrija, Jesús Valencia: «Ya no puede ser más sostenible y esto lo convierte en una debilidad en el mercado mundial».
Con esta premisa el sector algodonero sevillano ha encabezado la solicitud de un sello, etiqueta o marchamo de calidad, en el grupo de diálogo civil sobre asuntos agroalimentarios de la Unión Europea, de tal manera que permita diferenciar el algodón europeo (España y Grecia) del que se produce en el resto del mundo, principalmente en Estados Unidos, China, India, Brasil y los países de Oriente Próximo. En estos países «permiten variedades de productos fitosanitarios -para el tratamiento de las enfermedades de las plantas- que aquí están prohibidas, muchos utilizan mano de obra infantil en el cultivo y producción de algodón, y prácticamente todos cultivan semillas transgénicas, algo absolutamente prohibido en la Unión Europea», según manifestó Valencia a ABC.
Siguiendo esta recomendación y con el principal objetivo de poner en valor el producto, las cooperativas no descartan la recuperación y el relanzamiento de la antigua Asociación Andaluza del Algodón. Lebrija, Utrera, Écija y Los Palacios copan el 60 por ciento de la producción española.
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