Écija – El Portal Temático Cultural

Ceferino Aguilera

El Año Jubilar Teresiano (15-10-14–15-10-15), concedido por la Santa Sede a la Iglesia española con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús (Ávila, 1515-Alba de Tormes, 1582), está repercutiendo muy favorablemente en el actual panorama cultural y creyente ecijano. Entre otros actos: el pasado día 19 de octubre, con la procesión[1] de nuestra gran “Doctora mística” –beatificada (1614)[2] y canonizada (1622)– desde la iglesia de Los Descalzos hasta el convento de Las Teresas; los próximos días 7-9 de noviembre, con unas esperadas Jornadas Teresianas organizadas por la imprescindible Asociación Cultural “Amigos de Écija”: una conferencia, a cargo del Padre Juan Dobado Fernández, Carmelita Descalzo, que se centrará en la clave cristológica[3] de esta consumada maestra de la oración[4]; un concierto musical, a cargo de dos experimentados músicos ecijanos,  Francisco José Rivero Pigne (flauta travesera) y Rosa María de la Torre Aguilera (guitarra); y un Recital Poético, certeramente  coordinado y titulado por Francisco José Fernández-Pro Ledesma: “El Espíritu de Santa Teresa: sus versos para Dios y el Alma”, y a cargo del Taller de Poesía y Rapsodia del Colectivo de Pregoneros Ecijanos.

Estas Jornadas Teresianas pondrán en valor ese foco de poetización que también constituye la iglesia del Convento de San José, de las MM. Carmelitas Descalzas (c/ Del Conde, 16), cuyo templo es uno de los cinco designados en el decreto[5] del arzobispo para obtener la indulgencia plenaria durante el Año Jubilar. Un repaso a las crónicas del Carmelo y a las cartas de Santa Teresa, buena “trazadora de versos” cortos , populares,muestra cómo la reforma carmelitana entró de lleno en este ambiente que Amigos de Écija ya está recreando ejemplarmente en nuestra ciudad, tendiendo un puente del presente con el pasado centenario: el movimiento franciscano de la época de Teresa de Cepeda y Ahumada ya venía promoviendo una espiritualidad humanitaria y devota y con ella se produjo un foco de poetización en los conventos. Se trataba de poesía cantada, de canciones devotas que tomaban las letras de la canción popular y de la poesía culta y se «divinizaban»[6].

El Taller de Poesía y Rapsodia del Colectivo de Pregoneros Ecijanos, dentro de la producción literaria de Santa Teresa de Jesús, ha acogido, en comunión con las Madres Carmelitas, un buen grupo de poemas que desarrollan el tema del anhelo místico, en los que Santa Teresa proyecta un torrente incontrolado de intimidad: una vivencia a borbotones reiterativos.  Su poética de la expresión mística se caracteriza, especialmente en los poemas seleccionados, por la sencillez y la sinceridad –normas de su vida y de su obra, salpicada por esa esa graciosa espontaneidad que palpita como ideal de su estilo en la actividad poética teresiana. Como ha puesto de manifiesto la crítica especializada, con este su estilo coloquial Teresa de Jesús se aparta de los letrados y continúa la tradición de los grandes abades monásticos. Tiene también la Santa una intención mistagógica; quiere incorporar, contagiar al lector de su intimidad. Teresa de Jesús es muy profusa en las comparaciones con cosas de lo cotidiano (Dios está entre los pucheros). Tenía una clara y marcada voluntad de estilo: posee el gran genio de revitalizar imágenes que estaban topificadas y fosilizadas. Su enorme carga de dramatismo y efectividad se sustenta en el puro contraste. En un recuento léxico de su obra, no hay lugar para la ornamentación ni los matices: su palabra ascética, simple, contiene el descuido aparente de la lengua hablada.

Sabedora de que lo habitual en los palomarcicos teresianos era lo más popular, una Ecijana de Oro, Guadalupe Valpuesta Güeto[7] (1922-2012), cuya obra literaria –bien salvaguardada  por su nieta Inmaculada Valseca[8]– se publicará el próximo año en Écija en el marco del IV Centenario del Voto Inmaculista ecijano, dedicó varios poemas a la Santa que acometió la reforma del Carmelo y la fundación de nuevos conventos reformados. Suya es la Palabra Poética, rebose del corazón:

A LAS MONJAS TERESAS

A las monjitas Teresas[9]

Y pues Vuestra Santa
A la Compañía tanto distinguió,
Paladead alegres
Esos caramelos en la recreación,
llos hagan dulce
El largo camino
Que hemos de seguir
Por ir junto a ellos
En la perfección.
Junto a almas gemelas
En volcán de amores
Por su Redentor.
Y escribo muy mal…
No sale mejor,
Que en estos momentos,
(Nueve menos cuarto
Del día consagrado
Al Gran Fundador).
Estoy, monjas mías,
Cerquita de un plato
En donde en remojo
Están, a la espera
De la colación,
Pobres garbancitos,
Que, prosa en la vida,
Más que poesía son.
Pero Nuestra Madre
Con gracia sin par
También nos decía
Que entre los pucheros
Estaba el Señor.
Y si tres minutos
Por estas monjitas
Aquí perdí yo,
Si ellas se sonríen,
Estoy muy segura
Me perdona Dios,
Que alegres las quiere
En su recreación.
¡Viva Nuestra Madre!
¡Viva San Ignacio!
El Gran Fundador y …
¡Viva mi España
Donde florecieron
Rosas tan fragantes…
Las que todavía
Esparcen su olor
Por “Palomarcicos”
Y en la Compañía
Que Ignacio fundó!

A Teresa de Jesús[10]

…Y Patrona de escritores
Te ha nombrado Pablo VI!
¡Y yo me siento escritora
Cuando nunca creí serlo!
Tenerte por Abogada,
Por Patrona allá en el cielo,
Me ha hecho ver en mis escritos
Versos, donde no había versos,
Y me siento literata
Sin escribir con acierto.
Y muy segura aún estoy
De que seguiré escribiendo
Lo que Dios quiera que escriba
O no escribir, si no debo.
Porque tú, Madre Teresa,
De España joya y lucero,
Honra de los españoles,
Corazón de amor, y fuego
Que en Dios se abrasa y consume
Acatarás en el cielo
Patronato que te ofrece
El que es Jefe acá en el suelo
De la iglesia que milita
Bajo su velar paterno.
Tú, que al expirar dijiste:
“Hija de la Iglesia muero”,
Al que es su Jefe en la tierra
Obedeces en el cielo.
Por eso tu patronato
Por muy seguro lo tengo
Y solo porque tú seas
Mi protectora en el cielo,
Desde que supe esta gracia
¡Por escritora me tengo!

A la imagen de Santa Teresa[11]

(de nuestro querido colegio)

Un verso no puede hacerle
A esta imagen peregrina
Un verso no pude hacerle
Porque es tanta su poesía
Que no cabe en lo que es
Torpe y atrevida rima.
Mas al pensar hace un rato
Que a “las Teresas” vendría
A entregar la mejor joya
De Hortensia y de Margarita
Esta imagen de la Santa
Que fue su honra y su alegría
Y a cuyas plantas hicieron
Ellas, que, día tras día.
En aquel cuarto de hora
Que la Directora hacía
Con aquella unión con Dios
Que a todas nos transmitía,
Fuéramos gustando todas
De la oración que ella hacía.
Perdóneme, nuestra Madre,
Que al entregarla a estas monjas
Venga a decirle mis rimas.
A la gran Santa Española
Y a sus maestras queridas
Consagro yo una vez más
A los alumnos y alumnas
De aquel colegio que tuvo
Por Patrona y Abogada
A la Española Bendita.
Y a esta Comunidad pido,
Aunque sea una “miraíta”
Por aquellos que al mirarla
Su corazón encendían
En fervores de niñez
Que algún día, cual capullos,
Y virtud se cuajarían.
Y… gracias a Ti, Teresa,
Gracias, Teresa Bendita
Que tú, andariega española,
Me has reservado el favor
De que a tu imagen querida
La pasee por las calles,
Que, senda desde mi casa
Hasta mi colegio hacía,
El que hijo mío será
Suerte tuvo Juan Ignacio
Con llevar en su coche
A la española más digna,
A la mujer que más honra
A España, la patria mía,
Pero si él tuvo la suerte
De entrar luego hasta en clausura
Donde vida de oración
Viven aquí carmelitas,
Yo te pido en este día
A ti, Teresa bendita,
Que a aquel que tuvo la suerte,
Y a la vez galantería,
De acompañarte en tu paso
Protejas siempre en la vida.

Coloquio de amor

by