DOÑA CRISTINA “LA TONTA” por Francisco J. Fernández-Pro
Hace tres artículos decía que, en un Estado de Derecho, deberían existir leyes que, por encima de cualquier criterio subjetivo, defendiera a los inocentes y condenaran a los delincuentes. También decía que, aunque las leyes debían ser iguales para todos, si fueran realmente justas no deberían ser aplicadas a todos por igual. La razón era simple: siempre hay circunstancias alrededor del delito y unas son atenuantes (pobreza, analfabetismo, locura,…), mientras otras son agravantes (avaricia, ambición malsana, crueldad,…)
Por eso, decía que, para mí, idéntico delito –un robo, por ejemplo-, no merece la misma pena si lo comete un parado sin prestación, padre de familia, para dar de comer a sus hijos; que si lo comete un individuo que viaja en un Audi, que tiene un palacete en Pedralbes, que esquía todos los años en los Alpes Suizos y que veranea en Palma de Mallorca (por ejemplo); porque, aunque es verdad que el fin no justifica los medios, también lo es que, hay veces que, en los delitos, lo que hay por medio sangra.
A mi entender, el Caso Nóos, por ejemplo, es un caso en el que la Justicia se tambalea; o, al menos, el fiscal Pedro Horrach que, nadie sabe por qué, ha hecho un aparte con Doña Cristina, la hermana del Rey, en el que, para poder exculparla, trata de presentarla como un ser engañado e intachable, calificándola –de paso- como ingenua bobalicona, tontilacia enamorada y víctima propiciatoria de manejos urdangarínicos.
O sea, que de los cuatro que se juntaban y lo firmaban todo -Urdangarín, Torres, la mujer de Torres y Doña Cristina-, los tres primeros son culpables de malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales… y la Infanta, sólo lo es de haberse dejado engañar. Pues, ¿qué quieren que les diga?: no me lo creo. Para mí, ni Iñaqui es tan listo (que, más bien, es listillo de braguetazo), ni ella es tan tonta (que, más bien, es de las mediocrita borbónicas, tirando a suave).
Lo que pienso que pasa es que, a veces, para la Ley –como para muchos buenos negocios- el caché es el caché, las influencias son las influencias y no hay nada mejor para el trapicheo, ni para salvar el culo cuando llega el caso, que tener un papaíto Rey (… y que no sea de los de la Cabalgata…)
Ahora, el fiscal viene diciendo que Doña Cristina no se había enterado de nada, ni cuando firmó lo que no debía firmar (por amor, eso sí…), ni cuando -con sólo sus dos sueldos más gastos de representación- se metieron en un trampazo para comprar y reformar un palacete en el mejor barrio de Barcelona, tres viviendas menores en Palma y Tarrasa, así como otras propiedades –hasta 16- incluidos garajes, trasteros y aparcamientos, que compartieron como propietarios de su Empresa Aizóon.
Pero es que, además –y por si esto fuera poco-, según la Fiscalía, Doña Cristina está “sufriendo indefensión”… ¡toma ya!; y lo dice el bueno del Fiscal, que no se ha enterado que la mujer está representada por un gabinete de abogados de postín, capitaneados –nada más y nada menos- que por uno de los siete padres de nuestra Constitución: Don Miquel Roca Junyent (ya quisieran esta indefensión los padres de familia, a los que antes me refería)
Pero es que la Historia tiende a repetirse cada cierto tiempo y supongo que ya tocaba: hace quinientos años, en nuestra Monarquía, tuvimos una Doña Juana “La Loca”… y ya tocaba tener una Doña Cristina “La Tonta” (lo malo, es que ésta es de las que vienen con su bote y todo)
No necesita comentario. Es todo tan increíble como pensar que ya hemos salido de la crisis por el hecho de que la prima de riesgo haya bajado (por el apoyo del Banco Central Europeo y el dinero haberse puesto tan barato por parte del mismo para los bancos que estos ya casi no pagan nada por los depósitos a plazo fijo, como consecuencia de la amenazante y seria recesión que ensombrece a Europa) y bajar el gasto exterior por haberse hundido el precio del petróleo como consecuencia de que EEUU se ha convertido de nuevo en un productor de primera con el desarrollo de las técnicas de fracking, lo que, con apoyo de Arabia, le ha permitido hundir la principal fuente de financiación de Rusia, su enemigo de siempre, bajándole los humos a Putin.
Pero si es difícil de creer lo de la salida de la crisis, más difícil es creerse que doña Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia no sabía nada de lo que hacía su enamorado esposo. Aunque todo es posible y pronto todos seremos felices y comeremos perdices.
Efectivamente, es todo tan evidente, que los ciudadanos de tanto alucinar, ya hasta nos molesta que nos hablen de presunción de inocencia y otras lindeces. Lo que queremos ya es justicia. Y no por rencor hacia el personaje por el hecho de serlo, sino porque nos han defraudado tanto…. eran tantos los que se miraban en esa real familia, tan próxima, tan campechana….que decepción.
Pero resulta que esta justicia nuestra, tan lenta, tan garantista, al final llega.
Hace como tres años, tomando un café con un magistrado catalán amigo mio me aseguró que aunque Urdangarín probablemente no devolverí el dinero, lo veríamos en la cárcel, y a su esposa le esperaban malos tragos con la justicia. Yo no lo creí. Ahora creo que sus augurios se cumplirán, porque como el me dijo, se hará justicia, porque no hay opción (ni indulto) y la ciudadanía esta muy sensibilizada ya.