CUESTIONES DE INCOHERENCIA por Francisco J. Fernández-Pro
¡Joder con la incoherencia!
Hace tres artículos hablábamos sobre la coherencia (aunque creo que, en el fondo, en todos los artículos que escribo intento hablar sobre ella) y resulta que analizando, durante estos últimos días, lo que ha estado sucediendo en nuestro entorno, he de concluir (aunque, a priori, pueda parecer un disparate y una obviedad) que los incoherentes -al final- son consecuentes… aunque sea con su propia incoherencia.
Si nos fijamos en la figura de Adolfo Suárez y en su funeral; en las marchas por la dignidad y en los resultados de esa marcha; en las razones del fallo del Tribunal Constitucional sobre el Referéndum Catalán; y, por último, en las declaraciones de los unos y de los otros; podríamos concluir que esta semana hemos celebrado en España la Fiesta de la Incoherencia.
Desde luego, la Incoherencia también necesita de su propia coherencia. Gracias a que la tiene, se perpetúa de alguna forma y podemos reconocer –con el tiempo- a tantos mediocres y rastreros que viven de la hipocresía y que, ante la dimensión de verdaderas figuras que sí supieron ser y permanecer en la verdad de sus convicciones, se nos aparecen disminuidos, muchas veces hasta rozando las proporciones infinitesimales del esperpento.
Enormes figuras, como la de Adolfo Suárez, el hombre que, viniendo de las estructuras de la Dictadura, contribuyó decididamente –y de forma fundamental- a construir las de la Democracia, de la única forma que podía hacerse: desde la bondad del diálogo y el sacrificio de la renuncia. El Político que, de tantos partidos en los que se apoyó, no tenía partidos. El Ideólogo de la Transición, que creía en el consenso con todo el mundo (y eso significa mucho: significa creer en el valor de la Palabra, en la buena voluntad del adversario, intuir que la verdad nunca es absoluta y puede ser compartida; actuar sabiendo que se puede estar equivocado y que todos tienen derecho a ser oídos y a decidir)
Adolfo Suárez era un humanista convencido y creía en la dignidad del Hombre. Quizá, por eso, cuando los hombres ya se habían servido de él, lo crucificaron sin piedad.
Abandonó la escena política: se fue y nos dejó bajo el imperio de la morralla, para resucitar ahora -cuando ha muerto y su figura enorme ha sobrevolado sobre todos- trayéndonos su recuerdo de hombre justo y coherente, y trastocando la conciencia de los que fueron injustos.
Unos lo han reivindicado, otros lo han puesto de ejemplo, los más lo han bendecido;… y, casi todos, lo han hecho desde la incoherencia de los que, en su momento, antepusieron sus intereses particulares, a los de un Pueblo que Suárez servía.
Casi a la vez, los que concluían la llamada Marcha por la Dignidad, se olvidaron la dignidad en cualquier paraíta del camino. Al menos, brilló por su ausencia en las declaraciones que hicieron los organizadores de la marcha, exigiendo la dimisión de un Gobierno democrático. En ese momento, se olvidaron de la dignidad del Pueblo soberano, que vota en las urnas cada cuatro años y cuya voluntad es inviolable.
Después, con sus silencios cómplices, se olvidaron de la dignidad de los servidores públicos que trataban de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos y de los propios protagonistas de la marcha, y que fueron apaleados salvajemente por una pandilla de delincuentes que, habiéndose sumado al despropósito, sólo representaban la barbarie de los sinley, sincivismo, sinrazón y sinvergüenza.
Hoy, miércoles, Arturo Mas y sus socios se olvidan de que la Constitución es la Ley Fundamental que legalizó e hizo posible la existencia de la Generalidad de Cataluña y que, además, es la que otorga, respalda y asegura los amplios poderes que posee. Olvidan también que eso es así, simplemente, por la bondad de su Naturaleza Democrática; ya que, siendo la madre de todas las leyes, un día nos la otorgamos los españoles, para salvaguardar que todas las demás normas que se dictaran fueran generosas con los ciudadanos y propiciaran la convivencia en paz.
Arturo Mas y los suyos, que se han servido siempre de la Constitución para ser lo que son y tener lo que poseen, ahora quieren saltársela a la torera, intentando rizar el rizo y provocar la reacción de nuestro Estado de Derecho.
Sin embargo, en los tres casos citados, prevaleció la dignidad de los auténticos servidores del Pueblo (léase Suárez o agentes del orden público o Tribunal Constitucional), sobre los mediocres, egoístas y rastreros, que andan perdidos, manteniendo sus incoherencias con tal persistencia (o coherencia…), que se obligan –una y otra vez- a repetir despropósitos, a descubrirse en sus contradicciones y a quedar, como siempre, a la altura de una tanga.
“Excelencia, realce. Decoro de las personas en la manera de comportarse”.
Son las dos primeras acepciones de la palabra “Dignidad” del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Esta cualidad de “digno”, no es precisamente lo que demostró la citada marcha. La Dignidad no la proporciona ningún gobierno o partido político, es algo que lleva dentro la persona y, desde luego, algo de lo que carecía el espíritu de estas “Marchas”. Más bien, llevaban las cualidades de “ilegalidad”, pues no vi en ellas otras banderas que las inconstitucionales de la república o las de la URSS, un país extranjero que ya no existe. El salvajismo de su comportamiento porque, no nos engañemos, todos sabemos muy bien, y los organizadores más, como terminan siempre este tipo de actos.
Ni siquiera el Café Gijón, templo de la Cultura y lugar de seculares tertulias literarias donde Valle Inclán, Pérez Galdós, Jardiel Poncela, Muñoz Seca o Camilo José Cela entre otros muchos, eran clientes habituales, se libró del odio y la ignorancia de los “dignos” y fue literalmente arrasado, con riesgo físico de empleados y clientes. Al final, unos daños materiales de más de 600.000 euros que deberían ser pagados por los convocantes pero que, como siempre, pagaremos todos. Los daños morales, no tienen precio, pero también los pagaremos todos. Y son muy caros. Tal vez sean irreparables.
Con ser triste este balance, mucho más lo es la no condena, cuando no la complacencia, de algunos partidos de la oposición y el hecho de que todos los detenidos hayan sido puestos en libertad por un ¿juez? ¡Qué barata sale en este país esta clase de “dignidad”!
Por lo demás, mi enhorabuena a Paco Fernández Pro por lo acertado de este artículo, que comparto desde la primera a la última línea.
Estimado Sr, Fernandez-Pro: Al leer su interesante y bien argumentado artículo, he observado alguno de sus párrafos que, debido a una información incompleta, por una parte y a una posible laguna democrática por otra, me va a permitir manifestar mi modesta opinión.
Cuando usted se escandaliza porque los organizadores de la marcha piden la dimisión del gobierno, quizás se olvida de que están ejerciendo un derecho constitucional, máxime cuando este ha incumplido con su propio programa electoral(que debería ser como un contrato) en reiteradas ocasiones, como usted bien sabe. Luego están legitimados , puesto que la voluntad de los votantes sí se ha violado. (no digo con ello, que no fuera conveniente hacerlo)
Afirma usted por otra parte, que los organizadores no condenaron los repugnantes actos de extrema violencia que todos pudimos observar en los medios, cuando en los mismos medios pudimos ver enfrentamientos verbales de los manifestantes con los extremistas, a los que repudiaban por sus “hazañas”. Incluso han pedido oficialmente que se investiguen a fondo la intervención de estos grupos violentos, que han conseguido enturbiar de tal manera las marchas que apenas se hable de sus motivos.
Permitame sugerirle que los párrafos aludidos, sean objeto de revisión y aclaración con su brillante prosa.
Un saludo desde Granada.
Estimado Señor Jubilado:
Una vez más he de agradecerle sus letras, el respeto con el que las escribe y los distintos –y contrarios matices- que contrapone a las mías.
Se refiere usted a una “información incompleta” por mi parte. No le digo a usted que no; desde luego pudiera ser, ya que estoy seguro de que nadie está libre de alguna información defectuosa (menos aún, conociendo la cantidad de matices diferentes con los que una misma noticia es tratada por los distintos medios de comunicación). Sin embargo, sí le aseguro que, siempre -antes de escribir- procuro informarme bien sobre lo que escribo.
Por tanto, aún considerando que ni yo, ni nadie, está exento de una posible información deficiente que, de alguna forma, reste valor a las conclusiones de mis análisis, me permito emplear la que poseo, para –cumpliendo con sus deseos- intentar revisar y aclarar los párrafos aludidos (referidos a la llamada “Marcha por la Dignidad”).
Antes de ello, sin embargo –y ya que hace usted referencia a una hipotética y “posible laguna democrática”-, creo conveniente aclarar algunas premisas en la que baso mis argumentos:
1. Creo que la Democracia es el Gobierno del Pueblo y que ese Gobierno, debe ejercerse a través de un mecanismo consensuado.
2. En España, ese mecanismo establece que, cada cuatro años, el Pueblo elije libremente a sus representantes legítimos; para, transcurrido ese tiempo, volver a votar según los resultados de la gestión de ese Gobierno.
3. Creo que el DERECHO CONSTITUCIONAL que todos tenemos de votar, implica –al mismo tiempo- nuestra OBLIGACIÓN DEMOCRÁTICA de aceptar, durante esos cuatro años, los resultados de las urnas.
Dicho esto y, sobre la llamada “Marcha de la Dignidad”, considero que:
1º. Los organizadores de una manifestación, son los responsables directos de las consignas, las declaraciones, los comunicados y el desarrollo de la misma.
2º. Tratar -con manifestaciones en las calles- de ejercer la presión popular para intentar la dimisión de un Gobierno legítimo, no deja de ser un intento de sustituir las calles por las urnas (y eso sí que, personalmente, lo considero una peligrosa “laguna democrática”).
3º. En una manifestación de las dimensiones que se preveían (confluían en Madrid manifestaciones de varios puntos de España), lo lógico hubiera sido dotar a la marcha de su propio personal de seguridad. De todas formas, a falta de esta previsión -y en todo caso-, correspondía a la Fuerza de Orden Público velar por la seguridad de los ciudadanos en todo momento (los ciudadanos que se manifiestan y los que no lo hacen)
4º. Aunque aplaudo y felicito a todos esos manifestantes que se enfrentaron con los violentos, considero que los desórdenes públicos, la violencia gratuita, los daños ocasionados, la imagen de barbarie difundida, es el resultado directo de la falta de previsión por parte de los organizadores de la marcha. Si a esta falta de previsión, le unimos el hecho de que esos organizadores no condenaron inmediatamente estos actos, me parece –como poco- que cometieron un acto de irresponsabilidad.
Pero bueno, como usted bien dice, es sólo mi modesta opinión.
Un saludo muy cordial desde sus torres.
Vaya para empezar mi felicitación por el artículo que no puede ser más real y bien estructurado, y para seguir la presente contestación tan bien fundamentada como “casi todas” por no decir todas las que te he leido, amigo Paco.
Y para continuar, mi propia reflexión: Siempre que oigo, o en este caso leo eso de que está justificado ir contra un Gobierno que ha prometido una cosa y hace la contraria me sorprendo de que sean personas cercanas a gobiernos anteriores de las mismas u opuestas ideologias los que las expresan, me pregunto si es solo el Gobierno actual el que ha hecho cosas contrarias a las que prometía, y por supuesto la respuesta es NO, a mi concretamente me viene a la memoria mi desencanto con el PSOE, al que voté en las primeras elecciones porque el Sr. Felipe Gonzáles había prometido que no entraríamos en la OTAN y dos meses después de salir elegido estabamos dentro de la alianza. Es que en aquel momento esto era lo que se esperaba que el Sr Gonzalez hiciera exactamente lo contrario de lo que había prometido?, ¿por qué entonces no hubo estas marchas contra un Gobierno mentiroso?. Y no se han hecho cosas mucho peores en otros gobiernos como el del Sr. Zapatero en el cuál se ignoró la división de poderes que es la base de la democracia haciendo ver que lo que dijera el Tribunal Constitucional era “agua de borrajas” que se podía eliminar de un plumazo para que sus socios de gobierno consiguieran lo que se proponian acerca de la independencia aunque ésta vaya contra la Constitución. ¿Por qué esos grupos no se manifestaron entonces por la Democracia?.
Creo que ya va siendo hora de dejar la tibieza y ponerle a las cosas su verdadero nombre, es posible que muchas personas de las que iban en esas marchas tuvieran sus ideas muy claras sobre lo que querían, que los políticos sean más dignos, que haya menos corrupción, etc., pero desgraciadamente esos movimientos son manejados, manipulados por otros grupos a los que les interesa esa violencia para atacar a los gobiernos, a las instituciones o a quien quiera que les haga sombra y actuan por medio de esos grupos a los que se ve más que a los manifestantes porque es precisamente eso lo que se pretende.
Y por otro lado, me sigo preguntando, realmente son necesarias y tienen razón de ser esas manifestaciones en la actualidad?; cuando estabamos en la transición era muy lógico que todo el mundo quisiera expresar su opinión públicamente ya que llevabamos años sin poder ejercer ese derecho (al menos eso nos decían entonces y se sigue diciendo ahora), pero hoy que existen las redes sociales, que todos ejercemos nuestro derecho a opinar en cualquier momento, incluso en las televisiones, qué fuerza puede tener un colectivo, que eso es el pueblo español, que está continuamente haciendo manifestaciones algunas por las cuestiones más tontas. Esta creo que es otra de las incoherencias de nuestro pueblo, es capaz de asistir a todas las manifestaciones que se convoquen pero no de enfrentar directamente el problema, seguro que hay formas de hacerlo, pero ni se estudian siguiera porque no interesa, el español sigue siendo partidario de la vida muelle, de dejar que pase el tiempo a ver si las cosas se solucionan solas. Tengo la opinión de que los que hoy asisten a esas manifestaciones lo único que buscan es un poco del protagonismo que no tienen en sus vidas.
En cuanto a las otras dos noticias que registras en tu artículo lo mejor que se me ocurre es poner en una balanza a cada uno de los dos políticos en un plato, en el plato de Mas habría que echar kilos y kilos de plomo para poder llegar siguiera a estabilizarlo con el plato de Suarez, imaginemosnos si lo que tuvieramos que poner fuera dinero, no plomo……
Querido amiga, gracias por tus aportaciones.
Respecto a tu último comentario, equiparando las figuras de Arturo Mas y de Suárez, ¿qué quieres que te diga?… ¡jo! (sobre todo, después de leer sobre lo escrito por Pilar Urbano y recordar -nunca lo olvido- mis impactantes conversaciones con Don Sabino Fernández Campos…)
Un beso.
Pues trataré de responder de forma sintetizada a su respuesta (y de camino a la de Eva); ¿Hay que simplificar la participación democrática de los ciudadanos a emitir un voto cada cuatro años y dejar que nuestros elegidos lo usen arbitrariamente? No, Eva. Hay que participar de todos los modos legales posibles. Y el derecho de manifestación, está precisamente recogido en nuestra constitución. Y nuestros sufridos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado están para garantizar ese derecho. Lamentablemente, en esta ocasión parece que los grupos violentos los desbordaron. Por otra parte, ¿quien dice que no tuvo respuesta Felipe Gonzalez en su titubeo con la OTAN? Yo recuerdo perfectamente que casi le cuesta un cisma. ¿y Zapatero? Hasta Huelga General tuvo su política.
Un saludo.
De mi comentario no he pretendido que se desprenda la simplificación de la que habla, en ningún momento he dado a entender que deban usarse sólo los votos cada cuatro años, hay otras opciones legales para hacernos oír, por supuesto y se pueden utilizar, pero, realmente sirven para algo?, se llaman “manifestaciones” y o a nuestro nivel estamos hartos de manifestar nuestras discrepancias, el hecho de que se haga de esta forma beneficia en ago, se consigue algo con ello, si no es así, por que las repetimos tanto?. Creo que no hay muchos países democráticos en la actualidad donde se repitan tanto las manifestaciones como en el nuestro, y a casi todos les va mejor, por que no aprendemos de ellos a hablar menos y actuar más?
En cuanto a su último párrafo, lo de González no fue precisamente un titubeo, el sabía perfectamente que entraríamos en la OTAN porque no había otra alternativa y sin embargo convenció a muchos, estudiantes en aquella época de lo contrario, y lo de Zapatero, claro que hubo huelga, general, no era para menos, pero no por el motivo que indicó sino porque ya era incomprensible como se estaban desarrollando los acontecimientos, pero silo del Constitucional hubiera pasado en cualquier otro país occidental auténticamente democrático lo hubieran tirado abajo de la Presidencia por ir contra la constitución democrática que nos hemos dado haciéndolo contra uno de sus poderes, menuda incoherencia… Y con ello lo que se consiguió fue dar alas a los independentistas para llegar a la situación en que estamos ahora.
Señora Eva: Las manifestaciones, si sirven para algo; son el pulso de la sociedad. Son una llamada de atención a nuestros gobernantes, censurando o arropándolos en sus decisiones.Naturalmente que sirve para algo ¿que pueden hacer, si no, los engañados por las preferentes, los jóvenes frustrados que no encuentran salidas a sus aspiraciones después de años de dura preparación, los desahuciados, y las victimas del paro…..? Debe ser duro encontrarse en esos grupos ¿no le parece? para encima criminalizarlos.
Lleva usted razón cuando afirma que muchos países democráticos como el nuestro no tienen tantas manifestaciones y les va mejor. ¿No será que como les va mejor, la gente no se manifiesta tanto?
Desde mi más profundo respeto a la ideología de cada uno, convendrá conmigo en que este gobierno se ha hecho (al igual que el de Zapatero)acreedor de tantas protestas, empezando por haber incumplido casi todas sus promesas electorales por las que fueron elegidos, haciendo justamente lo contrario de lo que como oposición censuraban al anterior gobierno.
Estimado Señor Jubilado:
Como ya veo que anda entretenido con mi buena amiga Eva First, permítale sólo responderle a la pregunta que me formula (“¿Hay que simplificar la participación democrática de los ciudadanos a emitir un voto cada cuatro años y dejar que nuestros elegidos lo usen arbitrariamente?…”)
Si me permite, vayamos por parte (como a mí me gusta):
PRIMERA PARTE DE LA PREGUNTA: ¿Hay que simplificar la participación democrática de los ciudadanos a emitir un voto cada cuatro años…?
Rotundamente, no. Por suerte, la participación de los ciudadanos en la Democracia va –y debe ir siempre- mucho más allá. Para eso es un Estado de Derecho, para salvaguardar el Derecho de los hombres a ser CIUDADANOS y no vasallos.
Ahora bien, lo que yo afirmo es que uno de los axiomas de la Democracia es que, cuando ejercemos el derecho al voto, estamos obligados a respetar y aceptar la voluntad de las mayorías; y, por desgracia, hay fuerzas políticas e individuos que, desde casi siempre -le diría que históricamente-, intentaron lograr, vociferando en las calles, lo que no consiguen en las urnas; y esas actitudes, como decíamos antes, sí que suponen unas peligrosas “lagunas democráticas”.
SEGUNDA PARTE DE LA PREGUNTA: ¿… y dejar que nuestros elegidos lo usen arbitrariamente?
Según su propuesta y, considerando está usted de acuerdo con las manifestaciones, he de suponer que usted es de los desencantados que votó PP en las últimas elecciones. Máxime cuando, en su primera intervención, escribe: “Cuando usted se escandaliza porque los organizadores de la marcha piden la dimisión del gobierno, quizás se olvida de que están ejerciendo un derecho constitucional, máxime cuando este ha incumplido con su propio programa electoral (que debería ser como un contrato) en reiteradas ocasiones, como usted bien sabe. Luego están legitimados, puesto que la voluntad de los votantes sí se ha violado”
En este curioso párrafo, está usted presuponiendo que los que se manifiestan son los que están indignados por haber sido violados; es decir, se manifiestan los que han votado al PP (que serían, lógicamente, quienes tendrían derecho a manifestarse, al haber sido los únicos defraudados) Por otro lado, sería lo razonable; ya que los que no votaron PP, no tendrían por qué cabrearse y lo único que podrían decir sería: “¡Mira que lo dijimos!…”
Sin embargo -fíjese por dónde- no estoy yo muy seguro de todo esto. Ni creo que usted votara al PP, ni creo que los que organizaron la marcha de Madrid hubieran votado al PP… Y lo creo así porque conozco a mucha gente que sí votó al PP y que estuvo completamente en contra de esa marcha. Empezando por mí que, aunque en esta ocasión fue la primera vez en mi vida que lo voté, como ya dije en un artículo anterior, lo hice completamente convencido de que estábamos en un pozo, de que lo íbamos a pasar fatal para salir de él, pero que –hoy por hoy- los únicos capaces de sacarnos era el PP.
Por tanto, yo –que nunca antes lo había votado- pero que sí voté al PP en las últimas elecciones, no me siento defraudado en absoluto. Por eso no fui a la marcha y por eso no comprendo tanta indignación en muchos de los que asistieron, rasgándose las vestiduras y que, a la postre, fueron los que, realmente, nos metieron en este pozo de mentiras, manipulaciones, miseria, deudas, desempleo, ilusiones rotas y desesperanza.
Un saludo muy cordial.
Como siempre, Paco, un comentario muy coherente y una lógica aplastante, los silogismos no se pueden aplicar mejor.
En cuanto a la contestación a mi comentario, creo que se ha malentendido, yo no he pretendido criminal izar a nadie entre otras cosas porque creo en el derecho de las personas a expone sus opiniones, pero lo que sí digo es que esto lo hacemos en privado y en público de forma habitual, y que desconozco, (alo mejor es desinformación por mi parte) que alguna de las 3000 manifestaciones que se han llevado a cabo solo en Madrid el año pasado haya tenido solución por parte de nuestros gobernantes entre otras cosas porque algunas de ellas han sido tan peregrinas como ir en contra del gobierno sirio o egipcio o judío solo porque pensemos que estos tienen menos razón que los palestinos.
No, no creo que las cosas en los demás países vayan sobre ruedas y ese sea el motivo de que la gente no se queja, la crisis es mundial, y no hay más que verlo en las declaraciones que hacen sus ciudadanos, en todas partes hay trabajadores a tiempo parcial que no tienen otra cosa, hay gente en paro, gente pasando necesidades, la diferencia con los españoles es lo que entre la clase política se ha dado en llamar “estado del bienestar”, lo que para la clase trabajadora de otros países son los máximos, la nuestra esta acostumbrada a quesera sus mínimos, y consteque pertenezco a esta clase, pero o entiendo su forma de entender la vida. Y da la casualidad de que esa forma incoherente de pensar es la que ha metido a muchos conciudadanos en las listas de los desahuciados, porque se han metido en. Hipotecas que con sus sueldos no podían pagar, si con la crisis encima se quedan en paro el problema se duplica, no sólo para ellos sino también para quienes les hayan podido avalar, y en cuanto a las preferentes, hay un dicho español que lo expresa a las mil maravillas, “nadie da duros a pesetas” y el que cree lo contrario es por interés, y les pasa como conlos trlleros y los timadores de la estampita, eso si que no ocurre e otros países con otros niveles culturales.
Tiene razón en que las verdaderas víctimas de esta crisis son los parados, y esos jóvenes que indica que no encuentran su camino después de años de preparación, pero esos jóvenes son un mínimo frente a los que no tiene formación y por eso no encuentran trabajo, porque esa es la verdadera asignatura pendiente de todos los gobiernos, la educación que, según todas las estadísticas va a años luz de la de otros países, con lo que ha sido España en cultura en siglos pasados.
Y para terminar y no cansarnos más en elucubraciones, le diré que yo hace ya unos años que no voto por ideología, no es que no la tenga, y la repente en quién la tenga, sino que creo que lo que se necesitan no son ideólogos, sino buenos administradores que sepan distribuir la riqueza que tenga el país adecuadamente entre las necesidades de sus ciudadanos, vamos, que sepan gobernar, piense como piensen, porque además muchas veces, y volvemos a la incoherencia, lo que se dice que se piensa y la forma de actuar son completamente opuestas.
Sr. Fernandez- Pro, constato con sus respuestas que estamos de acuerdo en lo esencial (con matices)por ejemplo cuando usted concluye que el ejercicio democrático no se circunscribe al voto cada cuatro años, y que por tanto el ejercicio de la manifestación es una sana práctica, cuando se hace dentro de los cauces de la Ley. Una observación: en la controvertida del ultimo fin de semana, había personas de todo el abanico político, todos ellos desencantados y muchos desesperados. ¿Sabe donde no hay manifestaciones? en Corea del Norte, o en Cuba.
Sra, Eva, si no vota por ideología, ha de entenderse que en el abanico de opciones políticas está usted muy a la derecha o muy a la izquierda de ellas.A mi, esos extremos me dan mucho miedo. En fin, allá cada cual. Pero permitame decirle que en alguno de los temas muestra usted un gran desconocimiento, como en el de los timados (quizás no todos) en las preferentes: Naturalmente que el asunto tiene que ver con el nivel cultural. Como que la mayoria de los estafados son ancianos y personas de pobres conocimientos financieros. Hasta quien no sabia leer. Conozco casos cercanos que ponen la carne de gallina, por los métodos empleados con ellos. Nada tienen que ver con la avaricia. Comprendamos, pues su indignación y que se manifiesten. Si aquí han organizado manifestaciones hasta los obispos….En fin.
Un saludo desde Granada.
Señor Jubilado:
De acuerdo con usted en lo esencial y en las observaciones que hace, y que considero que, matizándolo, no contradicen el artículo que escribí.
En cuanto a lo que le comenta a Eva First, conociéndola, no dudo que ella le responderá; pero créame si le digo que es una mujer de armas tomar, muy conocida en Sevilla por ser una auténtica activista y, casi siempre lo fue en movimientos vecinales y asociativos… Cuando la conocí, sí tenía una nítida Ideología Progresista y por ella -y con ella- luchaba siempre. Otra cosa fueron sus desengaños con la política.
Si le sirve, Sr. Jubilado, créame si le digo que los dos vivimos juntos experiencias muy parecidas… De eso, hace pocos años.
Un saludo muy cordial.
Tal como dice Paco en su correo, y demuestra conocerme, no puedo dejar de contestar su respuesta, normalmente no me gusta que me mal entiendan y si, trato de dejar clara mi postura, cuando me es posible, y el interlocutor no coge los rábanos por las hojas! claro.
No entiendo como es que no votar por ideología puede implicar que se esté muy a la derecha o muy a la izquierda, existe también el centro, no cree?, ese que nos dirigió en los comienzos de la democracia y que plantó las bases de la misma, aunque luego lo derrumbaran, como suele pasar con todo lo que valen este país nuestro. Sí señor, existe el centro y existen los nacionalismos, pero creo que no leyó mi texto por completo, porque lo que quiero decir es que voto porque es un derecho y un deber cívico, pero lo que realmente me gustaría sería que hubiera candidatos NO POLITiCOS, gente con capacidad de dirigir y gestionar y que no necesitarán un puesto político para vivir, ese es el problema de nuestros políticos, no tienen capacidad para vivir de otra cosa y además quieren vivir a lo grande, aunque la gente lo pase mal.
En cuanto a lo de las preferentes, si, tiene usted razón, ha habido gente que no sabía lo que le estaban ofreciendo, que ni se enteró de lo que su banco estaba haciendo con su dinero y que la mayoría eran personas analfabetas o iletradas a las que se supone que seles puede estafar más fácilmente, pero yo después del embolado en el que me ha metido una de estas personas me río ya de estas afirmaciones, iletrado no es lo mismo que inocente, lo mismo que inteligente no es igual que listo.
Y en todo caso, aunque hayan sido los bancos los que hayan ofrecido esas preferentes, los que han convencido a los clientes han sido sus trabajadores, gente cercana a los clientes, con influencia sobre ellos y que bien para mantener su puesto de trabajo o quizás para ganarse un extra han manipulado la voluntad de personas que creyeron en ellos porque para un gran mayoría veían amigos, no banqueros, así que nuevamente el hombre lobo para el hombre, la falta de conciencia es la que opera por todas partes.