Écija – El Portal Temático Cultural

No fue a las 5 de la tarde, la hora habitual de los grandes festejos taurinos, pero sí a las 9 de la noche del sábado 28 de septiembre, mes de la feria de Écija, – que por cierto, ya no sé si llamarla de San Mateo o de la Virgen del Valle por lo fluctuante de la fecha en los últimos años-, cuando sonaron las primera notas del paseíllo por sevillanas en la Plaza del Casino de Artesanos de Écija, que suplió al Coso de Pinichi por falta de…. digamos mejor: “por problemas de adaptación para la lidia”, no porque las condiciones meteorológicas lo impidiesen, sino por culpa de los irresponsables políticos que en su día sí que supieron cómo mejor “liarla” en lugar de lidiarla. ¡Ahí queda!.

Eso sí, aquellos que pensaron que en septiembre, este año, en Écija no se iba a tener un gran torero, ni plaza, ni se iba a hablar de toros, se puede decir que no estaban muy al tanto de lo que mucha buena gente preocupada por nuestras tradiciones y cultura – llámese Asociación Amigos de Écija – , es capaz de hacer para que este evento músico-taurino, además de celebrarse sirviese también de reivindicación – se contó con la presencia del señor alcalde y supongo que tomaría nota -, para solicitar de forma implicita, la vuelta y apertura de esa plaza que se nos quitó – pienso yo -, en uno de esos momentos improductivos que a veces tienen algunos políticos cuando deciden: “qué puedo yo hacer por esta ciudad para que me recuerden…” y es cuando el ciudadano de a pie se pone a temblar… porque de esos tipos de recordatorios estamos ya más que hartos.  Ahora sólo nos queda la esperanza de que al menos los actuales mandatarios no la picien, como sus predecesores y sepan comprender la tradición taurina que atesora Écija y a la vista de los acontecimientos de esta índole, sean capaces de poner de nuevo esa legendaria Plaza de Toros al servicio de la ciudad para realizar múltiples eventos y no necesariamente relacionados sólo con la tauromaquia. ¡Y ahí sigue quedando ese puyazo a tiempo, aunque fuera de tercio!

Pero sigamos con el relato de nuestro acontecimiento. Así lo viví y tal cual lo cuento:

Con un tendido casi al completo, se iba vislumbrando el empuje de esta afición con muchas ganas de disfrutar la lidia de los Décimo Octavos – Tercios Trancos – Decimo Octavos, de la divisa Peña.

Las cuadrillas estaban preparadas y bien plantadas en el fondo. El presidente del festejo, Juan Jesús Aguilar, desde el palco, acompañado por el señor Alcalde David J. García, supervisa que todo está en condiciones para comenzar el paseíllo. Posiblemente le susurra al edil: “Fíjese que expectación, tome nota e imagínese lo que sería en la de Pinichi, con su tendido de sol. Aquí ya está todo preparado y el público expectante. Comencemos.”

El Alguacilillo Javier Madero, toma nota del mandato del señor presidente y con el porte que le caracteriza, aligeró el trote de su equino y se puso en primera línea de cuadrilla y con unos versos señoriales revoloteó en el aire las primeras notas con una musicalidad poética que hicieron arranacar los primeros ¡oles! de la noche, de nuestro querido Gitano desde el “tendío” de sombra.

El subalterno Ceferino Aguilera se encasquetó la montera, sin pensárselo dos veces hincó las rodillas en el tablao de albero y con la mirada fija en el respetable recibió al primero de la noche al volapié, como él sabe hacerlo, como el que no quiere la cosa, sin mirar a la chuletilla que prendía debajo de la manga en su traje de luces, porque cuando uno va a por todas, no hace falta que nadie le sople, ni le diga cómo se hace una buena faena, basta con acrisolarse con un lance de capote…, con otro consecutivo  y finalizar cada sesión con media verónica… ¿media verónica?, pero eso se quedaba corto…, había que hacerlo con una entera y saliendo de puntillas de espaldas sin perderle la vista al astado y de reojo controlando la pantalla de imágenes sucesivas que se iban proyectando en la plaza, mostrando la presencia de tantas figuras de renombre y personajes del ámbito nacional que han acompañado siempre al Peña, desde Curro Romero hasta el mismísimo emérito Rey de España. Y la sonrisa plácida de Ceferino confirmaba el control total de la faena.

Se acerca la hora del maestro, que nervioso, desde las tablas, observa la eficacia del subalterno. Quiko Peña levanta el brazo y dice: “Cefe, el toro que quede entero, el puyazo ya se ha dado antes fuera de tercio y quien no lo haya visto es poco espabilao. Las banderillas las pongo yo. Ve abreviando capotazos como tú sabes, que ahí está el mérito de la suerte.”

Cefe se esconde detrás del capote, nariz tapada con el fieltro y los ojos muy abiertos, mientras que da paso al maestro que se encuentra al otro extremo. Con un movimiento de torsión rápido de cintura, el Peña se echa hacia atrás y comienza su faena de la manera que solamente Kiko sabe hacerlo, por lo derecho, sin tapujos y hablando de tú a tú, de la manera más sentida, como si él y todos nosotros que lo admiramos fuésemos primos hermanos.

Hubo hasta un maletilla espontáneo que pensó que faltaba el detalle de la música del Pío que normalmente se escucha, con gran maestría, en esta plaza del Casino de Artesanos, pero se quedó planchao cuando el maestro Kico Peña nos hizo unos cantes por sevillanas y bulerías que culminó con una faena que le valió las dos orejas y el rabo, refrendadas por el presidente y el alcalde que no perdieron puntá de lo acontecido en aquel coso, que aún no siendo el habitual para estos acontecimientos, no le faltó ni una sensación de las que se sienten en las tardes históricas. ¡Y ahí quedó!

Juan Palomo

La imagen del momento según la visión de Cacu sobre fotografía de José Luis Reyes

A continuación la grabación del interesante acto por gentiliza de RADIO ÉCIJA DIGITAL (RED) Y RADIO SAFA:

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