CARTA ABIERTA A VICENT BELENGUER SANTOS por Francisco J. Fernández-Pro
Antes de leer el artículo de nuestro querido Francisco Fernández-Pro, si aún no sabe quién es VICENT BELENGUER SANTOS, le invito a que conozcan a este sujeto:
VICENT BELENGUER SANTOSSeñor Belenguer:
Permítame, en nombre de mi padre, de mi hija y en el mío propio, escribirle estas letras, para expresarle mi enorme sorpresa por las que usted vomitó, tras la muerte de un ser humano, confesándose “un ciudadano muy educado hasta el punto de ser maestro…”.
En nombre de mi padre (Licenciado en Químicas, Catedrático de Matemáticas y que ejerció como docente durante cuarenta años, considerándose siempre un “maestro” cuya prioridad era la de educar a los niños como individuos, antes que ninguna otra cosa); en nombre de mi hija (estudiante de último curso de Ciencias de la Educación, con tan apasionada vocación que, para realizar sus prácticas, este año solicitó voluntariamente el Centro más indeseado, por marginal, de la provincia de Córdoba y que pasa estos días de vacaciones dando clases a los hijos de los vecinos y aprendiendo el lenguaje de signos, pues su mayor deseo es dedicarse a la Educación Especial); y, en mi propio nombre, que toda la vida he procurado, desde el Humanismo, defender la dignidad individual de cada ser humano, reivindicando el derecho que los hombres tenemos a ser diferentes y a pensar distinto, pero considerando siempre las obligaciones que, como ciudadanos, tenemos con la Sociedad y el respeto que le debemos a todos los demás. En nombre de los tres, Señor Belenguer, permítame decirle que es usted un mentiroso porque, aunque como hombre que vive en un Estado de Derecho, es un ciudadano, lo que demuestra con sus letras, es que ni tiene la educación suficiente para dirigirse a los demás en una sociedad como la nuestra, ni posee la capacidad mínima de comprensión que debería exigírsele a un docente.
Créame: un individuo tan incongruente, con tanta rabia y tanto odio como usted, podrá tener un título colgado en la pared pero, por pura vergüenza, no debería autoproclamarse “maestro”, porque está usted ofendiendo a mi padre, a mi hija y a los miles y miles de docentes, que lo han sido, lo son y lo serán de verdad.
Me causa una profunda tristeza pensar en los niños que se habrán cruzado en su camino alguna vez y, también, en los que pueden hacerlo algún día. La mente de un niño es el templo más sagrado que existe. Lo que recibe de sus maestros repercutirá siempre en sus vidas y en la de los demás: les marcará una pauta, les imprimirá un carácter y definirá su relación con los otros. Tal es la importantísima labor de un Maestro.
Señor Belenguer Santos, me causa terror pensar en lo que usted (con sus fobias y sus extremismos irresponsables), pudo infundir en las mentes vírgenes de los niños que pasaron por sus manos. Me causa terror pensar en los niños que puede usted seguir violentando y envenenando psicológicamente, a partir del curso que viene.
Sus letras, señor Belenguer, son su autorretrato: el de una burda mentira que lo define perfectamente. Por eso, en nombre de mi padre, de mi hija y en el mío propio, afirmo que lo que ha demostrado con ellas, es que más que un “educado maestro”, es usted un sucio pervertido que encanalla la mente inocente de los niños;… y no le quepa dudas, que esto que digo, yo también lo ratifico en cualquier lugar o en cualquier juicio.
REACIONES EN FACEBOOK CON LAS DECLARACIONES:
Ciberecija ha entrado en Facebook y ha puesto el nombre de VICENT BELENGUER SANTOS, el cual no aparece, pues al parecer se ha perdido del mapa.
No obstante, aparece otro Vicent Belenguer que no es el susodicho y que lo deja bien claro con un mensaje:
Que no, D. Francisco, que una persona así no puede ser maestro. No pierda un segundo de su tiempo en tratar de comprender un odio tan visceral. Eso no tiene nada que ver con una hipotética postura antitaurina.
De acuerdo, querido amigo…
Feliz verano.