CAPÍTULO XXIX: DE ALGUNOS HECHOS, SUCESOS, ANÉCDOTAS Y OTRAS NOTICIAS RELACIONADAS CON LA CIUDAD DE ECIJA, ENCONTRADAS EN LAS HEMEROTECAS ESPAÑOLAS por Ramón Freire
Junio 2017 Ramón
Freire Gálvez.
La iglesia católica ha reconocido multitud de milagros a lo largo de su historia. Cada uno podrá tener libertad de pensamiento al respecto, pero como la misión que me he encomendado, es proporcionar las numerosas noticias que, sobre Écija, he ido encontrando a lo largo de mi investigación en las hemerotecas, comienzo este capítulo con un artículo que aparece publicado en La Cruz, diario católico, del martes 7 de Agosto de 1934y que, textualmente, dice así: “LOS MARTIRES DE CRISTO REY. ¿Un milagro? A la iglesia mejicana.
A la Compañía de Jesús. ¡Cuándo tiempo sin escribir sobre el insoluble problema religioso mejicano! ¿Insoluble? No, no; grave y difícil sí, pero no insoluble. Hubo un momento en que estaba ya a punto de resolverse gracias a la firmeza de la fe, a la constancia en el sacrificio, a la acción unida y al heroísmo de aquel pueblo cristiano, que soportó cárceles, destierros, robos, miserias y toda clase de dolores, resuelto al sacrificio en defensa de su fe, de su libertad, de su patria. ¡Cuánta fe, cuánta constancia, cuánto hermoso! Un poco más… y el triunfo era seguro; pero… Bien, dejemos este tema para más adelante, que tiempo habrá para tratarlo, si Dios quiere.
Volvamos al de hoy al hecho que ha removido todos nuestros recuerdos y ha conmovido nuestras almas. ¡Cuánta sangre vertida! El mundo entero admiró el valor de aquellos héroes de la fe “flores martyrum”, como los llamo Pío XI, protomártires de Cristo Rey, muchos de esos bien conocidos y grandes amigos de quien esto escribe; algunos feligreses e hijos espirituales, como Manuel Bonilla, sacrificado el Viernes Santo de 1927… Anacleto González Flores, Silva, Sales, Sabas, Ayala… ¡innumerables! Hoy, día de S. Ignacio de Loyola, precisamente, hemos de hablar de uno de esos mártires de la persecución callista, el Jesuita Padre Pro. ¿Quién no recuerda su martirio junto con el de aquel heroico obrero compañero suyo Tirado? ¿Por qué hablamos hoy del Padre Pro? Porque Dios empieza a glorificar su memoria y santidad.
Nuestras palabras no tienen autoridad alguna, y aunque empleemos las palabras santidad y milagro, esperamos el fallo de la iglesia, única autoridad en la materia. ¿Es un milagro? Nosotros vamos a referir el hecho, sin calificativo, pero conmovidos por lo maravilloso y extraordinario. Ha sido en Écija. Hacía más de tres años que una señorita, María Martínez Ibáñez, estaba postrada en cama con una enfermedad en los huesos que no le permitía ningún movimiento de su cuerpo; sufría dolores tan terribles y espantosos que parecía se les descoyuntaban, como si le arrancasen hueso por hueso, desde los pies a la cabeza, Poniánla diariamente seis inyecciones de morfina, y dosis tan extraordinaria no bastaba a calmarle los horribles dolores sufridos cristianamente por la enferma. Había más; su estómago se había estropeado tanto que no retenía alimento alguno; leche, específicos, todo lo devolvía y hacía mucho tiempo que sólo se sostenía de un poquito de mantecado helado.
ARTÍCULO COMPLETO EN FORMATO PDF:
★CAPÍTULO XXIX: ALGUNOS HECHOS Y ANÉCDOTAS DE ÉCIJA por Ramón Freire
Lo siento no hay comentarios todavía, pero puedes ser el primero en comentar este artículo.
Escribe un comentario